Israel está  trabajando en una nueva arma para destruir el sistema de túneles que cavan  desenfrenadamente los palestinos de Hamás y de Hezbolá, para perpetrar ataques  sorpresivos en su territorio.  Se trata  de un nuevo equipo dotado con sensores para detectar e impedir la construcción  de túneles.
         Este nueva arma defensiva, desarrollada  por el Ministerio de Defensa de Israel, será el análogo subterráneo de la Cúpula  de Hierro, el sistema móvil de defensa aérea capaz de destruir un 90% de  los misiles lanzados contra su territorio.
         En el año 2014, Israel inició el  desarrollo de una versión marítima de su sistema de defensa aérea de misiles Cúpula  de Hierro, el cual posee las mismas características tecnológicas que su  versión terrestre, entre las que destaca la capacidad para responder a un  ataque, lanzando una contraofensiva en la que se dispara un misil por segundo.
         La Cúpula de Hierro es un  sistema de misiles diseñado para interceptar y destruir cohetes de corto  alcance y proyectiles lanzados desde una distancia de cuatro a setenta kilómetros,  destinados al bombardeo de la población civil.
         Fuentes occidentales informaron que la  nueva arma, denominada Cúpula de Hierro Subterránea,  podrá detectar túneles bajo tierra y luego  enviar un misil para hacerlos explotar. 
         Los servicios de inteligencia  estadounidense revelaron que esa nueva arma estará equiparada con sensores para  detectar vibraciones subterráneas y señalar su localización antes de  destruirlas.
         Por años, expertos occidentales han  estado hablando de un arma secreta israelí capaz de destruir la planta nuclear  Fordo en Irán, la que se encuentra bien profundo dentro de una montaña no lejos  de la ciudad chiita de Qom.  Cierto o no,  ellos han sugerido que esa hipotética arma podría penetrar a través de las  rendijas de ventilación de Fordo, maniobrar a través de las varias cámaras  subterráneas y derrumbar las ilícitas instalaciones de enriquecimiento de  uranio.
         Años atrás, los rumores surgieron  nuevamente cuando la Fuerza Aérea israelí hizo estallar el Centro de Mando  subterráneo para el Frente Popular Palestino en Al-Naama por la costa libanesa,  quince kilómetros al sur de Beirut.  En  ese momento, el líder del Frente Popular Palestino Ahmed Jibril recibía órdenes  de la Guardia Revolucionaria de Irán.
         Nunca fue revelado cómo Israel realizó  dicha operación, pero fuentes militares occidentales lo vieron como un fuerte  mensaje a Teherán de que sus operaciones nucleares subterráneas también  quedaban vulnerables a semejantes ataques.   Dicho centro de mando previamente secreto de Jibril, fue construido en  la década de 1970 por ingenieros militares de Alemania Oriental como una de las  fortificaciones militares más sólidas en el Medio Oriente.
         Con respecto al arma bajo desarrollo,  el portavoz del Pentágono, Christopher Sherwood, dijo que Estados Unidos había  decido aportar cuarenta millones de dólares para finalizar el nuevo sistema que  podrá detectar, localizar y neutralizar túneles subterráneos cuando amenacen a  su propio territorio. 
         Según un portavoz, la mayor parte del  trabajo será realizado en Israel durante este 2016. Estados Unidos recibirá los  prototipos y tendrá acceso a las pruebas, además de poseer los derechos de  propiedad intelectual.
         Las firmas israelíes que laboran en la  construcción del arma anti-túneles son Sistemas Elbit y Sistemas de Defensa  Avanzados Rafael, las que también desarrollaron la Cúpula de Hierro.
         En el pasado, algunas armas israelíes  tuvieron que ser enviadas al campo de batalla antes de que estuviesen  finalizadas para intervenir con una situación de emergencia. La Cúpula de  Hierro es un ejemplo. Pero eso provee una ventaja en torno a las pruebas,  ya que se pueden hacer mejoras y ajustes a los sistemas nuevos de manera más  pronta.
         Fuentes de información aseguran que  tanto Hamás como Hezbolá pro-iraní, trabajan incansablemente en sus túneles por  donde los terroristas y combatientes podrán penetrar al territorio israelí y así  atacar a sus centros de vigilancia y localidades civiles.  Durante la última operación israelí  anti-terrorista en la Franja de Gaza, Hamás ejecutó un funesto ataque al otro  lado de la frontera gracias a los túneles, y planifican repetir dichas  maniobras. Las fuerzas de Hezbolá también entrenan unidades de comando para  realizar incursiones subterráneas sorpresivas con la intención de capturar  partes de Galilea, al norte de Israel.
         Desde el año 2004 el gobierno israelí  ha gastado más de $250 millones de dólares en sus esfuerzos por impedir la  construcción de túneles bajo la frontera con Gaza.  Gadi Eisenkot, Jefe de Estado Mayor del ejército  israelí, aludió a dichos esfuerzos durante una conferencia en el Centro  Interdisciplinario de Herzliya, explicando: “Hacemos muchas cosas, pero no  todas son de conocimiento del público. Tenemos docenas de vehículos con  ingenieros en la frontera con Gaza”.
  Oremos con las palabras del rey David  para que Dios libre a su pueblo: “Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; guárdame  de hombres violentos, los cuales maquinan males en el corazón, cada día urden  contiendas...  Ciertamente los justos  alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu presencia” (Salmo 140:1-2,  13).