Deje que la Biblia hable sobre las lenguas - Respuesta a este polémico tema - Muchos pero uno
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Muchos pero uno
(Léase 1 Corintios 12:12-31)
Se reunieron 45.000 carismáticos católicos de habla francesa en el estadio olímpico de Montreal (Canadá) en junio de 1977 para la reunión final de una convención de dos días. Fue la mayor asamblea religiosa realizada en Quebec en más de diez años. Había 900 sacerdotes, ocho obispos, y un arzobispo que celebraron una misa de tres horas y media durante la reunión. En el mes de julio del mismo año 45.000 carismáticos estadounidenses, de docenas de denominaciones, se juntaron en Kansas City, Missouri, para una conferencia sobre la renovación carismática. Conferencias como estas son ilustrativas de continuo interés carismático que hay en la actualidad. (1)
En los primeros versículos del capítulo 12 la gran prueba de expresión enfatiza la importancia vital del señorío de Cristo Jesús. El Dios Triuno aparece como la fuente de los charismata, los dones, de gran diversidad y equilibrio, y soberanamente conferidos.
En la última parte del capítulo 12 se hace hincapié en las diversidades de los dones que se encuentran en un solo cuerpo. "¡Muchos pero uno!"
RELACIÓN MUTUA DE LOS MIEMBROS DEL CUERPO (1 Co. 12:12-27)
Ilustración del cuerpo. El apóstol usa el cuerpo humano como ilustración del cuerpo de Cristo y de los dones de los miembros de ese cuerpo. "Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo" (v. 12). El cuerpo humano es uno y tiene muchos miembros. El cuerpo espiritual, llamado la Iglesia en Efesios 1:22-23 y Colosenses 1:18, también es uno y tiene muchos miembros. ¡Muchos miembros pero un solo cuerpo! En la última parte del versículo la traducción literal es "¡así también el Cristo!"
Cristo es la persona central, y tiene muchos miembros. El cuerpo de Cristo y los creyentes individuales como miembros de este organismo vivo y espiritual ocupan nuestra vista.
Bautismo por el Espíritu Santos. El apóstol explica el método de llegar a pertenecer al cuerpo. "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavo o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu" (v. 13). Como se explicó en el segundo capítulo, el bautismo del Espíritu Santo introduce a los creyentes al cuerpo de Cristo y los une con la cabeza de ese cuerpo.
La palabra "porque" al principio del versículo muestra que la comparación con el cuerpo humano es correcta porque todos los creyentes han sido bautizados en un cuerpo espiritual. La palabra "fuimos" se refiere al pasado, a saber, "por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo". Pablo no esta pensando en una experiencia del presente, sino en un evento pasado en la vida de los creyentes de Corinto. Además, está haciendo hincapié en la verdad de que el bautismo del Espíritu Santo es algo verídico para todos los creyentes que estaba en Corinto, fuera lo que fuera su fondo social. ¡También esto es verdad para todos los creyentes hoy día! Es la verdad para usted también si es creyente en Cristo, sin importar lo que hayan sido sus antecedentes sociales o raciales o aun la calidad de su relación con el Señor.
El contraste que Pablo hace es instructivo. "Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de él" (Ro. 8:9)
Relación con el cuerpo. Pero no sólo es esencial ser miembro del cuerpo. Los miembros del cuerpos deben ser considerados en su relación con el cuerpo entero e individualmente los unos con los otros (vv. 14ss). Todo miembro forma parte del cuerpo, pero también cada miembro tiene relación con todos en ese cuerpo. Los miembros del cuerpo son mutuamente necesarios y dependientes los unos de los otros.
¿No es maravilloso? El cuerpo es uno con Cristo como la cabeza. Usted y yo como creyentes somos miembros de ese cuerpo. Somos necesarios en ese cuerpo, por débiles o prominentes que seamos, ¡y somos dependientes los unos de los otros!
Dios es el Creador-Diseñador, y sólo El determina el lugar y la función que tendrá cada miembro. Hay tres versículos que apoyan esta verdad: "Mas ahora Dios a colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso" (v. 18). ".pero Dios ordenó el cuerpo." (v. 24); "Y a unos puso Dios en la iglesia." (v 28).
