Boletin dominical - 22/04/12
- Fecha de publicación: Jueves, 12 Abril 2012, 01:31 horas
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Esta es la continuación de nuestra entrega anterior sobre la “revisión” (tergiversación) por el señor Gómez de la Reina-Valera 1960.
Tenemos la firme convicción de que la mano providencial de Dios se ha manifestado a través de los siglos preservando las Sagradas Escrituras, y que el mensaje de Dios a la humanidad se ha mantenido puro, a pesar de las imperfecciones humanas.
Podemos confiar plenamente en la Versión Reina-Valera 1960. El mensaje de Dios permanece aquí sin omisiones ni añadiduras.
La traducción de nuestra Biblia no fue una improvisación de hombres sin el menor conocimiento de lo relacionado con algo tan serio como lo que nos ocupa. Son varias las “traducciones” (tergiversaciones) que aparecieron en estos últimos años. Y no debe extrañarnos, porque Satanás está trabajando contra el reloj, sabiendo que le queda muy poco tiempo.
Como cristianos bíblicos, no nos crucemos de brazos esperando que… «de alguna manera alguien se ocupará de esta cuestión».
Hace algunos años que la carrera en la “corrección” de la Biblia en español a tomado impulso. Eran los llamados «Testigos de Jehová», con su… “Nuevo Mundo”, luego aparecieron los de Recobro.
ltimamente una versión adventista y finalmente el intento de un golpe mortal de la Reina-Valera 1960. Pero gracias a Dios esta vez no prosperó el intento del enemigo de la pureza de su traducción tal como la tenemos hoy.
¿Sabe usted quiénes hicieron esta traducción y el cuidado que tomaron, sabiendo que el compromiso era muy grande?
El Comité de Revisiones de la 1960 constó de dos metodistas, tres presbiterianos y un bautista. Estos revisores no tuvieron nada que ver con el catolicismo, tal como está revelado en numerosas citas y anécdotas de los hombres. Ellos fueron: Honorio Espinoza Soto de Chile, Francisco Edmundo Estrella Limón y Juan Díaz Galindo de México, Alfonso Rodríguez Hidalgo de Cuba, y Alfonso Lloreda Benjumea y Enrique Parra Sánchez de Colombia.
Los revisores eran altamente educados y todos habían enseñado en seminarios bíblicos en un momento u otro. El Reporte Anual de 1952 de la Sociedad Bíblica Americana, manifestó que fueron «líderes cristianos bien educados que representaban al protestantismo de Hispanoamérica». Hombres que habían hecho contribuciones sobresalientes para la vida de la iglesia Latino Americana como educadores, pastores y evangelistas. También como eruditos evangélicos. John Twentyman, de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, los llamó «hombres prominentes del movimiento evangélico en Latino América». El autor Luis D. Salem, se refirió a ellos como «una comisión de eruditos, latinoamericanos en su totalidad... ilustres... Orgullo del protestantismo hispanoamericano... hombres de Dios... destacados siervos del Señor». W. J. Bradnock de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, escribió que eran «líderes eruditos de las comunidades evangélicas principales de los estados sudamericanos».
Plutarco Bonilla, quien estudió Biblia en el Seminario Teológico de Princeton de New Jersey, Estados Unidos; griego moderno en Atenas y filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, comentó lo siguiente concerniente al impacto a largo plazo de la versión 1960: «La 1960 por mucho tiempo ha constituido ‘la Biblia’ de los cristianos protestantes».
La Editorial Portavoz señaló «...que la Versión de 1960 es la más difundida en los círculos protestantes y evangélicos en general». Otro documento sin fecha, reportó concerniente a la 1960, que «su aceptación entre las iglesias evangélicas fue tan suave como había sido su programa de preparación». La revisión 1960 se popularizó todavía más por medio de las Biblias de Estudio Ryrie, Thompson y Scofield.
La versión de la Biblia en español que tenemos, es el esfuerzo de hombres de Dios, temerosos de Su Nombre, quienes fueron fieles en su traducción, a diferencia de otras versiones que han salido a la luz pública con intereses creados, o bien, con posiciones teológicas tomadas y con doctrinas bíblicas fundamentales sesgadas.
Lamentablemente, la primera línea de ataque contra la Reina-Valera 1960, partió de donde menos se podía esperar: de La Sociedad Bíblica Americana. Esta Sociedad, aliada hoy con el Vaticano, publicó en 1979 Dios Habla Hoy, que es una versión ecuménica de fondo y perfil “liberal”. Ellos esperaban que ocupase el lugar de la Reina-Valera1960, pero no sucedió así. La propia Sociedad Bíblica confesó, que de los primeros seis millones de ejemplares del Nuevo Testamento en la versión popular o ecuménica, el 85% los ha vendido o regalado a la Iglesia Católica. El sector evangélico solamente absorbió el 15%. Es claro por esto, que el pueblo evangélico rechaza la Versión Popular, y continúa mostrando su preferencia por la versión Reina-Valera 1960.
La revisión que la Sociedad Bíblica Americana planeó y dirigió con el propósito de poner el lenguaje o vocabulario al día, y en armonía con la Real Academia, no había experimentado cambio, pero la Sociedad Bíblica Americana sí cambió de criterio, de planes y de propósitos. Lo que en 1960 era bueno, ahora ya no es, pues después de eso sometieron la Reina Valera a varias revisiones, y si las cosas continúan de esta forma, pronto tendremos una versión que no vamos a conocer. Una revisión fundida en el mismo molde de Dios Habla Hoy.
