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Deje que la Biblia hable sobre las lenguas - Respuesta a este polémico tema - El amor genuino y el carismático

Índice del artículo

 

El amor genuino y el carismático

(Léase 1 Corintios 13:1-13)

Uno de los mayores capítulos de la Biblia es 1 de Corintios 13, frecuentemente llamado el capítulo del amor. Se han basado miles de mensajes sobresalientes sobre este excelente pasaje. Es correcto que así sea.

Sin embargo, lo que a menudo se olvida es el contexto inmediato de este capítulo. ¡Jamás se olvide de que el capítulo 13 se encuentra entre los capítulos 12 y 14! No queda solo. Está precisamente en el corazón de la enseñanza de Pablo sobre la vida espiritual y es absolutamente esencial a los capítulos 12 y 14.

Todo el contexto habla de las "cosas espirituales" (12:1), cosas cuya esencia es espiritual y cuya fuente es el Espíritu Santo. Los principios tocante a los dones espirituales aparecen en el capítulo 12. Aunque el ejercicio de los dones destaca el capítulo 14, el capítulo 13 acentúa el espíritu del ministerio de los dones. El capítulo 13 protege del peligro de hacer de estos dones el supremo objetivo de la vida, algo que pertenece el amor personificado en el Señor Jesucristo. Los primeros versículos realmente suplen una descripción de Cristo y "un camino más excelente" presentando en 1 Corintios 12:31b: "Mas yo os muestro un comino fuera de toda medida."

La frase traducida por "más excelente" en la versión Reina Valera de 1960 no lleva el impacto señalado en el texto original. "Fuera de toda medida" es mejor. Esa frase es usada el menos cuatro veces por Pablo (Kath juperbolain): Romanos 7:13;1 Corintios 12:31; 2 Corintios 1:8;Gálatas 1:13.

¿Cuál es el camino "fuera de toda medida" que Pablo anhelaba mostrar a los corintios y que el Señor anhela mostrarnos a nosotros? ¡Es al amor! ¡Es el mayor (13:13c)!

En todo este capítulo el apóstol habla de la clase más alta del amor, el tipo divino llamada ágape. Aparece esta palabra seis veces en el capítulo, trata de ese amor.

Aquí está la vida verdaderamente espiritual, una vida controlada por el Espíritu de Dios, siendo la evidencia el fruto del Espíritu, no los dones del Espíritu. El apóstol emplea el primero y más completo fruto del amor como la norma.

El fruto aparece enGálatas 5:22-23: "Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templaza; contra tales cosas no hay ley."

El amor se encuentra primero en la lista. Se puede ver claramente que cuando el amor de Dios realmente controla mi vida habrá también gozo, paz, paciencia, benignidad, mansedumbre, y lo demás del fruto. Así es que Pablo emplea el fruto del Espíritu, el amor, para describir la vida controlada por el Espíritu Santo.

LA PRIORIDAD DEL AMOR (1 Co. 13:1-3)

Por lo menos se mencionan seis de los dones del Espíritu en los primeros tres versículos de 1 Corintios 13. "Si yo hablase lenguas [idiomas] humanas y angélicas [que traen un mensaje de Dios], y no tengo amor, vengo a ser metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve."

Estos seis dones pueden referirse al don de hablar en lenguas, al don de profecía, al don de entender misterios (lo que sugiere la "palabra de sabiduría" de 12:8 o el "discernimiento de espíritus" de 12:10), el don de ciencia, y el don de fe. El versículo 3 podría referirse al don de servicio o el de repartir o de hacer misericordia como en Romanos 12:6-8, aun a "los que ayudan" de 1 Corintios 12:28.

Todos estos son dones excelentes, pero si se ejercen sin el fruto del Espíritu, sin amor, no valen nada. Lenguas, el don menor, profecías, el don mayor (mencionados consecutivamente para dar énfasis), ciencia, fe, misericordia, hasta elautosacrificio, no valen nada cuando la vida no produce fruto espiritual, especialmente el amor.

¿Cuáles son los resultados de buscar los dones del Espíritu sin el fruto del Espíritu que es amor? Pablo lo aclara. No hago yo más que reteñir. ¡No doy nada, v. 1b! ¡Nada soy, v. 2! ¡De nada me sirve, v. 3! La sugerencia del motivo malo de gloria personal puede inferirse en este versículo también.