Se revela en los versículos 25 y 26 la razón por la cual Dios colocó los miembros o formó el cuerpo: "Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan." Los miembros del cuerpo espiritual son mutuamente necesarios y dependientes los unos de los otros. Este cuidado y respeto evita desavenencia o cisma en el cuerpo.
Es ridículo que un miembro celoso diga que no es del cuerpo porque no es otro miembro en particular, "Si dijere el pie: Por que no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?" (vv. 15-17). ¡La hermana oreja, por ejemplo, podría sentirse inferior porque no era el hermano ojo! Pero ella todavía es del cuerpo.
¡Qué tontería que los miembros menos estimados busquen ser los más estimados o que insistan en que no tienen necesidad de los otros! "Ni el ojo le puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: no tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro" (vv. 21-23).
Es posible que a usted Dios le dé más de un don como miembro del cuerpo, pero no debe buscar celosamente el don de otro miembro. La intención de Dios no era que todo el cuerpo tuviera el mismo don. El movimiento carismático parece decir que todo el cuerpo debe ser la lengua. En vista de esta porción de las Escrituras, ¡sería, y es, pecado empezar un movimiento que pone un solo don en el lugar central, como es el "movimiento de las lenguas"!
George E. Gardiner lo describe de esta manera: "Imaginad si podéis hacerlo, una oreja que diga: 'Nunca nadie me mira con atención comentando con hermosura como lo hacen con los ojos. Yo quiero ser ojo'. De modo que la pobre oreja empieza a ayunar y orar, se arrodilla, intenta ser ojo. ¡Es ridículo! La oreja es oreja. Dios la hizo oreja y la situó en la parte lateral de la cabeza. Si consiguiese convertirse en ojo, el cuerpo se vería dificultado a causa de la disminución del oído, y molesto por tener tres ojos." (2)
El punto principal es que Dios ha dado soberanamente los dones y ha puesto a las personas dotadas como El quiere, no como desean ellas. Esta es la verdad tanto para el cuerpo físico como para el cuerpo espiritual de Cristo.
Cerca de la conclusión del capítulo Pablo hace las preguntas que siguen: "¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?" (vv. 29-30). De acuerdo con la gramática griega, ¡todas estas preguntas demandan un rotundo "no" como respuesta! ¿Hablan todos lenguas? ¡No! ¿Interpretan todos? ¡No!
¡Que contrario a la Escritura enseñar, entonces, que todos los creyentes deben procurar el don de lenguas para comprobar que han sido bautizados por el Espíritu Santo y que son miembros del cuerpo de Cristo! Después de todo, ¡no todo creyente tendría el don de hablar en lenguas ni el don de interpretación!
A veces los carismáticos citan Marcos 16:15-20 para apoyar su postura de que el don de lenguas es para todo creyente. "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas [es decir, nuevas para el orador, idiomas extranjeros]; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les harán daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán" (vv. 17-18). Fueron dichos estos versículos a los apóstoles que creían. Es un error suponer que las señales siempre y continuamente seguían a los que creían a sus mensajeros.
Si aceptamos el versículos 17 para hoy, debemos también aceptar el versículo 18a para hoy: "Tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño." ¿Están preparados para esto los creyentes espirituales? ¿Es que puede ser fiel uno en la interpretación entresacando hoy lo que quiere aceptar en un contexto, pero rechazando otra parte?
La clave se encuentra en el versículo 20: "Y ellos saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con señales que la seguían. Amén." La gran comisión y la reacción de los versículos 15 y 16 todavía quedan, pero las señales fueron señales confirmatorias para la iglesia primitiva. El mensaje evangelístico de los apóstoles fue confirmado por estas señales antes de que fuese escrito el Nuevo Testamento. Después de escribirse el Nuevo Testamento, ya no había necesidad de estas señales.
Así es que no hay justificación para decir, a base de Marcos 16, que el don de lenguas es para todos.
La dificultad de los corintios. La iglesia de Corinto había estado buscando dones espectaculares que atrajeran atención para sí mismo. En particular, habían estados buscando las lenguas, el menor de los dones. Eran sensacionales, dramáticos, ostentosos, pero menores.
