El escenario actual a la luz de la Palabra de Dios
- Fecha de publicación: Sábado, 13 Junio 2020, 15:41 horas
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«Debemos aprender a pensar y orar globalmente». Esta frase tal vez le suene hasta absurda a primera vista, pero es correcta. Es necesario que sigamos este consejo. Significa que debemos aprender a mirar más allá de nuestra visión limitada. Debemos reconocer el hecho que los eventos actuales y las decisiones que se adoptan mundialmente se extienden en una forma sorprendente. Las naciones individualmente se están convirtiendo en algo completamente insignificante, poco a poco van perdiendo su influencia.
Pensar globalmente significa reconocer la forma cómo está interconectado nuestro planeta, y con ojos atentos leer y escuchar las noticias, para observar cómo se desarrollan los eventos políticos en el mundo. Pero por encima de todo, debemos reconocer que pertenecemos a la Iglesia de Jesucristo.
Los dichos de nuestro Señor en Mateo 16:3 nos amonestan con estas palabras: "¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!" Esto fue lo mismo que Pedro quiso decir cuando escribió: "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo " (2 P. 1:19-21).
La palabra profética es como la luz ardiente de una lámpara. El "lugar oscuro" es el mundo en medio del cual brilla la luz de la palabra profética. El "día" que esclarece se refiere a la edad de la Iglesia presente y señala al día del Señor, el día del juicio, de la ira de Dios y del retorno del Señor Jesucristo en poder y gran gloria. "La noche está avanzada, y se acerca el día..." (Ro. 13:12). El "lucero de la mañana" que saldrá en nuestros corazones, es un cuadro de la venida de Jesús por su Iglesia en el rapto. Según Apocalipsis 2:28 y 22:16, Jesús aparecerá por su Iglesia como "la estrella de la mañana", pero para Israel y el mundo vendrá como "el Sol de justicia" (Mal. 4:2).
Este pasaje en la Segunda Epístola de Pedro está indicando que el Señor nos ha dado la palabra profética para que tengamos luz en medio de las tinieblas de nuestro mundo, para iluminar el lugar oscuro de nuestra edad y para que sepamos que debemos considerar cada cosa a la luz final de las intenciones de Dios.
Los profetas de ese tiempo hablaron inspirados por el Espíritu Santo. Pero, ¿en dónde se encuentran hoy los hijos de Dios que no se dejan arrastrar por la corriente de este mundo, sino que son movidos por el Espíritu Santo para llevar a las personas de regreso a Dios? La Iglesia del Señor Jesucristo es como un gran transatlántico, con muchos pasajeros en cubierta que discuten de cosas diversas, que están edificando sobre tópicos diferentes. Casi nadie se da cuenta de la dirección hacia dónde se encamina la embarcación, el curso que toma y el hecho que está aproximándose a un gran puerto. Los pasajeros están preocupados por ellos mismos, por los pequeños grupos con que están reunidos. Sólo unos pocos permanecen en cubierta y gritan «¡Tierra a la vista!» Esto debería ser el tema principal, el llamado de la Iglesia hoy.
Pero, ¿qué ocurrirá en los últimos días? El profeta Daniel era un hombre que estaba "en la cubierta", que tenía una visión maravillosa y bien amplia. Él pensaba, oraba y hablaba en una escala global, mediante la gracia de Dios e inspirado por el Espíritu Santo. Daniel tuvo una visión y vio el reino venidero de Dios, vio las diversas "épocas de oscuridad" a la luz radiante de la palabra profética de Dios. Cuando Daniel estuvo delante del gobernante de Babilonia, Nabucodonosor, y el rey le dijo que había tenido un sueño que no podía recordar y que quería saber su interpretación, "Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama" (Dn. 2:27, 28) y procedió a interpretarle el sueño.
