Herederos del reino de Dios
- Publicado en Vida cristiana
Hay una larga lista de preguntas que podemos hacernos para poder entender lo que la Biblia enseña sobre la HERENCIA DEL REINO DE DIOS.
Hay una larga lista de preguntas que podemos hacernos para poder entender lo que la Biblia enseña sobre la HERENCIA DEL REINO DE DIOS.
Muchos hombres y mujeres que aún no son salvos, se sienten totalmente confundidos y sin saber cómo hallar la solución.
Como cristianos bíblicos no podemos ser ciegos ni sordos a lo que ocurre a nuestro alrededor. El Señor dejó muy en claro cómo sería el mundo y aún la misma iglesia justo antes de la partida de los salvos a Su presencia.
No exageramos al afirmar que ningún cristiano por débil que sea, puede negar la Deidad del Señor Jesucristo, dicho en otras palabras, quien niega que Cristo es Dios, no es cristiano.
En años recientes los avances tecnológicos están empujando las fronteras de la humanidad hacia una transformación morfológica que promete, que en el futuro cercano se redefinirá lo que significa ser humano.
Número 4
El 17 de diciembre del 2010, Mohamed Bouazizi Sidi Bouzid, un joven de 26 años que vendía frutas y verduras para sobrevivir en Túnez, se prendió fuego en protesta en contra de la policía local. Ellos le confiscaron su carreta y no se la devolvieron. Sufrió quemaduras graves en el incidente y más tarde murió en el hospital el 5 de enero del 2011.
Dice la profecía de Daniel 12:4: “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”.
Asegúrate de la Gracia divina. Si tienes la menor sospecha de que la salvación no es segura, NO intentes el pastorado porque estarás enseñando herejías. Si lo haces, Dios te pedirá cuenta.
Introducción: Este artículo lo escribo con el ardiente deseo de que podramos despertar y ver lo que se está haciendo con la Palabra de Dios y la manera de enseñarla. Pido al Señor que nos dé la sabiduría y el discernimiento de poder entender la necesidad que tenemos de volver a los tiempos de Pablo, cuando se predicaban mensajes basados en la verdad doctrinal y no en experiencias personales o fábulas.