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Boletin dominical - 14/02/10

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas

Supongamos que cuando un ser amado fallece, luego pueda comunicarse con sus familiares y amigos.  Ya hemos dado un vistazo a una madre y esposa que llega al cielo, habiendo sido salva.  Esto fue en nuestro boletín anterior.  Ahora pensemos en un caballero y lo vamos a llamar... “Perdido”.
Se trata de un padre y esposo, respectivamente, quien, aunque más de una vez escuchó el evangelio, murió sin ser salvo.  Desde el infierno logra comunicarse con su familia (¿vía electrónica?).  Sabemos que no existe tal posibilidad, pero de existir, ¿qué escribiría “Perdido” a familiares y amigos que dejó en el mundo?  Aquí va un correo imaginario:

Supongamos que cuando un ser amado fallece, luego pueda comunicarse con sus familiares y amigos.  Ya hemos dado un vistazo a una madre y esposa que llega al cielo, habiendo sido salva.  Esto fue en nuestro boletín anterior.  Ahora pensemos en un caballero y lo vamos a llamar... “Perdido”.

Se trata de un padre y esposo, respectivamente, quien, aunque más de una vez escuchó el evangelio, murió sin ser salvo.  Desde el infierno logra comunicarse con su familia (¿vía electrónica?).  Sabemos que no existe tal posibilidad, pero de existir, ¿qué escribiría “Perdido” a familiares y amigos que dejó en el mundo?  Aquí va un correo imaginario:

       «Les escribo desde el infierno, cuya existencia siempre la he negado, ya que me parecía una tontería de los religiosos cuya única finalidad (pensaba yo) era asustar a sus seguidores, ignorantes y crédulos, con un lugar de severo castigo llamado infierno.  Yo me creía no tan ingenuo ni ignorante.  Pero... ¡Cuán cierto es esto!

1.    La palabra que mejor describe este lugar es ‘tormento’, que es la misma que usó ese ‘rico’ mencionado por Jesús: ...Porque estoy atormentado en esta llama (Lc. 16:24b).

2.    La otra palabra sería ‘llama’ (fuego), que también aparece en el mismo texto.  ¡Y pensar que yo tantas veces escuché acerca de esto, particularmente acerca del relato del Señor en Lucas 16!

       Yo prefería discutir que si ese... fuego era literal o no; que cómo es posible que un Dios de amor le meta a alguien al infierno sólo por no haber creído en Cristo, etc.

3.    Pero hay más, y me refiero a la compañía que tengo aquí.  No tenemos licor aquí, no me puedo emborrachar para ‘olvidar las penas’, no hay salones de diversión, no hay literatura ni películas pornográficas.

4.    Aquí uno siempre desea algo, pero nunca lo obtiene.  Por ejemplo, alivio, distracción, profundo sueño, amistades confiables, bebidas que calmen la sed.  Una palabra de estímulo, de compasión, de vivir ‘un día a la vez’.  Todo lo que uno quiere es morir de la manera que siempre había creído, es decir, que uno sea sin alma, como los árboles que se secan y se acabó.

5.    Además, a diferencia del cielo, del que se dice en Apocalipsis 21:22, 25: Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero... Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche, aquí se aplican perfectamente las palabras: ...Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre... donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Ap. 14:11b; 20:10b).  ¡Cuán cierto es todo esto!  ¿Por qué será que, mientras en el cielo se dejarán de contar las horas, días y años, en el infierno es exactamente lo contrario y se sigue hablando de día y noche y de siglos y siglos?  No importa la explicación que demos a las palabras ‘...que el tiempo no sería más’ (Ap. 10:6b), aquí en el infierno conocí a algunos que están hace ya más de 1.500 años y siguen anotando sus cumpleaños infernales.  ¡Este sólo hecho es una tortura inimaginable para quienes sufren un poco en sus cuerpos en la tierra!  Cuántas veces oí decir: ‘¡Esto es un infierno!, cuando aquello, comparado con el mismo infierno, era un pedazo de cielo.

