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“Iglesias vivas e Iglesias muertas”

  • Fecha de publicación: Sábado, 22 Febrero 2025, 19:58 horas

Aunque las iglesias tengan la misma orientación teológica y prácticamente el mismo modelo eclesiológico, hay una gran diferencia entre iglesia e iglesia.  No todas son iguales.  Aún dentro del fundamentalismo bíblico, existen Iglesias vivas e Iglesias muertas.

1. La Iglesia viva tiene problemas de estacionamiento y su templo no logra acomodar a cuantos concurren a los cultos.  La Iglesia muerta tiene espacio de sobra.

2. La Iglesia viva tiene cierto ruido por la cantidad de gente que, junto con los niños y jóvenes, se desplazan por los alrededores del templo conversando animadamente.  Pero la Iglesia muerta ofrece un silencio que se parece mucho a un cementerio.

3. La Iglesia viva emprende cosas para el Señor, convirtiéndose cada miembro en un evangelista... “tiempo completo”.  Mientras tanto la Iglesia muerta sufre de pesadillas, de supuestas visiones y sus miembros son... “pasajeros de tránsito”, porque están siempre buscando algo nuevo.

4. La Iglesia viva con frecuencia hace cambios.  Pero en lugar de traer ruidos electrónicos, sus cambios y fervor son la respuesta a su vida de oración y fidelidad a la Palabra de Dios.  La Iglesia muerta también hace cambios, pero estos consisten en retirar el piano, el órgano, los himnarios, las Biblias y todo vestigio de reverencia y solemnidad, para, en su lugar, traer movimientos, ritmo, música y volumen que despierten las emociones y las pasiones, sobre todo dejando de lado enseñanzas bíblicas.

5. En la Iglesia viva es imposible que cada uno recuerde los nombres de todos los hermanos que la componen, por el rápido aumento numérico de su membresía.  En cambio, la Iglesia muerta sabe demasiados detalles de los demás.  Tampoco hay “nuevos nacimientos”, pero sí, muchos fallecimientos.

6. La Iglesia viva perdona y busca perdón, pero la Iglesia muerta nunca comete faltas.

7. La Iglesia viva invierte esfuerzos y dinero en la evangelización y la enseñanza, pero la Iglesia muerta dedica la mayor parte de sus recursos humanos y monetarios para entretenimientos, paseos, deportes y reuniones sociales.

8. La Iglesia viva ve en los desafíos sus oportunidades, pero la Iglesia muerta ve siempre y en todo, problemas y obstáculos.

9. La Iglesia viva da sus ofrendas, pero la muerta da propinas y limosnas.

10. La Iglesia viva alaba al Señor obedeciéndolo, pero la muerta, ignorándolo.

11. La Iglesia viva lleva sus necesidades, culpas y peticiones a Dios en oración, la muerta lo arregla todo con “alabanzas”, sumergiendo su carnalidad en los ruidos paganos.

12. La Iglesia viva considera a los no salvos como campo misionero y les lleva el evangelio, aunque se llamen “cristianos”.  Pero la Iglesia muerta considera “salvos” a todos cuantos... “pronuncian el nombre Jesús”.

13. La Iglesia viva enseña, adiestra, prepara a sus miembros para un servicio efectivo para el Señor.  Pero la Iglesia muerta se conforma con lo rudimentario en doctrinas y cree que todo lo que Dios quiere es alabanza”.

14. La Iglesia viva se rige por la Palabra de Dios, pero la muerta por el deseo de la mayoría de sus miembros.

15. La Iglesia viva se aleja, en sus doctrinas y conductas, al máximo del mundo y el falso cristianismo.  La Iglesia muerta mete el mundo en la Iglesia para que los mundanos, mayormente jóvenes, que pretenden ser cristianos... “¡no se vayan al mundo!”

16. La Iglesia viva coloca a la religión después de la salvación.  Pero la Iglesia muerta coloca la religión en primer lugar para tratar de hallar la salvación por su medio.

17. La Iglesia viva se aleja cada vez más y más del mundo y lo mundano.  Pero la Iglesia muerta incorpora en su medio cada vez más y más de lo mundano, procurando que el mundano y perdido, se encuentre en ella tan cómodo como fuera de ella.

18. Para la Iglesia viva la Biblia es su texto y contexto.  Para la Iglesia muerta la Biblia es sólo un pretexto.

19. La Iglesia viva insiste en la separación del mundo y lo mundano.  La Iglesia muerta invita a no hacer mucha diferencia entre la Iglesia y el mundo a fin de no ofender a los perdidos.

20. La Iglesia viva sostiene, enseña e insiste en TODAS las doctrinas bíblicas.  Pero la Iglesia muerta escoge únicamente aquellas doctrinas que no hieran a los cristianos nominales. 

Cada cristiano debe decidir si es un cristiano muerto o un cristiano vivo.  Si es muerto, busque una Iglesia muerta y se sentirá... relativamente cómodo.  Pero si usted es un cristiano vivo, aléjese cuanto antes del cementerio de la mundanalidad y busque una Iglesia viva, fiel a la Palabra, activa en la conquista de almas para Cristo, dinámica y abocada a la evangelización y la enseñanza: “Acercándoos a él, piedra viva... vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 P. 2:4, 5).

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