Un hombre rico, púrpura y banquetes
“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura (purpurado) y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez” (Lc. 16:19). Viajaba por muchos países y era de muy alta jerarquía en su fe religiosa. Dominaba cerca de unos 50 idiomas y era muy admirado por su apariencia bondadosa e inocente.