Dos cosas quedan claras aquí:
1. Lo que ocurrirá en los últimos días no será determinado por los "grandes hombres" de este mundo, porque ellos no pueden anticipar nada. Ni siquiera Nostradamus, cuyas profecías son discutidas por los medios noticiosos, pudo hacerlo.
2. Lo que tendrá lugar en los últimos días sólo lo determina Dios en el cielo. Sus planes se cumplirán. Los eventos políticos en la tierra están siendo guiados en tal forma de que finalmente se cumplirá su Palabra. Todo en la historia y la política del mundo está avanzando hacia una gran meta: la venida del reino de Jesucristo a la tierra, el cual llenará el mundo entero.
Pero, ¿cómo continuará el desarrollo de los imperios políticos hasta el fin? Un imperio romano final gobernará la mayor parte del mundo. Este imperio mundial será controlado principalmente por un dirigente europeo, al que la Biblia identifica en algunos pasajes como "la bestia" y en otros como "el Anticristo" y quien probablemente será un judío, tal como implica este texto de la Escritura: "Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá. Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio" (Dn. 11:37, 38). Sin embargo, detrás de él estará el "dragón', Satanás, como podemos ver por estas Escrituras:
"Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella... Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón" (Ap. 13:4, 11).
"Vi un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años" (Ap. 20:1, 2).
Los contornos de este último imperio mundial se están aclarando más cada día. Vemos esto en los eventos políticos en Europa y los conflictos en Medio Oriente. Dios le reveló al profeta Daniel en detalle, la política de los imperios mundiales hasta el fin.
El sueño de Nabucodonosor
Dice la Escritura: "En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño. Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey... Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosas semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo" (Dn. 2:1, 2, 10).
La Biblia es clara. El rey tuvo un sueño que lo perturbó, pero lo olvidó e hizo convocar a los magos, astrólogos y encantadores caldeos para que le dijeran qué había soñado, y que además le interpretaran el sueño, pero nadie fue capaz de hacerlo. Por consiguiente, Nabucodonosor quiso dar muerte a todos los sabios de Babilonia: "Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia" (Dn. 2:12). Cuando Daniel se enteró, habló con sus tres amigos: "Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia" (Dn. 2:17, 18). Y Dios le reveló el sueño y su interpretación: "Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo" (Dn. 2:19).
Daniel fue donde el rey y le dijo: "Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos de plata; su vientre y sus muslos de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido" (Dn. 2:31-33).
Y de inmediato Daniel procedió a explicar al rey la interpretación de su sueño: "Este es el sueño; también la interpretación de él; diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro se mezcla con el barro" (Dn. 2:36-43).
En otras palabras la interpretación del sueño era...
1. La cabeza de oro era Babilonia
2. El pecho y los brazos de plata, Medo-Persia
3. El vientre y los muslos de bronce, Grecia, y
4. Las piernas de hierro, cuyos pies estaban hechos de hierro y barro cocido, Roma. El imperio romano, al igual que las piernas, más tarde se dividió en imperio romano de oriente e imperio romano de occidente.
Es interesante notar que la guerra que tuvo lugar en Yugoslavia, se llevó a cabo en donde se encontraba en un tiempo la frontera oriental y la occidental. Pero, ¿quiere decir esto que el hierro y el barro cocido se desean unir nuevamente? El barro cocido podría verdaderamente representar los países más débiles de Europa oriental y el hierro la parte más poderosa de Europa occidental y Estados Unidos. Desde el colapso de la Unión Soviética, el occidente y el oriente han tratado de unirse, lo cual finalmente será imposible.
La imagen que viera Nabucodonosor terminaba en los diez dedos de los pies, los cuales estaban separados. Eso significa que los imperios mundiales han llegado a su etapa final y que se aproxima el fin. Los imperios mundiales y la historia del mundo están llegando a su fin.