       Tengo algunas preguntas:  ¿Todavía se discute allá entre los terráqueos de... si el fuego del infierno debe tomarse literal o alegóricamente?  Aquí nadie discute tal cosa.  Tengo en mi entorno a muchos de aquellos ‘de la única religión verdadera’ quienes dicen haber participado, hace cientos y hasta miles de años quemando a los cristianos, los que para ellos eran herejes que había que exterminarlos por orden de la jerarquía religiosa.  Uno me decía: ‘Los vi morir verdaderamente felices en medio de esa llama que era tan caliente, que yo tuve que alejarme del lugar porque no aguantaba’.  Son muchas las historias que escucho, pero todas ellas en sí son parte del mismo infierno también.  Por favor, las palabras de Jesús en Mateo 23:33 tómenlas literalmente: ¡Serpientes, generación de víboras!  ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?.  Ayer hablé con el Rico de Lucas 16.  Él me contó cómo ‘gozaba’ de sus banquetes con sus cinco hermanos y me dijo, además, que conocía muy bien a Lázaro y sabía que era un hombre piltrafa, pero... ¡Cómo amaba a Dios!  Lo que dijo el Rico a Abraham, desesperado por hacer algo por sus propios hermanos para que no fueran ellos a ese mismo lugar, diría yo hoy a todos ustedes.  Pero también sé que, tal como el gran Abraham contestó que cuantos no creen que la Biblia es toda la Palabra de Dios para el hombre, menos creerán si un ‘ex mendigo Lázaro’ les fuera a hablar.  ¡Que tontería al rechazar la inspiración divina a cambio de lo que podría decirles ese pobre hombre!

       Los cristianos suelen citar con frecuencia Juan 14 donde Jesús dice que estaría preparándoles lugar en la casa de su Padre, donde ‘muchas moradas hay’.  Esto, sin duda alguna es cierto.  Lo que no se suele decir es que el espacio para cuantos estamos en el infierno, también se va agrandando a medida que vienen llegando más y más cada día.  Quiero que lean con atención Isaías 5:11, 12, 14a: ¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!  Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos... Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca...’.

       Aquí tenemos de todo: hay europeos, asiáticos, africanos y muchos hispanos (españoles) y latinoamericanos.  También la variedad de religiones.  Aquí el verdadero ecumenismo es muy inclusivo.  Hay de todas las denominaciones ‘cristianas’: hindúes, budistas, zoroastristas, chamaanistas, gurúes, adivinos.  Hay grandes jerarcas eclesiásticos, incontables canonizados, sacerdotes, pastores y los hay de cuantas denominaciones uno pueda recordar.

       ¿En cuanto a música?  Todo lo que hay es gemido, llanto, quejas, gente que se retuerce, todos se desesperan hasta el extremo.  Blasfeman, usan el vocabulario más bajo y obsceno.

       Si piensan que Satanás es el jefe del infierno, están muy equivocados, porque él es uno entre iguales.  Si vuelven a leer lo de Isaías 14:12-17 sepan que esto es lo que yo veo cada día: ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!  Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.  Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.  Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.  Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?’.  Este tirano no tiene, ni fuerza ni autoridad.  Todos se burlan de él, lo acusan día y noche.  Les escribo esto desde el infierno, aunque sé que ustedes no me creerán.  Yo era igual de incrédulo también.  Ahora ya no necesito creer, porque lo estoy viviendo.  ¿Quieren alguna recomendación?

1.    Cuanto antes reciban a Cristo depositando en él su fe, confesándole sus pecados y aceptando Su perdón.

2.    Hablen bastante sobre el infierno, ¡porque es tan real como el mismo cielo, tal como la Biblia lo describe!  No pierdan el tiempo con que... si el fuego es real o no.  El infierno es infierno y se acabó.

3.    Dejen temas tales como... si la salvación es segura, si se pierde o no, si hay predestinados para la salvación (para el cielo) y otros para la perdición (para el infierno), etc.

4.    Recuerden que el tal ‘purgatorio’, no existe fuera de las enseñanzas del romanismo con sus herejías.

5.    Tal como la Biblia dice, el infierno está muy poblado.  ¡Esta es una verdadera ‘explosión demográfica’ y toda la razón tiene el Señor cuando nos habla de las puertas y los caminos, ancho y angosto, respectivamente.

                                        ¡Qué el Señor no les permita llegar a este lugar!»

Desde el infierno, “Perdido”

J. A. Holowaty, Pastor

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