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El milagro de la encarnación

  • Fecha de publicación: Sábado, 14 Diciembre 2024, 18:34 horas

A algunos cristianos, les gusta colocar en sus hogares durante la temporada de Navidad, una pequeña escena del pesebre como un recordatorio del milagro de la encarnación, o adornos alusivos a esta celebración.  El consenso de los teólogos más destacados a lo largo de la historia y de la gran mayoría de creyentes, es que el Señor Jesucristo no nació el 25 de diciembre, sino que muy probablemente su nacimiento tuvo lugar durante el tiempo de la Fiesta de los Tabernáculos, entre los meses de septiembre y octubre.  Sin embargo, continuamos conmemorando esa fecha en el mes de diciembre.

Lo que más nos conmueve respecto a esta celebración es reflexionar en el hecho, de que, a pesar de nuestra miseria y maldad, Dios envió a su precioso Hijo a este mundo para morir por nuestros pecados a fin de que pudiéramos reconciliarnos con Él.  ¡Qué amor más maravilloso! ¡Qué gracia tan asombrosa e inmerecida!

El nacimiento virginal del Señor Jesucristo, y su resurrección, son los dos milagros más grandes de la historia.  Sin embargo, los filósofos y los científicos se burlan de estos hechos, considerándolos como mito, mientras que, desde los primeros tiempos, algunos líderes judíos los calificaron como “un engaño cruel”.  Lo más triste de todo, es que muchos cristianos modernos afirman que simplemente se trata de una leyenda.

Hoy en día, el nacimiento virginal es negado flagrantemente por profesores y teólogos en muchos seminarios.  De hecho, nos atrevemos a decir que es la doctrina más ridiculizada en la fe cristiana.  Por lo general, se le considera como un mito “fabricado en el primer siglo de nuestra era por pastores y pescadores ignorantes”.

Dios anticipó plenamente estos ataques, y como parte de su refutación, se aseguró de que la mayor parte de la información que está registrada en la Biblia sobre el nacimiento virginal, fuera consignada por un hombre altamente educado llamado Lucas, que no era ni pescador, ni un pastor sin educación. 

De hecho, era un médico que comprendía plenamente cómo tenía lugar la concepción de un bebé.

Pero... ¿Por qué el nacimiento virginal es tan esencial para la fe cristiana?  Podríamos decir que hay tres razones: La primera se relaciona con la integridad de la Biblia como la Palabra de Dios, la que dice de manera categórica que Jesús nació de una virgen.  Y si eso no es cierto, entonces, ¿qué podemos creer en la Escritura?  Si lo que expone con respecto al nacimiento virginal es ficción, entonces... ¿cómo vamos a confiar en lo que declara con relación a su muerte y resurrección?

La segunda razón se relaciona con la integridad de Jesús como Mesías, porque a fin de que Él pudiera ser nuestro Salvador, tenía que cumplir con tres requisitos:

1. Tenía que ser humano, porque ningún ángel podía morir por nuestros pecados.

2. Tenía que ser Divino, porque un simple mortal no podía pagar el precio infinito que demandaban nuestros pecados.

3. No podía tener falta alguna, porque un pecador no podía morir por los pecados de otros.

Además, el nacimiento virginal garantizó el cumplimiento de estas tres condiciones:

1. Como nació de María, era un ser humano.

2. Como fue concebido por el Espíritu Santo, era Divino.

3. Como nació Santo, sin la naturaleza pecaminosa, estaba calificado para servir como nuestro Salvador.

Finalmente, el concepto del nacimiento virginal no fue un pensamiento tardío de Dios Padre, sino que fue profetizado claramente con miles de años de anticipación.  La primera profecía Mesiánica en la Biblia la encontramos en Génesis 3:15, y dice: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.

Esta profecía declara que el Mesías nacería de una mujer.  Isaías igualmente profetizó que el Mesías nacería de una virgen y sería Dios en la carne: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Is. 7:14).

Y un ángel de Dios le confirmó su nacimiento tanto a María, como a José: “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.  Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios... porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra...” (Lc. 1:30-35, 37-38a).

“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt. 1:20, 21).

Nos encontramos en la temporada navideña, y en medio de los planes para la cena de Navidad con la familia, y si debemos o no, decorar de alguna forma nuestros hogares con luces, plantas, flores o adornos, es fácil perder de vista de qué se trata en realidad todo esto, que es recordar el nacimiento de un bebé. 

Tal como el viejo himno pregunta: «¿Qué niño es este?»  La respuesta de cada uno lo dice todo, porque este bebé que creció y es nuestro bendito Salvador es la figura central de la historia humana, la que de hecho está dividida en dos eras: antes y después de Cristo, todo por su existencia.  La fecha de nacimiento de cada uno de nosotros es contada a partir de la suya.

Pero... ¿sabe que es lo más interesante?
- Él nunca viajó a más de 150 kilómetros de distancia de su hogar, pero sus seguidores propagaron su historia en cada país del mundo.

 - Nunca escribió un libro, pero sobre Él se han escrito más textos y enciclopedias que sobre cualquier otra persona en la historia de la humanidad.

- Además, el Señor sólo tuvo doce discípulos, pero miles de millones de personas discuten sus enseñanzas todos los días.  Según un profesor de la Universidad de Harvard, no cristiano, «El Sermón del Monte es el discurso moral y religioso más inspirador, más citado, más analizado, más discutido, y el de más influencia en toda la historia humana».  Este profesor incluso agrega: «Esto tal vez pueda parecer como una exageración, pero no lo es».
                            Continuará...

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