¡El sueño de Nabucodonosor muestra claramente la autoridad de Dios! Esto tiene lugar cuando sin ninguna intervención humana, una piedra desciende desde arriba, hiere los pies de la imagen, desmenuzándolos y terminando finalmente por destruir la estatua por completo: "Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó" (Dn. 2:34). La piedra en sí se convierte en una gran montaña que llena el mundo: "Entonces fueron desmenuzados, también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras de verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra" (Dn. 2:35).
Este evento señala hacia el retorno de Jesús a la conclusión del último imperio mundial para establecer su gobierno: "Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación" (Dn. 2:44, 45).
El Señor Jesucristo es la piedra: "Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida y preciosa; y el que creyere en él no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer" (1 P 2:6-8). "Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí yo he puesto en Sion por fundamento una piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure" (Is. 28:16). "Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel" (Gn. 49:24b).
Ya que Roma nunca ha sucumbido a lo largo de la historia, en la forma cómo lo describe Daniel, estoy de acuerdo con muchos otros expositores de la Palabra de Dios que creen que el imperio romano se levantará nuevamente. Apocalipsis 17:8-13 también alude a esto cuando habla de la bestia que "era, y no es; y está por subir del abismo e ir a perdición" (Ap. 17:8).
La visión de Daniel de las cuatro bestias
Daniel también tuvo un sueño que señalaba a lo mismo que la imagen de Nabucodonosor. Vio en visión cuatro bestias grandes que se levantaban en medio del mar:
1. "La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre" (Dn. 7:4).
2. "Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate devora mucha carne" (Dn. 7:5).
3. "Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio" (Dn. 7:6).
4. "Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos" (Dn. 7:7).
La interpretación es como sigue:
1. El león con las alas de águila es Babilonia,
2. El oso: el imperio Medo-Persia, el cual fue más débil que el babilónico.
3. El leopardo con cuatro alas y cuatro cabezas, Grecia. Alejandro el Grande conquistó el mundo entonces conocido con una velocidad sin precedentes, rapidez que estaba representada en las cuatro alas de la bestia. Como este gobernante no tuvo hijo propio, a su muerte el imperio que conquistó pasó a cuatro de sus generales.
4. La última bestia, terrible, en gran manera fuerte y con diez cuernos, representa a Roma. Así como la imagen de Nabucodonosor terminaba en los diez dedos, la bestia representada aquí termina con diez cuernos.
En el último libro de la Biblia, leemos que en los últimos días, poco antes del retorno de Jesús para establecer su reino, una bestia se levanta de súbito en medio del mar la cual tiene diez cuernos: "Me paré sobre la arena del mar y vi subir del mar una bestia que tenía... diez cuernos...” (Ap. 13:1). En el capítulo 17 de Apocalipsis encontramos una vez más esta bestia con diez cuernos, junto con una explicación de su significado: "Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes..."(Ap. 17:12).
Esos diez gobernantes políticos le darán su poder a la "bestia" al final de los días en oposición a Cristo, pero serán vencidos por él, así lo anticipa la Escritura profética: “Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. Esto, para la mente que tenga sabiduría: las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición. Y los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia” (Ap. 17:7-13).
5. Incluso en la esfera religiosa, los europeos con los católicos romanos detrás, respaldándolos, constituyen una enorme potencia religiosa.
También es interesante notar que Europa está interviniendo cada vez más en el conflicto en Medio Oriente y se está tornando más audaz con respecto a Estados Unidos.
El autor evangélico de gran éxito, el doctor Dave Hunt, expresósu opinión en su libro 'Paz global y el auge del Anticristo': «de que no debíamos limitar la restauración del Imperio Romano a Europa. Dice en Apocalipsis 13:7,8, que este imperio tendrá poder 'sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación'. El doctor Hunt piensa que es la civilización Europea, la occidental, la que gobernará el mundo a la conclusión de la historia. El hecho es: La alianza entre Estados Unidos y Europa es muy superior al resto del mundo. Daniel escribe: “La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará” (Dn. 7:23)».
