Boletin dominical - 28/06/0

¿SUPERSTICIÓN, VIRGENISMO O CRISTIANISMO?

       Quienes tienen la oportunidad de escuchar Radio América, especialmente el segmento denominado Respuesta Bíblica, se habrán dado cuenta que la pregunta más frecuente sobre algún pecado está relacionada con el sexo, el matrimonio, divorcio, nuevas nupcias, concubinato, adulterio, etc.  ¿Se preguntó alguna vez por qué este es el “mayor de los pecados?”  Veamos:

1. El catolicismo romano es un cristianismo distorsionado, basado en dogmas humanos y doctrinas de los diferentes concilios, Papas, jerarquías y una serie de tradiciones paganas, donde aparece el “celibato” de los sacerdotes como la doctrina más exaltada de todas las demás.

2. Teniendo en cuenta esto, es fácil explicar el por qué de “María siempre virgen”, “Co-redentora con Cristo”, “Reina del cielo”, etc.  Para el paganismo Papal, el sexo es el mayor de todos los pecados.  Este es el... pecado que descompone a la persona y esta misma es la razón del por qué del “celibato” del paganismo sacerdotal.

3. Pero... ¿Por qué y cómo surge esta distorsión con pretensiones bíblicas?  No crea que un católico convencido acepta que lo que hallamos en Génesis 2 y 3 (donde Moisés nos informa sobre el árbol “de la ciencia del bien y del mal” como prohibido, como algo literal) se trata de un huerto verdadero y de un árbol y fruto verdaderos.  Para imponer el supuesto celibato y la “perpetua virginidad de María” elevándola al grado de “Reina del cielo” y “madre de Dios”, fue necesario primero pretender que el “árbol” prohibido era Adán y el “fruto” eran sus órganos reproductivos.  De modo que Eva sedujo a Adán con su belleza y femeneidad hasta llevarlo consigo a la cama y cometer “el grave pecado sexual”.  ¿Cómo interpretan estos “paganocristianomarianos” el resto del texto, por ejemplo, el “huerto”, el “árbol de la vida” y la ordenanza divina de Génesis 1:28, cuando dice: “Y los bendijo Dios (a la primera pareja), y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra?”

¿Cómo podrían ellos fructificar y multiplicarse si al mismo tiempo el Creador les había prohibido la vida íntima, sexual?  Si usted no entiende esto, su concepto acerca del sexo será siempre distorsionado.  Esta es la principal razón de las preguntas sobre si hay perdón para alguien que, siendo cristiano fornicó o adulteró.  Este concepto ha dañado a muchos cristianos salvos por la fe en Cristo.  ¡Y todo lo venimos arrastrando de un sistema satánico y demoníaco de interpretación abiertamente distorsionada de la Palabra de Dios.

4. Debemos saber que cuando la Serpiente (Satanás) se acercó a Eva en el huerto, no le dijo que mirara más de cerca a un Adán desnudo y que así lo codiciara.  ¡Imagínese a Eva en camisón y Adán con unos calzoncillos transparentes a cierta distancia, y de repente Eva nota que ese acto íntimo es “bueno para comer”, “agradable a los ojos”, “codiciable para alcanzar la sabiduría” y demás!

Virtualmente todos los sistemas paganos de religiones del mundo enfatizan este hecho.

5. Cuando Satanás tentó a Eva, no pensó en esa única visita, ya que tenía programadas muchas más y logró pervertir una de las experiencias más puras y sanas de un matrimonio creado por Dios, tal como lo fueron Adán y Eva.

6. Esta es la razón por qué tantos cristianos, quienes no creen en esa interpretación de tan bajo y pagano nivel, se sienten muy tristes y prácticamente “perdidos de nuevo”.  El otro peligro de esto es que cuantos no han pecado sexualmente, se sienten muy puros y buenos, aunque tengan una lengua de serpiente que envenena a ellos mismos y conduce a centenares al infierno.

Por otra parte, cuando Jesús abordó este mismo tema dijo que el sólo pensamiento de infidelidad ya es pecado cometido: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.  Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mt. 5:27, 28).

Muchos cristianos, casados y solteros, hombres y mujeres, se privan de esa vida abundante, de la felicidad que la armonía matrimonial y familiar ofrece, porque en realidad son católicos romanos, marianos y paganos cuando se trata del sexo y sus funciones.

7. Ciertamente debemos tratar de ser puros en el verdadero sentido de la palabra.  Por supuesto que la fornicación y el adulterio son pecados, y son tan graves como la mentira, la idolatría, la soberbia, las murmuraciones, las calumnias, los chismes, etc.  Pablo es muy claro al enumerar “las obras de la carne” (lo contrario al fruto del Espíritu Santo):

¿Notó cuántos son los pecados en el mismo “paquete?”  ¡Son 17!  Pero se nos dice al final... “y cosas semejantes a estas”.

¿Por qué “adulterio” y “fornicación” aparecen en primer lugar?  Busque la respuesta en 1 Corintios 6:18: “Huid de la fornicación.  Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”.

De ninguna manera estamos sugiriendo que este tipo de inmoralidad sea poca cosa, pero eso sí, lo que tenemos en Génesis 2 y 3 es literal.  No hay ninguna alegoría cuando habla “del árbol de la ciencia del bien y del mal”.

 J. A. Holowaty, Pastor