La Biblia y la pena capital
- Fecha de publicación: Lunes, 11 Julio 2011, 22:45 horas
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Muy temprano en la historia humana, Dios decretó que los homicidas debían pagar sus crímenes con su propia vida: "El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre" (Génesis 9:6). Este estándar continuó en el periodo mosaico. De hecho, la Ley que Dios le dio a Moisés para gobernar a la nación israelita estipulaba por lo menos veinte delitos acreedores de la pena capital.
Una de las muchas expresiones bíblicas que todavía escuchamos hoy: es la que encontramos en Éxodo 21:23-25 que dice "Ojo por ojo y diente por diente..." Aunque estas palabras son mal interpretadas, es importante saber lo que significan en su contexto original en la Biblia , porque no es una cita para apoyar la venganza personal, sino que se trata de una situación legal en la cual el juez está ejercitando juicio.
Algunas veces esto se interpretaba literalmente, tal como en Levítico 24:20, que dice: "Rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él" (Levítico 24:20).Pero en otras circunstancias, se le imponía una multa a quien le hubiere causado heridas a otro:
' "Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero cayere en cama; si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será
' absuelto el que lo hirió; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que le curen" (Éxodo 21:18-19).
' "Y si hiciere saltar un diente de su siervo, o un diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre" (Éxodo 21:27).
Este principio del "ojo por ojo", es una aplicación legal de la regla de oro de Mateo 7:12 que dice: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas". Ambos principios dejan claro que somos seres humanos iguales y que debemos tratarnos los unos a los otros en una manera semejante y justa.De acuerdo con esto, si lastimamos a una persona, al mismo tiempo estamos admitiendo que el gobierno por la ley puede hacer lo mismo con nosotros.
Esto también significaba una protección para el culpable, quien no debía preocuparse al pensar que sufriría más que el propio dolor que el mismo causó, ya que limitaba la extensión del castigo, porque sus consecuencias debían ser iguales a las experimentadas por la víctima. En los tiempos bíblicos, decir "ojo por ojo", era lo mismo que hoy llamamos justicia o retribución. Y la retribución es un principio que encontramos a todo lo largo de la Biblia como un hilo escarlata. Por ejemplo leemos sobre los que imparten justicia:
' "Porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo" (Romanos 13:4, 5).
' Y en el cielo: "Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?" (Apocalipsis 6:10). "Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella" (Apocalipsis 19:2).
' "...Porque Jehová, Dios de retribuciones, dará la paga" (Jeremías 51:56b).
Según Números 35:31, hay criminales que merecían morir.En el Antiguo Testamento, quienes cometían los siguientes delitos eran reos de muerte:
1. Asesinato - "El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre" (Génesis 9:6). "El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá" (Éxodo 21:12).
2. Abuso contra el padre o la madre."El que hiriere a su padre o a su madre, morirá" (Éxodo 21:15).
3. Por maldecir a los padres - "Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá" (Éxodo 21:17).
4. Por blasfemar en contra de Dios - "Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cualquiera que maldijere a su Dios, llevará su iniquidad. Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera" (Levítico 24:14-16). "Y habló Moisés a los hijos de Israel, y ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon.Y los hijos de Israel hicieron según Jehová había mandado a Moisés" (Levítico 24:23).
5. Por profanar el día de reposo - "Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo" (Éxodo 31:14). "Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés" (Números 15:32-36).
6. Por practicar la hechicería - "A la hechicera no dejarás que viva" (Éxodo 22:18).
7. Por adivinar el futuro y tratar de ponerse en contacto con los muertos - "Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos" (Levítico 20:27).
8. Por enseñar falsas profecías y engañar a otros apartándolos de la verdad - "Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti" (Deuteronomio 13:1-5). "El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá" (Deuteronomio 18:20).
9. Por adulterio y fornicación - "Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos" (Levítico 20:10-12). "Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel" (Deuteronomio 22:22).
10. Si una mujer tenía relaciones íntimas antes de casarse - "Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti" (Deuteronomio 22:20-21).
11. Si dos personas tenían relaciones íntimas, estando la joven desposada - "Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti" (Deuteronomio 22:23-24).
12. Cuando la hija de un sacerdote practicaba la prostitución - "Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego" (Levítico 21:9).
13. Por violar a una joven desposada - "Mas si un hombre hallare en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre, acostándose con ella, morirá solamente el hombre que se acostó con ella" (Deuteronomio 22:25).