Es muy importante notar que Pablo dice aquí que es posible tener dones sin ser espiritual. ¡Tener dones espirituales y ser espiritual no son sinónimos! Además de eso, les dice claramente a sus lectores que los dones espirituales no producen espiritualidad. Este discernimiento ya se ha ilustrado gráficamente por la baja vida espiritual entre los corintios que tenían TODOS los dones.

Es posible que usted y yo no hablemos en lenguas ni manifestemos otros dones espirituales en nuestra vida, pero sí necesitamos más amor.

El Sr.Murray, el editor, dijo que cada vez que se imprimían los poemas deTennyson, había que comprar una provisión extra de las letras "l" y "v" porque el poema usaba la palabralove (amor, en ingles) muchas veces en sus composiciones. ¡Que el amor tenga un lugar similar en el poema de nuestra vida, porque es la marca de fábrica de los creyentes! ¡El amor debe tener prioridad!

EL PODER DEL AMOR (1Co. 13:4-7)

Pablo se vuelve de lo negativo a lo positivo en el versículo 4. El amor es la calidad de vida que se producirá cuando el creyente es controlado por el Espíritu Santo. "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece." El amor no separa. No es espasmódico. No se enciende y se apaga. Es benigno. El amor no "tiene envidia". Es menester recordar que la envidia era la dificultad de los corintios indicada por las ilustraciones ridículas del cuerpo humano en el capítulo 12. La oreja quería se ojo, etc.

Los corintios estaban murmurando: "Yo quiero el don de él. El habla en lenguas. El profetiza. Yo no puedo hacer más que administrar o mostrar misericordia. Yo quiero lo que tiene él." ¡Pablo insiste: "el amor no tiene envidia"!

"El amor no es jactancioso, no se envanece" (v. 4c). El amor no se jacta ni "se envanece". El amor no busca lo suyo.

En el capítulos 12 y 14 Pablo indica que el cuerpo debe ser la preocupación principal, no los deseos personales del individuo. "Para que. los miembros todos se preocupen los unos por los otros" (12:25b). El apóstol se opone a las lenguas como un medio de edificación de uno mismo y aprueba la profecía porque ésta produce la edificación y consuelo de otros (14:3-4).

Los corintios estaban orgullosos de sus dones. Mostraban desdén para con los que no habían recibido el "bautismo" con la llamada señal inicial de hablar en lenguas. No manifestaban el amor.

El amor no "hace nada indebido" (v. 5a). Este es el único uso del Nuevo Testamento de esta palabra. El amor nunca es indecente ni fuera de control. No produce lo impropio.

Gardiner dice: "Durante más de veinte años el autor estuvo en relación con iglesias carismáticas. Vi mujeres 'muerta bajo el poder', tendidas en el suelo mientras los obreros del altar les tiraban de las faldas o las cubrían con 'ropas del altar' para minimizar aquella indecente situación. ¿No es inconcebible que el Espíritu SANTO participase de un acto tan indecoroso? El amor no se comporta indecorosamente. Esta frase, unida a lo que decíamos sobre su descontrol cuando eran paganos (12:2), es una amonestación poderosa. Dios no es autor de confusión (14:33) o de comportamiento indecoroso y cuando esto se presentan no son del ESPÍRITU SANTO." (1)

El amor "no se irrita, no guarda rencor" (v. 5bc). No imputa lo malo a los otros ni trata de juzgar sus motivos. El amor "no se goza de la injusticia" (v. 6a). El amor "se goza de la verdad" (v. 6b). El amor "todo lo sufre" (v. 7a). Esto quiere decir que el amor "aguanta bajo presión". Otro uso más cerca del significado de la raíz de esta palabra en el original es "encubrir, ocultar, esconder".

Acuérdese del proverbio antiguo: "El amor cubre una multitud de pecados." Así era nuestro Señor Jesús. Cuando venimos a El con fe, su gran amor hace exactamente eso. Por su preciosa obra en el Calvario El pone un "techo forrado" sobre nuestro pecados. En efecto, el encubrimiento es tan grande que no sólo nos perdona, sino que "cuando está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones" (Sal. 103:12). ¡Eso es encubrimiento remoto del mejor tipo!

En el versículo 7 la palabra todo es la primera en cada instancia, y sólo el verbo la sigue. El amor como el sujeto es inferido. Todo lo sufre. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. ¡Cuán grande es el poder del amor genuino!