En el versículo 31a, Pablo afirma en contraste con aquello: "Procurad, pues, los dones mejores." El verbo tiene la forma plural. Pablo se refiere a ellos como iglesia. "Procurad o buscad diligentemente" los mayores dones, no los menores. Hay algunos que tuercen la traducción del versículo 31a y pierden el significado del contexto por usar el modo indicativo (lo que indicaría una afirmación simple), aunque es verdad que la forma permite esto: "Pero están buscando diligentemente los mejores dones. (3) Es necesario traducir la palabra "mejores" por la palabra "ostentosos" para que esta traducción tenga significado correcto. La palabra en el original, sin embargo, es "mayores". ¡Los corintios no buscaban los mayores dones! El expositor Albers Barnes correctamente comenta: ".no hay objeción válida contra la traducción en el imperativo (mandato), y en efecto la conexión parece exigirlo. (4)
En contraste con el menor don que los corintios habían estado buscando, Pablo les exhorta que busquen diligentemente el mayor. La revelación del mayor se ve en el capítulo 14, y se identifica como la profecía. Nótese el versículo 1: "Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todos que profeticéis." El verbo "procurad" los dones espirituales, es la misma palabra y forma que se usa en 12:31a. "Procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis." La profecía es el mayor.
Dios soberanamente confiere dones a miembros individuales de la asamblea, pero como iglesia el énfasis debe ser el anhelar el mayor de estos dones. Uno se podría preguntar por qué la consideración de la palabra "procurad" es importante. Porque algunos dicen: "Buscad las lenguas hoy día. Procurad hablar en lenguas." La concesión soberana de Dios de los dones ya ha declarado este desafío como impropio. Pero fíjese en el uso.
El vocablo "procurar" se usa como cinco veces en el contexto inmediato (12:31; 13:4; 14:1, 12, 39). En el capítulo sobre el amor (13:4) el significado es "tener envidia". En los otros casos el significado es "buscar diligentemente", sea la forma del indicativo o del imperativo. El contexto debe determinar cuál de los significados se debe usar. Ya hemos visto 12:31 y 14:1. En 14:12 la palabra traducida por "anheláis" puede traducirse "buscáis diligentemente". En 14:39 "procurad" otra vez quiere decir "buscar diligentemente", referida esta última a la profecía. En ninguno de estos pasajes hay mandato ni urgencia de tratar de hablar en lenguas. Pablo está diciendo que "el mayor" (profecía) es mejor, sobrepasando el de hablar en lenguas.
RANGO DE LOS DONES Y DE LOS CREYENTES CON DONES (1 Co. 12:28-31a)
Rango de los dones. La lista de los dones también contribuye algo al argumento tocante a la superioridad de la profecía sobre las lenguas. "Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas" (12:28). Al enumerar los dones en este versículo el apóstol indica que están en orden de importancia. La intención es enumerarlos en orden descendiente. Primero en importancia son los apóstoles, profetas y maestros. Se puso el don de lenguas en el último lugar en la lista.
Pablo está insinuando que si uno está decidido a buscar un don que no busque las lenguas. En vez de eso, que busque uno de los mayores dones, uno de los que se encuentran entre los primeros en la lista. ¡La meta continua de Pablo es la madurez por encima de la inmadurez, y lo mayor sobre lo menor!
Rango de los creyentes con dones. Algunos carismáticos han manifestado una "superjusticia", y han dicho que porque hablan en lenguas son creyentes llenos del Espíritu, mientras que los demás son no más que creyentes "ordinarios".
En los días de Pablo había una situación paralela a esta. Pablo le escribió a la iglesia de los colosenses que refutarán a un grupo llamado los gnósticos, que molestaban a la iglesia durante la última parte del primer siglo y después. Estos gnósticos afirmaban ser los receptores de un conocimiento más alto, gnosis, que los capacitaba para andar en una unión con Dios más intima que los demás. Hacían hincapié muy especial en algunas experiencias místicas, "espirituales".
Hay por lo menos dos paralelos entre el movimiento gnóstico de la antigüedad y el movimiento carismático moderno. (5) Primero, distinguían entre lo que llamaban el creyente pneumático o lleno del Espíritu, con varios niveles entre unos y otros, basados en "experiencia más altas", del creyente psíquico u ordinario. Los llamados creyentes pneumáticos se estimaban como los que ocupaban un nivel más alto, y eran más místicos y más "espirituales" que los demás. El paralelo se encuentra entre los carismáticos espirituales y los creyentes "ordinarios" hoy día.