14. Por bestialismo - "Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá" (Éxodo 22:19).
15. Por adorar ídolos - "El que ofreciere sacrificio a dioses excepto solamente a Jehová, será muerto" (Éxodo 22:20)."Habló Jehová a Moisés, diciendo: Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre.Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle, entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc" (Levítico 20:1-5)."Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto, que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido; y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel; entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán. Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo. La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti" (Deuteronomio 17:2-7).
16. Por cometer incesto - "Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos. Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos" (Levítico 20:11-12)."El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros" (Levítico 20:14). "La desnudez de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no descubrirás; porque al descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad llevarán. Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos. Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán" (Levítico 20:19-21).
17. Por practicar la bisexualidad y la homosexualidad - "Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre" (Levítico 20:13).
18. Por cometer secuestro - "Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá" (Éxodo 21:16).
19. Por dar falso testimonio en un juicio - "Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él...Entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti" (Deuteronomio 19:16, 19).
20. Por despreciar la decisión de los sacerdotes - "Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y preguntarás; y ellos te enseñarán la sentencia del juicio. Y harás según la sentencia que te indiquen los del lugar que Jehová escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten. Según la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren. Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel. Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá" (Deuteronomio 17:8-13).
Según Levítico 20:27; 21:9, Éxodo 19:13; 32:27 y Números 25:7 y 8, los métodos de ejecución en el Antiguo Testamento podían ser apedreamiento, quemado, o ejecutado por medio de la espada, la lanza o la flecha.
Claro está, al mencionar todo esto, no estoy diciendo que hoy tenemos que ejecutar la pena de muerte por estos mismos delitos descritos en el Antiguo Testamento, el punto que quiero demostrar es que la Biblia acepta la pena capital como un castigo legítimo.
Ciudades de refugio
Es necesario mencionar que durante los tiempos del Antiguo Testamento era una práctica legal usar "ciudades de refugio". Estas ciudades eran para que se refugiaran esos que le habían dado muerte a alguien accidentalmente. Al refugiarse allí evitaban la pena de muerte. "Y de las ciudades que daréis a los levitas, seis ciudades serán de refugio, las cuales daréis para que el homicida se refugie allá; y además de éstas daréis cuarenta y dos ciudades" (Números 35:6).
¿Se opone el Señor Jesucristo a la pena de muerte?
La única Escritura para el Señor Jesucristo, los apóstoles y los primeros cristianos, fue el Antiguo Testamento. Eso era lo que ellos leían estudiaban y creían.La iglesia cristiana nunca ha abandonado el Antiguo Testamento, y mucho de lo que contiene todavía es importante para el cristianismo hoy. El propio Señor dijo: "Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras" (Lucas 24:44, 45)
Muchos teólogos cristianos hoy, están convencidos que el Señor Jesucristo consideraba la vida sagrada, que de ninguna forma apoyó la pena de muerte sino que se opuso a ella. Incluso siendo el caso que Él mismo fue una víctima, debía tener un interés especial en abolirla.También aseguran que hasta el papa está de acuerdo con Él en esto.
Por lo tanto, ante los ojos tanto de proponentes como oponentes a la pena de muerte, el caso está cerrado, ¡porque el Señor Jesucristo se opone a ella!Después de todo la mayoría de teólogos y de cristianos en general, dicen lo mismo: "Que no es cristiano condenar a muerte a nadie".
Con perdón de quienes me escuchan, yo protesto, porque los teólogos, como en la mayoría de los casos están equivocados. Pero por favor no me mal interprete, no piense que con esto me estoy erigiendo como el vocero único de la verdad, sino que si estudiamos cuidadosamente las Escrituras podemos comprobar que Jesús sí apoyó la pena de muerte y que existe un registro bíblico que así lo prueba.Lo que ocurre es que el mundo moderno ha fabricado una imagen de Jesús, que es una mezcla de Mahatma Gandhi, la Madre Teresa de Calcula y Peter Pan. Ellos se niegan a ver al Jesús retratado claramente en la Palabra de Dios, y han fabricado un Dios amoroso, perdonador, incapaz de castigar al culpable.
Están firmemente convencidos de que Jesús se opuso a la pena capital.Aunque reconocen que el Antiguo Testamento la demandaba por diversos crímenes, aseguran que el Señor Jesucristo cambió todo a este respecto. Su punto de vista típico es que fue el Dios Jehová, el severo y duro del Antiguo Testamento, quien impuso tal castigo, pero que el amante y bondadoso Hijo del Nuevo Testamento lo abolió.