El amor lo sufre todo pero no sin propósito. El amor lo cree todo pero no crédulamente, siempre sobre la base de los hechos. El amor lo espera todo, no con ilusiones sino reposando sobre las promesas de Dios. El amor lo soporta todo, pero no ciegamente sino con la mirada fija en El y en la eternidad.

Se podría comparar el amor con luz que pasa por una prisma. Cuando dejamos pasar la luz por un prisma, se revela en toda su gloria un espectro de colores. Como es con el color así es con el amor. El amor consiste en muchas cosas, muchas facetas de la belleza del carácter, especialmente ejemplificada en la gloria de la hermosura del carácter de nuestro Señor Jesucristo. ¡Léase los versículos 4 al 7, sustituyendo la palabra "amor" por "Cristo" en cada caso!

LA PERMANENCIA DEL AMOR (1Co. 13:8-10)

Una de las mayores características del amor es que es permanente. Pablo pone en contraste el amor con lo que es temporal. "El amor nunca deja de ser" (v. 8a). El amor nunca se arruina ni se destruye. Dura para siempre. El amor siempre permanece (v. 13).

El fruto del Espíritu es duradero. El amor, siendo fruto, es por eso duradero. Dice Pablo a la iglesia de Corinto: "Aquí hay algo que permanece. Los dones son buenos, pero algunos pueden ser temporales. Pueden hacerse inactivos o aun cesar. ¡El amor permanece! Esto debe ser el espíritu del ejercicio de vuestros dones." El amor debe ser el espíritu en el ejercicio de nuestros dones hoy día también.

EL PRINCIPIO DE MADUREZ EN EL AMOR (Co. 13:11-12

El crecimiento es un proceso. Uno debe ver una diferencia en el principio de ese proceso y lo que se encuentra más adelante por el camino. "Cuando yo era niño, hablaba como niño, mas cuando yo fui hombre, dejé lo que era de niño" (v. 11).

Quiere decir Pablo: "La niñez es tiempo de inmadurez. Se habla, se razona, se piensa como niño." Cinco veces en este corto versículo se refiere a la niñez y su inmadurez. Al alcanzar la madurez, sin embargo, las cosas de la niñez se hacen inactivas en la experiencia.

En el griego los verbos de la última parte del versículo 11 se encuentran en el tiempo perfecto. Esto se refiere a la acción completada en el pasado que sigue completada en el presente. "Llegué a ser hombre en el pasado. Todavía soy hombre. Dejé las cosas pueriles e infantiles del pasado. Todavía sigue dejadas."

El grito implicado de Pablo es este: "Mis queridos hermanos de Corinto, quiero que seáis maduros", y "la madurez cristiana es el crecimiento que el Espíritu Santo produce durante un período de tiempo en el creyente." (2) La evidencia de ese crecimiento será el fruto del Espíritu, que es el amor.

Así es que, las, lenguas, que son tan importantes para muchos hoy día, así como lo eran en la infancia de la iglesia primitiva, no son la evidencia necesaria para la madurez.

¡Creced! ¡Sed maduros! ¡ "Haced inactivas" las cosas de la niñez!

Este pensamiento se puede unir con el de 1 Corintios 14:20 "Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar." No seáis niños en el entendimiento. En la malicia sedbebitos, porque ¡losbebitos no llevan ojeriza! En el modo de pensar sed maduros,teleioi. Es claro el impacto de todo esto. No retengáis las cosas infantiles cuando debéis adelantaros a la cosas de la madurez.

El amor genuinos es parte de esa madurez. Mostradla. ¡Usadla!

CONCLUSIÓN TOCANTE AL AMOR (1 Co. 13:13)

El amor es lo mejor. Es el camino "fuera de toda medida", el fruto del Espíritu. "El amor es lo que quiero ver en vuestra vida", Afirma Pablo.

El hablar en lenguas sin amor no vale nada. Si la actitud de uno es egoísta y soberbia, no se ve el amor ni tampoco es glorificado Cristo. Se anhela la madurez espiritual. Las lenguas no traerán esta madurez. En Cristo, el verdadero amor sí lo hará.

Los padres encariñados a menudo le dicen a un chico: "¡Cuándo me amas?" Por lo general la respuesta es un abrazo y un beso. Si se le hace la misma pregunta al Padre celestial, la respuesta es ¡La cruz! No podemos hacer más que vislumbrar los sufrimientos de Cristo en el huerto, y en el Calvario, ¡pero no podemos comprender la plenitud del amor del Padre en aquella hora!