Menu

Escuche Radio América

Plantando semillas

  • Fecha de publicación: Jueves, 01 Marzo 2012, 03:39 horas

Desde 1990 he viajado por todo el mundo compartiendo las buenas nuevas de Jesucristo. En el verano del año 2000 visité Ucrania y hablé en varios campamentos de verano para adolescentes ucranianos. Dios nos otorgó un favor especial en medio de la oposición.

 

Mi primer viaje misionero a Rusia tuvo lugar en 1990. A pesar de que el comunismo todavía permanecía en el poder en ese tiempo, había una cosa que era bien obvia, las personas tenían hambre por conocer las cosas espirituales. Transcurrieron diez años desde mi primer viaje. Durante ese tiempo Dios había abierto puertas para nosotros a fin de que hablásemos a través de la nación y compartiéramos el evangelio mediante la distribución de libros, videos y conferencias que fueron pronunciadas en diferentes reuniones a todo lo ancho de la nación.

En agosto del 2000, en lugar de hablar en campamentos de verano para adolescentes rusos, decidí aceptar una invitación para ir a Ucrania. Las reuniones allí fueron por invitación de algunos oficiales del Departamento de Educación de Ucrania.

Cuando llegamos al campamento, aparentemente una del grupo de oficiales a cargo no estaba a favor de que un maestro de la Biblia norteamericano le hablara a los adolescentes. Se me dijo que sería necesario que la oficial examinara mis anotaciones antes de que hablara. Como no uso notas, le di una conferencia especial usando mi computadora. Una perspectiva bíblica sobre los dinosaurios. Ella me otorgó permiso para que prosiguiera con la primera charla, pero durante el mensaje algo ocurrió que nunca había sucedido antes. El líder ucraniano del campamento se aproximó a mi traductor y le dijo que no debíamos citar nada de la Biblia.

Al día siguiente cuando me proponía a dar la segunda conferencia, otro oficial del campamento se aproximó y me dijo que la reunión había sido cancelada y que a cambio de eso se llevaría a cabo un juego. Un buen número de los niños estaban ya sentados esperando emocionados por la nueva conferencia en la serie. Le dijeron a la directora del campamento que no estaban interesados en jugar juegos, sino que a cambio deseaban escuchar la conferencia.

Era obvio por las circunstancias que estaban en medio de una batalla espiritual. Por un momento me estuve preguntando por qué Dios me había permitido viajar todo el camino hasta Ucrania para luego encontrar oposición, había realizado unos 26 viajes a Rusia y nunca había tenido una dificultad.

Luego recordé algo, antes de haber emprendido el viaje envié una carta por oración a más de 200 personas que se habían comprometido a orar por el ministerio Entendiendo los tiempos. Fue entonces cuando me di cuenta que me encontraba en el lugar donde debía estar sin importar cuáles fuesen las circunstancias. Temprano al día siguiente la directora del campamento tocó a mi puerta y dijo: «Estamos muy emocionados esperando que nos presente nuevas conferencias. Los niños quieren que les hable tanto como sea posible. Están muy interesados en lo que usted tiene que decirles acerca de la ciencia y la Biblia». Sé que Dios responde a las plegarias.

volver arriba