Marwan Barghoutti: ¿peligroso terrorista o alternativa de paz?
Artículo desactualizado, publicado a manera de información
- Fecha de publicación: Sábado, 28 Enero 2012, 05:28 horas
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Marwan Barghoutti: ¿peligroso terrorista o alternativa de paz?
Ayer llegó a la Corte de Paz, en Jerusalén, quien se perfila como el próximo presidente de la Autoridad Palestina, Marwan Barghoutti. Se trata de un hombre, acusado ante el tribunal israelí, por cinco casos de homicidio (cuatro israelíes y un monje griego),
no teniendo dudas sobre su apoyo y estímulo a favor de los atentados y la violencia. Por Avi Issascharoff
Es considerado un dirigente de la generación intermedia en la conducción de Fatah, de principios de la Segunda Intifada, que mantuvo estrechos vínculos con activistas de las Brigadas de Al Aqsa, entre otros, a través de su colaborador y sobrino, Ahmed Barghoutti. Pero su intervención en el espectro de los atentados, en el pasado, en algún tipo de nivel, no cambia el hecho que, en presencia de los acontecimientos políticos del lado palestino, la conciliación posible - entre Hamas y Fatah, en especial- y la ausencia de herederos al presidente actual, Abu Mazen, Barghoutti permanezca siendo el único hombre de Fatah capaz de heredar a Abbas, llegado el momento.
Fue llevado a la Corte por el juicio de demanda de la familia de Ester Kleiman, asesinada en marzo de 2002, en un atentado por disparos, junto a la colonia Ateret, al norte de Ramallah. La familia se dirigió a un Tribunal norteamericano con la exigencia de obligar, a la Autoridad Palestina, a un pago de cientos de millones de dólares por su responsabilidad en el asesinato. Barghoutti fue llevado, ayer, para testificar sobre los vínculos entre las Brigadas Al Aqsa, Fatah y la Autoridad Palestina. Sin embargo, tal como era esperable, se negó a cooperar con el Tribunal y, finalmente, no dio testimonio. El juicio representó para él una oportunidad excepcional de comunicarse con el público palestino y no menos de eso; con el público israelí. Uno de los mensajes importantes que destacó en sus respuestas, a los muchos periodistas que lo rodeaban, fue que la retirada israelí a las líneas del 67 y la creación del estado palestino, llevarán al final del conflicto entre Israel y los palestinos.
Barghoutti fue, en su pasado, uno de los líderes de la línea en Fatah que empujaba la realización de atentados contra objetivos israelíes en Cisjordania y, desde enero 2002, incluso apoyó los atentados dentro de la Línea Verde. Eso ocurrió tras la eliminación de uno de sus soldados, Ryad Al Karmi, comandante de las Brigadas Al Aqsa en Tulkarem.
Barghoutti, como muchos en el lado palestino, envidiaron la victoria de Hezbollah que llevó a la retirada israelí, en mayo de 2000 y pensó que, la adopción de los caminos de la organización chiita, conduciría a la retirada de Israel de los territorios. Sin embargo, en los últimos años, Barghouti reconoció el grave error cometido por los palestinos cuando eligieron el camino de los atentados. Dijo en un sinfín de entrevistas que apoyaba la “resistencia popular”, es decir, manifestaciones sin uso de armas.
En el lado israelí, se dice que se trata, solo, de declaraciones tácticas, destinadas a promover la liberación de Barghoutti de la cárcel. Pero si esos argumentos son verdaderos, Israel tendrá, en el futuro, un problema mayor y no lejano: la intención del líder de enfrentarse al cargo de presidente palestino y las mayores probabilidades de “ser elegido”. Según todas las encuestas de opinión, realizadas en los últimos años, se trata del único líder en Fatah capaz de superar, con facilidad, a cualquier candidato de Hamas. De hecho, el único acontecimiento que podría afectar las probabilidades de Barghouti de ser electo es si, Abu Mazen, decide presentarse otra vez al cargo.
Pero Abbas afirmó, un sinfín de veces, que no tiene la intención de hacerlo y si se celebran las elecciones a la presidencia, Fatah deberá encontrar un nuevo candidato.
En la conducción de Fatah no existe, en la actualidad, otro líder además de Barghoutti que pueda reunir las filas del movimiento y lograr la victoria frente a Hamas. Barghoutti propiamente no niega que su intención sea hacerlo si bien ayer insinuó que evaluará sus pasos después de tomada la decisión sobre la celebración de las elecciones a la presidencia y el parlamento palestinos. Para algunos de sus seguidores, Barghoutti seguramente se prepara para presentarse al cargo de presidente, incluso si eso significa ser electo estando en la cárcel israelí. Entiende que, después de cumplirse el trato por Gilad Shalit que lo dejó preso, la única posibilidad, desde su punto de vista, para ser liberado será la elección a presidente. Para Israel será difícil, si es elegido, enfrentar la presión internacional y continuar manteniéndolo en la cárcel.
No hay, aún, fecha para las elecciones en los territorios. No hay tampoco certeza que Abbas no se presentará (a pesar de sus declaraciones) otra vez al cargo de presidente. Pero si no hay sorpresas excepcionales, “el preso número 1”, se convertirá tras las elecciones palestinas, en el “ciudadano número 1” de la Autoridad Palestina.