El ocultamiento de la creación

¿Cuán creíbles son los principios fundamentales de la evolución? ¿Se basa la evolución en hechos? A pesar de lo que hayan dicho, los padres fundadores de la idea de la evolución, no se sintieron abrumados por la evidencia que los hizo rechazar el punto de vista de la creación, sino que tenían motivos mucho menos respetables. Estaban buscando una forma de descartar la existencia de Dios. La evolución era una idea que servía a su agenda. Una ojeada general breve a los principios fundamentales de la evolución mostrarán que no hay nada científico para sostener la idea. En esencia, es una hipótesis sin sustancia y debe ser declarada insolvente por todos esos que saben que hay un Dios.

Además de la falta de evidencia física para apoyar la evolución, el concepto es absolutamente opuesto al propio carácter de Dios. De acuerdo con la Biblia, Dios hizo originalmente todas las cosas perfectas. La evolución asegura que la complejidad surgió en medio del desorden sin ningún plan o diseño. Hay muchas otras diferencias irreconciliables entre la evolución y la creación. Para comenzar, la evolución declara que millones de generaciones sufrieron y murieron mientras los más aptos luchaban por ascender a la cima de la pila. La Biblia dice que todas las cosas fueron creadas de acuerdo a un plan y para un propósito, y que luego comenzaron a degenerar y morir debido a la maldición que resultó a consecuencia del pecado del hombre.

Por muchos años en mi vida fui un incrédulo y un evolucionista fiel. Por la gracia de Dios, un día vi la falacia de la evolución y cambié mi punto de vista. Varios meses después me convertí en cristiano. Ahora que soy cristiano, no puedo ver alternativa al punto de vista bíblico.

La creación asegura que el diseño y complejidad de todas las cosas vivas es la obra de un Diseñador, no una acumulación de errores amontonados con el paso del tiempo. Sin embargo, a pesar de la evidencia abrumadora que apoya el punto de vista de la creación del mundo, está llegando a ser cada vez más difícil responder a los críticos de la creación quienes están convencidos que el Dios de la Biblia es nada más que una leyenda y un mito.

Durante las décadas pasadas, la oposición al punto de vista bíblico de la creación del mundo, por miembros de la comunidad científica se ha tornado más abierta y hostil. Una rápida encuesta de varios libros en contra de la creación revela que esos que creen en Dios como creador son considerados como de “mente estrecha”, “celosos intolerantes”, quienes “se las dan de científicos”, “cerebros de guisante”.

Hoy, especialmente en Norteamérica, la agenda para presentar la idea de la evolución es la prioridad número uno para esos que creen en la causa humanista. A fin de ser un testigo efectivo para nuestra generación, es muy importante que seamos capaces de confrontar la falacia de la evolución con algunos hechos básicos innegables acerca del tema del origen de la vida.