Con la fundación del Estado de Israel en 1948, la profecía bíblica se convirtió en un tópico de importancia. Aquí, Dios comenzó una vez más a tratar con Israel. En 1948 el Estado de Israel emergió nuevamente en una forma nueva. Por consiguiente, no es casualidad que el mismo año 1948, se iniciara asimismo la Comunidad Europea la que sería la fundación de la nueva Europa. Así como hay una trinidad satánica, de la misma forma también hay una contraparte del imperio del Señor Jesucristo.
Paralelo a la restauración de Israel, la nueva Roma también comenzó a emerger. En el mismo nivel el Espíritu Santo está trabajando desde arriba para reunir a los judíos y llevarlos a su tierra, a Israel, tal como está profetizado en los capítulos 36 y 37 de Ezequiel, mientras que el espíritu de abajo está trabajando por medio de Europa. Vemos cómo los dos polos de los últimos días chocan uno con el otro: trabajo divino desde arriba en el territorio de Israel para establecer el reino de Jesucristo en la tierra y, labor diabólica desde abajo para obstaculizar el reino de Dios mediante la restauración del imperio romano. Ambos se iniciaron en 1948. Así como en el tiempo de Jesús había un estado judío y un imperio romano, lo mismo estamos viendo hoy.
¡Jesús viene!
Gracias a Dios que el último imperio no es el fin, sino el retorno del Señor
Jesús en toda su gloria. Nuestra esperanza viva es que él vendrá para establecer su reino, el cual se extenderá por todo el mundo y traerá paz verdadera. Daniel 2:44, 45 dice de este reino: "Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir, y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación". Y Daniel 7:13, 14 dice: "Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas te sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido". Nuestros ojos se volverán a esta luz radiante, no obstante no debemos pasar por alto los oscuros eventos políticos. Eso no sería realista. Vemos mejor la luz en medio de las tinieblas.
No sabemos cuándo retornará Jesucristo porque ignoramos cuánto tiempo le concederá Dios a este mundo. Tampoco estamos seguros de qué eventos y cambios tendrán lugar. Lo que es noticia hoy puede ser algo pasado de moda mañana. Muchos políticos vendrán y otros se irán. Nuestro mundo de súbito puede encontrarse en la última hora antes del glorioso retorno del Mesías verdadero.
Todas las profecías mencionadas aquí se cumplirán plenamente después del rapto. Tal vez será entonces cuando los diez Estados estarán completamente integrados como una potencia para entregar su autoridad al dirigente romano. En ese punto el Anticristo hará su aparición y se iniciará el periodo de la Gran Tribulación en este mundo. Después de haber visto en líneas generales los eventos que se avecinan, debemos preguntarnos, ¿cuán cerca nos encontramos del retorno del Señor Jesucristo por su Iglesia? Christian Briem, un estudioso de las profecías escribió lo siguiente en el prefacio de su libro publicado en inglés “El rapto de los creyentes”: «Las personas de este mundo no observarán ninguno de estos eventos extraordinarios. Sólo una cosa será imposible que pasen por alto: el hecho de que innumerables personas que vivieron en la tierra desaparecerán de súbito. Ellos no morirán, sino que no los podrán encontrar. Las Sagradas Escrituras nos dan la razón para esto. Porque estas personas experimentarán lo que esperan con ansiedad, el rapto de la Iglesia. Jesús está retornando. Sólo hay una ganancia real en este mundo, el pertenecerle hoy al Señor Jesucristo. Sólo hay una falla real final e inexcusable, el faltar en entregarse a Jesús. El futuro, el reino y el poder le pertenecen a Jesús, el Hijo de Dios. ¿A quién pertenece usted? ¿Le pertenece a este mundo o al reino de Dios? Dice en Hechos 17:30, 31: 'Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designé, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos».
¡Adhiérase a él hoy, a Jesucristo a quien le pertenece el futuro y todos los imperios mundiales!.