Un anciano en una ocasión soñaba tristemente sobre su pasado. Vio delante de él una larga lista de cosas en su vida que eran malas y por las cuales se lamentaba y se sentía avergonzado. En su sueño estaba a punto de tomar un borrador y a borrar todas esas cosas de su biografía, cuando de repente descubrió que dondequiera que había buenas acciones brillando en medio de la historia de su vida, las mismas habían sido forjadas por el arrepentimiento y el dolor de transgresiones pasadas y que si borraba esas acciones equivocadas, destruiría al mismo tiempo todo lo que de noble o bello pudiera haber en su carácter.