En segundo lugar, los gnósticos mantenían que la evidencia de uno que había llegado a ser pneumático (más espiritual) consistía en ciertas experiencias "milagrosas" y "más altas". Esto ocupaba un lugar central en muchas de las religiones paganas misteriosas. En esas sectas, el hablar en lenguas era una de las evidencias de que uno se había elevado a un estado más alto. Así es que el gnosticismo era semejante al movimiento carismático moderno. Uno se eleva espiritualmente al tener la experiencia del "bautismo, lenguas, etc.".
Pablo contraatacaba la influencia gnóstica de varias maneras. "Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, nos cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis lleno del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios" (Col. 1:9-10). Los gnósticos se jactaban de conocimiento. Pablo ofreció "pleno conocimiento" (epignosis).
Pablo habló de Cristo como la cabeza, de su preeminencia en todo, diciendo que toda plenitud habitaba en El (Col. 1:18-19). Pablo anhelaba "presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre" (1:28). Anhelaba su reconocimiento (pleno conocimiento) del "misterio del Dios Padre, y de Cristo" (2:2b).
En Colosenses 2:9-10 Pablo intima que no es posible añadir nada a esta plenitud. "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completo en él, que es la cabeza de todo principado y potestad."
En el gnosticismo la forma más alta de vida espiritual era algo interior, edificándose a uno mismo. Así es el carismático moderno. En contraste, el desafío de Pablo en el capítulo 14 es edificar la iglesia, y en el capítulo 13 es amar a otros creyentes, no es desplegar un espíritu de superioridad sobre ellos. Los colosenses estaban siendo tentados a buscar una "plenitud" más allá de Cristo. Pablo enfatiza que ya tenían la plenitud porque estaban en Cristo.
El doctor Jhon G. Mitchell, fundador y profesor de la Multnomah School of the Bible (Escuela Bíblica Multnomah), que se encuentra en Portland, Oregon (EE.UU.A.), contó de cómo fue confrontado por ciertos maestros carismáticos. El doctor Mitchell les preguntó: "¿Dirían ustedes que soy cristiano?" "O sí, cómo no", dijeron, "nosotros creemos que usted es cristiano." Entonces el doctor Mitchell dijo: "¿Creen ustedes que Jesús vive en mí?" "Sí, cómo no", fue su respuesta. Luego el doctor Mitchell les dijo: "¡Si tengo a Cristo, tengo todo!"
Pablo lo expresó en otra forma: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo" (Ef. 1:3). Lógicamente, ¿es posible buscar algo más si uno ya ha recibido toda bendición espiritual?
El creyente ya tiene todo. No se puede añadir absolutamente nada. Es posible que nos haga falta apropiarnos más de lo que ya tenemos en El, crecer, y llegar a se más maduros, pero en Cristo ya tengo todo ahora.
En el primer siglo cualquier enseñanza sobre una "plenitud más allá de Cristo", como las que ofrecían los gnósticos, se consideraba una herejía. ¿Por qué no debe llamarse así hoy día?
Un viejo minero de plata había pasado toda su vida buscando plata en las montañas del Oeste de los Estados Unidos de América. Se había obsesionado tanto con su búsqueda que su esposa y sus hijos lo habían abandonado. Cuando murió, los pocos que vinieron a enterrarlo encontraron que tenían una nota instruyendo que lo enterraran debajo de su choza. Cuando las palas levantaron la tierra, empezó a aparecer una sustancia lustrosa gris. Era la famosa Vena Comstock de Plata, la más rica de la historia de Estado de Nevada. Aquel minero había sido un millonario teórico la mayor parte de su vida, pero nunca había reclamado ni reconocido su riqueza.
Del mismo modo, muchos creyentes son millonarios espirituales, pero rara veces reclaman la bendición que Dios tiene para ellos. Toda persona que está en Cristo tiene todo lo que Dios tiene para darle. La pregunta es ésta: "¿Reclamaremos la promesa de Dios por fe, y comenzaremos a vivir de acuerdo con ellas en nuestro andar diario?" Alguna persona dijo así: Deje de clamar y empiece a reclamar. (6)
Somos "muchos pero uno". Si, ¡muchos miembros, pero un solo cuerpo! ¡La relación de diversidad y ayuda mutua y el rango de los creyentes anima a la iglesia a que procure diligentemente los mayores dones den vez de hablar en lenguas!