Halloween: Verdades y Consecuencias

1. Más de 60 millones de norteamericanos celebran Halloween, la noche de brujas.
2. Multitudes de norteamericanos entre los 20 y 30 años, asisten a alguna fiesta el día de Halloween.
3. Las decoraciones que se vuelven a usar cada año, cada vez son más populares.  Entre los adornos tradicionales están los fantasmas, los duendes, las calabazas, los vampiros, junto con algunas innovaciones, tales como avisos en el frente de las casas y decoraciones en las puertas.

Pero... ¿Cómo deben responder los cristianos a Halloween?  Si alguna vez se ha planteado esta pregunta, sabrá que los cristianos reaccionan en forma diferente y que cada uno está completamente seguro de estar en lo correcto:

Por ejemplo, el hermano “Juan” cree firmemente que si permite que sus hijos salgan con otros niños y vayan de casa en casa en el vecindario, pidiendo dulces, sus almas están en peligro de condenación y que usted será castigado severamente por Dios por ser un padre tan miserable.  Por otra parte, la hermana “Berta” cree, que el celebrar Halloween es algo completamente inofensivo.  Señala que siempre contó con la bendición de sus padres cuando se ponía una máscara o se cubría con una sábana.  Que nunca dejó de amar al Señor, que siempre asistió a la escuela dominical en una base regular y que cantaba en el coro.  Sin embargo, “Susana” piensa que los padres necesitan enseñar a sus hijos sobre la perversidad de esta fiesta y anima a los pastores para que prediquen sobre sus orígenes.  Esta hermana está molesta con el Pastor de jóvenes de la Iglesia, quien desea tener “una alternativa creativa” para Halloween y sugiere que los niños se disfracen como personajes de la Biblia.  Y dice la hermana: «¿Es que no se da cuenta que cualquier alternativa es realmente propaganda para Halloween?»  Cuando le habló al Pastor de los jóvenes al respecto, él señaló que Halloween era una gran oportunidad para hablar a los niños sobre el Señor y de su victoria sobre las fuerzas del mal, agregando: «En lugar de maldecir las tinieblas, debemos señalar a la Luz».

Satanás mejor que a nadie, le gusta mantener a los cristianos y sus hijos en confusión constante sobre cosas como ésta.  Después de repetidas controversias sobre Halloween, muchos padres terminan por encogerse de hombros y dejan todo por las buenas sin tratar de establecer ningún parámetro o norma.

Pero... ¿Qué debe hacer el cristiano?  ¿Estamos condenados a perder lo mejor de Dios porque no sabemos cómo nos responderá?  ¿Será necesario que como cristianos ganemos la guerra contra Halloween y respondamos como lo hizo el hermano Juan?

El origen de Halloween

Cada día feriado representa algo.  Así sea el día de la independencia o la fiesta de los veteranos, una festividad conmemora algo que ocurrió en el pasado.  A menudo reconoce una creencia compartida que se originó en medio de una cultura y sociedad.  Pero... ¿Qué con respecto a Halloween?  Leemos en la Enciclopedia Británica, Macropedia, volumen 4: «En Bretaña antigua e Irlanda, el festival céltico de Samain era observado el 31 de octubre, a la conclusión del verano... Las almas de los muertos supuestamente volvían a visitar sus casas en este día y el festival del otoño adquiría un significado siniestro, con fantasmas, brujas, duendes, gatos negros, hadas y demonios de todas clases, que andaban rondando.  Era una época para aplacar los poderes sobrenaturales controlando el proceso de la naturaleza.  Además, se pensaba que Halloween era el tiempo más favorable para la adivinación concerniente al matrimonio, suerte, salud y muerte.  Era el único día en el cual se invocaba la ayuda del diablo para tal propósito».

Tomamos esta explicación sobre el origen de Halloween, porque no proviene de una publicación cristiana, por consiguiente, nadie podrá acusarnos que somos radicales o fanáticos.

La cita es reveladora y muestra que hay muchas ideas asociadas con Halloween que se derivan de diferentes puntos de vista marcadamente diferentes al cristianismo bíblico.  Habla de que «Las almas de los muertos supuestamente volvían a visitar sus casas», de «una época para aplacar los poderes sobrenaturales controlando el proceso de la naturaleza», del «tiempo más favorable para la adivinación concerniente al matrimonio, suerte, salud y muerte», de «invocar la ayuda del diablo».  Por consiguiente, no sorprende que el aumento de interés en Halloween en Estados Unidos e Hispano América, coincida con una marcada atención creciente en el espiritismo.

En el libro “Los hechos sobre Halloween” delos hermanos John Ankerberg y John Weldon, dice: «En la historia americana primitiva, Halloween ni se practicaba, ni tampoco se le consideraba como un día feriado importante en Inglaterra o entre los cristianos.  Se vino a observar ampliamente en el siglo XX.  Inicialmente sólo era conmemorado entre los pequeños asentamientos irlandeses católicos, hasta que miles de irlandeses emigraron durante una gran hambruna trayendo consigo sus costumbres.  Hasta cierto punto, el moderno Halloween es un día feriado irlandés en origen, que se remonta a las festividades celtas.  Irlanda es el único lugar en el mundo, en donde Halloween es de hecho una fiesta nacional.  Coincidentemente, el aumento en popularidad de Halloween en Estados Unidos, se ajusta análogamente con el reavivamiento nacional espiritista que comenzó en 1848».

“No aprendamos el camino de las naciones”

Es imposible descartar las raíces paganas de Halloween.  Por lo tanto, esto hace que surja una pregunta importante: ¿Deben los cristianos participar en prácticas paganas, especialmente esas que han adoptado los neopaganos del día presente?  La Escritura nos amonesta claramente al respecto, y dice:

1. “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Ef. 5:11).
2. “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones” (Dt. 18:9).
3. “Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman” (Jr. 10:2).
4. “Absteneos de toda especie de mal” (1 Ts. 5:22).

El libro de Hechos revela cómo el Evangelio impactó a personas de todas partes del mundo antiguo, muchos de los cuales practicaban la hechicería.  Miles se hicieron cristianos y encontraron nuevo gozo y libertad en la vida cristiana.  Sin embargo, al convertirse también cortaron todos sus vínculos con sus prácticas pasadas: “Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata” (Hch. 19:19).

Es obvio que Halloween tiene asociaciones diabólicas explícitas.  Siendo este el caso, ¿cree que es correcto que los cristianos nos involucremos en tal celebración, argumentando que sólo lo hacemos por diversión?
La respuesta en la siguiente columna...