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No se deje engañar

  • Fecha de publicación: Jueves, 01 Marzo 2012, 00:05 horas

El evangelio de Jesucristo está revelado en la Biblia. Jesús dejó bien claro que para poder morar en Él era necesario ser obediente. Sin embargo, desde la “edad de la iluminación” ha habido una agenda para desacreditar la Palabra de Dios por humanos que niegan que la Biblia es inspirada por Dios.

 La primera mentira proclamada por Satanás el “padre de mentira” se encuentra registrada en el capítulo 3 de Génesis. La Biblia declara: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Gn. 3:1-5).

El tema central del diálogo entre Eva y Satanás involucraba la Palabra de Dios y la comprensión de Eva de lo que Dios había dicho. La acusación de Satanás era extremadamente engañosa. Sus palabras fueron: «Dios realmente no te dijo lo que estás pensando». Esa mentira ocasionó la caída del hombre y la maldición sobre una creación perfecta. La misma maldición todavía afecta al mundo entero hasta este día.

Satanás siempre ha contado con el orgullo humano como la clave para su éxito en engañar a hombres y a mujeres. Es por eso que tantos incrédulos están convencidos que la Biblia no es la revelación inspirada de Dios al hombre. En lugar de eso, sostienen que la Biblia y las palabras que se encuentran en ella, sólo representan las ideas de hombres mortales. Sin embargo, el apóstol Pablo declaró: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Ti. 3:16).

En una ocasión en mi vida, no aceptaba que la Biblia era la Palabra inspirada de Dios. De hecho, les dije lo que pensaba a las personas, que la Biblia no era más que leyenda y mitología. Pero hoy, por la gracia de Dios, puedo audazmente proclamar que la Escritura es verdaderamente inspirada por Dios. He descubierto que las palabras que se encuentran en este libro son realmente ciertas. El mensaje del evangelio que está dado en la Biblia introduce personalidades humanas hacia la realidad de Jesús, el único que nos salva de nuestros pecados y nos da la oportunidad de tener vida eterna.

Si todavía rechaza la Biblia, tal como yo hice un día, ¿por qué no reconsidera los reclamos de la Escritura? Su eternidad depende de la decisión que tome.

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