Estoy seguro que tales personas ni siquiera se dan cuenta, que al afirmar esto están negando la Trinidad. La doctrina de la Trinidad declara la unidad eterna y perfecta de Tres Personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Pero si existiera un desacuerdo tan fundamental entre el Padre y el Hijo, se rompería esta unidad. De hecho, si Jesús hubiera contradicho los principios del Padre, tal como están tan bien establecidos, cualquier desacuerdo lo habría descalificado de inmediato como el Hijo Divino de Dios. Ésta era exactamente la herejía en que los fariseos querían atraparlo cuando le presentaron a la mujer acusada de adulterio.
Sus enemigos sabían que el Señor tenía que reafirmar la pena capital para demostrar que era un profeta verdadero. Esta historia le encontramos en Juan 8:3 -11 y dice: "Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio" (Juan 8:3, 4).
Los escribas y fariseos trataban de encontrar algo en contra de Jesús.Su método de operación era hacerle una pregunta o presentarle un problema en el cual su solución pudiera perjudicarlo. Esto podemos verlo una y otra vez en el capítulo 23 de Mateo. En este caso, le presentaron una mujer que había sido sorprendida en adulterio y le recordaron: "Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo" (Juan 8:5, 6). Si el Señor en este momento se hubiera aferrado a la Ley, habría sido considerado cruel. Si respondía que la Ley tenía sus excepciones, le habrían acusado de quebrantarla.
Sin embargo, el Señor Jesús actuó de manera inesperada: "Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más" (Juan 8:7-11).
Vemos un hecho interesante en esta historia: que sólo la mujer era la acusada, que ningún hombre estaba con ella. Sin embargo, el adulterio es definitivamente el pecado de dos personas.Es posible que lo que Jesús estuviera escribiendo en tierra era Levítico 20:10 que dice: "Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos".
Jesús realmente manejó la situación adecuadamente, guardando el protocolo legal del Antiguo Testamento y de la Ley Mosaica. La mujer violó la ley de Dios, y merecía la pena de muerte, pero los prerrequisitos necesarios para pronunciar su ejecución no eran suficientes, lo cual fue precisamente lo que Él quiso decir cuando declaró, "Ni yo te condeno".Como faltaban las estipulaciones legales que se necesitaban para establecer su culpabilidad, Él no podía anular la Ley y condenarla. La acción de Jesús en esta ocasión no desacredita en absoluto la legitimidad de la pena capital.
1.La regulación mosaica declaraba que se podía ejecutar a una persona solamente si había dos o más testigos del crimen. "No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida.Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación" (Deuteronomio 19:15).Un testigo era insuficiente para invocar la pena de muerte. Se reportó que la mujer fue sorprendida en el mismo acto del adulterio, pero no se dice nada de la identidad de los testigos, porque tal vez sólo era uno.
2.Incluso si había dos o más testigos para verificar el pecado de la mujer, el Antiguo Testamento era igualmente explícito en cuanto al hecho que ambos, el hombre y la mujer debían ser ejecutados. "Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos" (Levítico 20:10).¿Dónde estaba el hombre en esta ocasión?Obviamente, esta era una situación que no cumplía con las precondiciones mosaicas para invocar la pena capital.
3.Un tercer punto que se debe considerar es el significado preciso de la frase "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella" (Juan 8:7).Si se toma este enunciado como una prohibición general en contra de la pena capital, entonces este pasaje sería una contradicción rotunda al capítulo 13 de Romanos, en donde se explica ampliamente que los funcionarios del gobierno han sido puestos por Dios y están para ejecutar la justicia. Lo que el Señor Jesucristo quiso indicar fue lo mismo que Pablo expresó cuando dijo, "Tú que juzgas haces lo mismo" (Romanos 2:1b).Jesús sabía que los acusadores de la mujer eran culpables de lo mismo por lo cual estaban dispuestos a condenarla.Por eso pudo tocar sus conciencias en cuanto a su culpabilidad al hacer que se dieran cuenta que Él sabía que eran culpables de lo mismo. La antigua ley clarificaba en Deuteronomio 17:7 que los testigos del crimen debían arrojar las piedras y con esto el Señor estaba enfatizando directamente el hecho que los acusadores de la mujer no eran idóneos para llevar a cabo la ejecución.
4.La pena capital debía ser impuesta por una corte judicial constituida debidamente. Esta muchedumbre realmente estaba realizando una acción ilegal. Aunque Jesús era el Hijo de Dios, no habría interferido jamás en la responsabilidad de las autoridades judiciales apropiadas. ¿Recuerda lo que ocurrió cuando dos hermanos llegaron ante Él y le pidieron que juzgara un conflicto?: "Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?" (Lucas 12:13, 14). Así que el esfuerzo de estos escribas y fariseos para hacer caer Jesús no tenía justificación legal.
