Llevaban puestos cuarenta órganos
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Un misionero que regresó con licencia a su casa fue invitado a una comida en un gran lugar para vacaciones de verano en donde conoció a muchas damas de prominencia y posición.
Un misionero que regresó con licencia a su casa fue invitado a una comida en un gran lugar para vacaciones de verano en donde conoció a muchas damas de prominencia y posición.
Un misionero necesita:
La sabiduría de un búho
La tenacidad de un perro de presa
La osadía de un león
La British East India Company (Compañía Británica Oriental India) dijo a comienzos del siglo XIX: “El enviar misioneros cristianos en nuestras posesiones orientales es el proyecto más loco, más costoso, sin menos garantías que haya jamás propuesto un lunático entusiasta”.
El vicegobernador de Bengala dijo a finales del siglo XIX: “A mi juicio los misioneros cristianos han hecho cosas mejores y más duraderas por el pueblo de India que todas las otras agencias combinadas”.
Church of Christ Advocate
El presidente de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt dijo: “Desde que me convirtiera en presidente, me he enterado de que los mejores norteamericanos que tenemos en el exterior hoy, son los misioneros de la Cruz. Me siento humillado por no haberme enterado hasta este día del inmenso valor de las misiones foráneas y de la nobleza de los misioneros. El testimonio de ellos en China, por ejemplo, durante la guerra, es más que digno de alabanza. Su valor es conmovedor y su fortaleza heroica”.
El misionero metodista en India, obispo Thoburn estaba caminando por una calle cuando la gran pluma de un águila descendió lentamente hasta el suelo. Él levantó la mirada al cielo buscando al águila a la cual se le había desprendido, pero no vio ninguna. Dándole vueltas y vueltas en sus manos, recordó que con estas plumas se habían escrito documentos históricos.
Un hombre cristiano que iba camino a la iglesia vio a cuatro niños holgazaneando en una esquina. Él los invitó para que lo acompañaran y organizó una clase con estos niños como núcleo.
La compañía Standard Oil estaba haciendo preparaciones para establecerse en Indonesia. Los ejecutivos de la compañía estaban buscando un gerente para que se hiciera cargo de las operaciones allí. Les informaron que el hombre mejor calificado para el puesto era un misionero. La compañía se puso en contacto con el misionero para ver si estaba disponible para la posición. Su oferta fue generosa [teniendo en cuenta que esto ocurrió hace más de 50 años], $30.000 dólares anuales. El misionero declinó la oferta. Esos que solicitaban su servicio elevaron la suma de dinero, pero él todavía siguió rehusando. Finalmente le dijeron: “Sólo déjenos saber cuánto quiere ganar. Le pagaremos lo que sea si considera que el salario no es suficiente”.
“¡Oh!” - replicó él - “el salario es suficiente, lo que no es suficiente es el trabajo”.
Al Bryant
A las tres de la mañana de una fría mañana, un candidato a misionero caminó en una oficina para una entrevista programada con el examinador de una junta de misiones. Espero hasta las ocho de la mañana cuando llegó el examinador.
El examinador le dijo: “Comencemos. Primero, por favor, deletree panadero”.
“P-a-n-a-d-e-r-o” - fue diciendo letra por letra el joven candidato.
“Muy bien. Ahora vemos lo que sabe sobre números. ¿Cuánto es dos veces dos?”.
“Cuatro” - respondió el solicitante.
“Muy bien” - añadió el examinador. “Le recomendaré mañana a la junta que lo nombren. Ha pasado el examen”.
En la reunión de la junta directiva de misiones el examinador habló en términos elogiosos del solicitante. Dijo: “Tiene todas las cualidades de un misionero. Permítanme explicarles:’
“Primero lo probé en abnegación. Le dije que estuviera en mi casa a las tres de la mañana. Dejó su cama tibia y salió en medio del frío sin una sola palabra de protesta’.
“Segundo, probé su puntualidad: Llegó a la hora exacta’.
“Tercero, examiné su paciencia. Le dije que estuviera en mi casa a las tres de la mañana y lo hice esperar cinco horas para verme, después de decirle que llegaría a las tres’.
“Cuarto, probé su temperamento. No mostró señal alguna de estar disgustado, ni siquiera me preguntó por qué me había retrasado’.
“Quinto, probé su humildad. Le hice preguntas que un niño pequeño podía responder y no se mostró ofendido. Este joven satisface todos los requerimientos y se convertirá en el misionero que necesitamos”.
Un misionero necesita:
La sabiduría de un búho
La tenacidad de un perro de presa
Jonathan Edwards, fue teólogo, pastor congregacional y misionero para los nativo americanos durante la época colonial. Es conocido como uno de los más grandes y profundos teólogos protestantes en la historia de los Estados Unidos, y siendo aún muy joven adoptó cinco resoluciones y vivió para cumplirlas fielmente. Creo que vale la pena considerarlas, porque cualquiera que las siga aumentará grandemente su servicio para el Señor. Estas resoluciones son como sigue...