Dos grupos de bautistas independientes de México han hecho revisiones de la Reina-Valera. Según ellos con el fin de «purificar su texto, y alinearlo más con el Textus Receptus». El primer grupo de Matamoros, México, basó su revisión de 2004 en el texto de la 1909, haciendo comparaciones con los textos en griego y hebreo, y la Biblia King James. Esa Biblia se llama la Reina-Valera-Gómez, por el editor principal, Humberto Gómez. Otra revisión actual es la del 2007, que tuvo el mismo fin «purificar el texto bíblico español de cambios críticos». Sin embargo, ellos partieron con el texto de la 1602. Por eso se llama la 1602 Purificada. Esta obra se hizo en Monterrey, México, bajo la dirección de Raúl Reyes y Guillermo Parks. Esta última versión ha sido fuertemente criticada y rechazada por los bautistas conservadores, pentecostales y de otras denominaciones, por ser una adaptación de la biblia en Ingles versión King James, su autor dio inicio a esta traducción alegando que las antiguas versiones de la Reina-Valera estaban muy relacionadas con el catolicismo romano. Entre quienes hacen estas “correcciones”, los hay aquellos que dicen que la versión en inglés King James es mejor que los originales (hebreo y griego). ¡Tenga mucho cuidado con la Biblia que lee!
En septiembre de 2009, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los mormones, publicó su primera edición oficial de la Biblia en castellano basada en la edición Reina-Valera de 1909, con algunas “actualizaciones”. Aquí entre los cristianos bíblicos a quien mejor conocemos es al experto Sr. Gómez. La versión se llama “Reina Valera-Gómez”. Su nombre completo, Humberto Gómez. ¿Qué más se hará con la Biblia si el Señor demora su regreso? La Biblia Gómez lleva fecha, tanto 2009 como 2010.
Actualmente, la Sociedad Bíblica Trinitaria se encuentra aunando esfuerzos en el mundo hispanoparlante para trabajar en una revisión de la Biblia Reina-Valera de 1909, considerada por algunos biblistas como una “joya de la hispanidad”, debido a la que le atribuyen gran fidelidad y precisión al modo en que reproduce el Texto Masorético y el Textus Receptus. La idea central es actualizar el lenguaje y los arcaísmos del castellano de comienzos del siglo XX y no utilizar el texto crítico ni manuscritos desapegados de la tradición de los masoretas, aunque esta labor fue realizada ya especialmente en la Biblia Reina-Valera 1960.
¿Qué pensaríamos de un escritor aficionado que pretendiera perfeccionar un clásico de la literatura universal, o de artista que intentara modificar una escultura de Miguel Ángel o un cuadro de Velázquez, transformándolos en el molde de su propio criterio o imaginación? Bueno, cualquiera que quiera escribir o pintar un cuadro que lo haga como se le antoje; pero no debe pretender modificar o transformar, las obras de arte de otros. Si quieren hacer otras versiones que lo hagan, pero deben respetar lo que otros santos de Dios ya hicieron. Introducir un cambio radical en la Reina-Valera 1960, sería injusto, inmoral e infame. Ya tienen una versión popular, liberal y ecuménica. ¿Acaso eso no es ya suficiente? La inmensa mayoría de los cristianos de habla hispana queremos la versión Reina-Valera 1960, tal como está ahora.
El descubrimiento de los rollos del mar Muerto ha puesto de manifiesto que el Antiguo Testamento de nuestra versión hoy, es tal como era cuando Jesús de Nazaret la leía y explicaba. Y el Nuevo Testamento de la versión Reina-Valera 1960, es hoy como era en el siglo II, cuando produjeron la Biblia Peshita.
Han transcurrido más de 50 años desde que la revisión 1960 se introdujo y se arraigó firmemente en la vida de los cristianos hispano hablantes en todo el mundo. Según la CBA Internacional, que mantiene un registro de ventas de las librerías cristianas en Estados Unidos y Canadá, la Reina-Valera 1960, en el año 2003 fue la octava entre las Biblias de mayor venta en Estados Unidos y la número uno entre las Biblias en otros idiomas.
La Biblia Versión Reina-Valera 1960, ha ocupado y ocupa un indiscutible primer lugar en muchos aspectos de la vida de los protestantes. En la inmensa mayoría de las comunidades evangélicas esparcidas por América Latina y por la España peninsular e insular, no sería posible concebir las actividades en las iglesias y congregaciones al margen de esta versión de la Biblia. Además por las condiciones particulares en que esa evangelización se llevó a cabo, la Reina-Valera 1960 llegó a identificarse como la Biblia protestante en contraposición con las Biblias católicas.
El editor general de la Biblia de Estudio Harper Caribe, indicó, que «La Versión Reina-Valera 1960... es reconocida como la mejor en español, y su uso predomina en la mayoría de las iglesias evangélicas de habla castellana».
Un informe publicado en 1999, en el periódico Los Angeles Times, comprobó cuán profundas eran las raíces establecidas por la Reina-Valera, decía en parte: «La Versión 1960 permanece como la más popular entre los cristianos latinos de edad mayor y es utilizada por más del 85% de todas las iglesias protestantes españolas».
No permitamos que los ataques del “liberalismo” apóstata socaven el fundamento de nuestra confianza en la Reina-Valera 1960 que es, hasta ahora, la mejor de todas las versiones.