En cualquier caso, ante la respuesta del Señor, la conciencia de los acusadores comenzó a reprender sus propios corazones. Uno por uno, empezando por el más anciano fueron retirándose, hasta que no había allí ninguno para condenar a la mujer. Siendo que no había acusadores no se requería pena de muerte.El Señor aprovechó la ocasión para poner de manifiesto la hipocresía de los escribas y fariseos, mientras que al mismo tiempo expresó su amor por esos a quien nadie amaba, y le dijo a la mujer que se fuera y no pecara más.
Hubo otra ocasión cuando "...Se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos?Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente" (Mateo 15:1-4).
Aquí vemos una maravillosa ilustración de la gracia de Dios, pero no hay prueba de que Jesús se opusiera a la pena de muerte, de hecho declaró de manera directa que la apoyaba. Y siguió diciendo: "Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición" (Mateo 15:5, 6).
Cuán extraño es entonces, que esos hoy que aseguran amar a Jesús, ¡hagan exactamente lo mismo que hicieron sus enemigos cuando trataron de hacerlo caer!Lejos de oponerse a la pena capital, Jesús de hecho la apoyó, tal como su unidad Divina con el Padre lo requería.
Considere esto: La Ley Mosaica apoyaba fuertemente la pena de muerte, y el Señor Jesucristo nunca desobedeció la Ley o enseñó en contra de ella. Él dijo: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido" (Mateo 5:17, 18).La Ley tenía numerosas provisiones para la pena de muerte.El Señor no vivo para destruirlas, como tal es obvio que apoyara la pena de muerte.
Unos pocos versículos después, Él extiende la prohibición en contra del asesinato por odio y condena a esos al infierno. "Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego" (Mateo 5:22). ¿No le parece que es una forma muy extraña de hablar de parte de alguien que se opone a la pena capital? Es muy difícil pasar por alto estos versículos, porque se encuentran en medio del Sermón del Monte, el cual es presentado a menudo como un repudio en contra de la justicia del Antiguo Testamento. Si el Señor en otro lugar se opusiera a la pena de muerte, entonces no sólo estaría contradiciendo al Padre, sino que lo estaría haciendo consigo mismo.
Subsecuentemente, cuando los romanos llegaron para arrestarle, Pedro de manera inepta quiso defenderlo al tratar de darle muerte a Malco, aunque sólo le cortó una oreja. El Señor le reprendió con esta advertencia: "Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán" (Mateo 26:52b). Lejos de defender el pacifismo, tal como se usa de manera errónea este pasaje, el Señor aquí le enseña a Pedro que usar la espada para matar, sólo hará que la espada se vuelva en su contra para ejecutarlo.
Poco después, Jesús le dice a Pilato: "Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba..." (Juan 19:11a).Esta autoridad para darle muerte sería absurda sino llevara consigo el poder otorgado por Dios para ejecutar a criminales. Finalmente antes de morir, el Señor aceptó el arrepentimiento del ladrón en la cruz, quien volviéndose a su injurioso compañero: "...Le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo" (Lucas 23:40, 41). Si el Señor Jesucristo no hubiera estado de acuerdo con esta afirmación, "de que merecían la pena de muerte" lo habría corregido primero, antes de responder con una promesa de salvación eterna, de otra forma su respuesta no tendría lógica.
Además de toda esta evidencia que confirma que el Señor Jesucristo aprobaba la pena capital, hay otro concepto más vital que debemos captar.Los cristianos creemos que el Señor Jesucristo murió sobre la cruz para pagar por los pecados de todos nosotros. Él no cometió pecado, sin embargo soportó la muerte que merecíamos para que nosotros pudiésemos tener vida eterna. Tal como lo expresa tan perfectamente el profesor Michael Pakaluk de la Universidad Clark: "Si ningún crimen merece la pena de muerte, entonces no tendría sentido el que Cristo hubiera muerto por nuestros pecados... Si no merecíamos la pena de muerte, entonces ¿por qué el Señor necesitaba morir por nosotros para satisfacer la justicia de Dios?". Negar la pena de muerte es un ataque directo a la justicia del Padre - de Ese que requirió que su propio Hijo pagase precisamente ese precio en nuestro lugar.
Pero... ¿Qué dice el resto del Nuevo Testamento?
Ya que tanto las enseñanzas de Jesús como su muerte confirman la pena capital, no debe sorprendernos entonces que el resto del Nuevo Testamento ratifique este punto de vista.
Cuando fue confrontado por el gobernador Festo, Pablo le dijo: "Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos.A César apelo" (Hechos 25:11).Con estas palabras, Pablo no sólo confirmó la pena capital, sino que se comprometió a aceptarla si es que la merecía por haber quebrantado la ley civil. Más tarde en el pasaje más famoso del Nuevo Testamento sobre la naturaleza del gobierno, Pablo explica: "Porque es servidor de Dios para tu bien.Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo" (Romanos 13:4).
Finalmente, la misma Biblia que comienza en Génesis 9:6 estableciendo la pena capital, porta este tema de manera consistente a través de todo el texto y finaliza reiterándolo en Apocalipsis 13:10: "Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos".
Literalmente desde principio hasta el fin, la Biblia enseña que la pena capital es autorizada y requerida por Dios. Y si es así, entonces ¿por qué tantas personas se oponen a esta práctica argumentando motivos religiosos?
Lista de países donde se permite la pena de muerte
' Afganistán
' Antigua y Barbuda
' Bahamas
' Bahrain
' Bangladesh
' Barbados
' Bielorrusia
' Belize
' Botswana
' Burundi
' Camerún
' Chad
' República de China
' Comores
' Rep. Democrática del Congo
' Cuba
' Dominica
' Egipto
' Guinea Ecuatorial
' Eritrea
' Etiopía
' Gabón
' Ghana
' Guatemala
' Guinea
' Guyana
' India
' Indonesia
' Irán
' Iraq
' Jamaica
' Japón
' Jordania
' Corea del Norte
' Corea del Sur
' Kuwait
' Laos
' Líbano
' Lesoto
' Libia
' Malawi
' Malasia
' Mongolia
' Nigeria
' Omán
' Paquistán
' Autoridad Palestina
' Qatar
' Saint y Nevis
' Santa Lucia
' San Vincent y las Granadinas
' Arabia Saudita
' Sierra Leona
' Singapur
' Somalia
' Sudán
' Suazilandia
' Siria
' Taiwán
' Tayikistán
' Tanzania
' Tailandia
' Trinidad y Tobago
' Uganda
' Emiratos Árabes Unidos
' Estados Unidos
' Vietnam
' Yemen
' Zambia
' Zimbabue
Lista de estados en Estados Unidos donde se permite la pena de muerte
1 | Alabama | Inyección letal a menos que el condenado pida la electrocución. |
2 |
Arizano |
Inyección letal. |
3 | Arkansas | inyección letal o silla elétrica. |
4 | California | Inyección letal, a menos que el reo solicite la cámara de gas. |
5 | Colorado | Inyección letal. |
6 | Connecticut | Inyección letal. |
7 | Delaware | Inyección letal. |
8 | Florida | Permita que los reos elijan entre inyección letal o la silla elétrica. |
9 | Georgia | Inyección letal. |
10 | Idaho | Inyección letal, y si no funciona fusilamiento. |
11 | Illinois | Inyección letal. |
12 | Indiana | Inyección letal. |
13 | Kansas | Inyección letal. |
14 | Kentucky | Inyección letal o la electrocución. |
15 | Louisiana | Inyección letal. |
16 | Maryland | Inyección letal o la cámara de gas. |
17 | Mississippi | Inyección letal. |
18 | Missouri | Inyección letal o la cámara de gas. |
19 | Montana | Inyección letal. |
20 | Nebraska | Silla eléctrica. |
21 | Nevada | Inyección letal. |
22 | New Hampshire | Autoriza la horca cuando no se puede administrar la inyección letal. |
23 | New Mexico | Inyección letal. |
24 | North Carolina | Inyección letal. |
25 | Ohio | Inyección letal. |
26 | Oklahoma | Silla eléctrica o inyección letal. |
27 | Oregon | Inyección letal. |
28 | Pennsylvania | Inyección letal. |
29 | South Carolina | Los reos pueden escoger entre inyección letal o silla eléctrica. |
30 | South Dakota | Inyección letal. |
31 | Tennessee | Inyección letal. |
32 | Texas | Inyección letal. |
33 | Utah | Inyección letal. |
34 | Virginia | Los reos pueden escoger entre inyección letal o silla eléctrica. |
35 | Washington | Provee inyección letal a menos que el reo pida se ahorcado. |
36 | Wyoming | Inyección letal o cámara de gas. |
Militares | Inyección letal. | |
Personal del gobierno | Inyección letal. |
¿DEBEMOS LOS CRISTIANOS APOYAR LA PENA CAPITAL?
Pocos cristianos, al abordar este tema, tienen en cuenta lo que al respecto dice la Biblia.
Muchos se limitan a decir: "La Biblia dice no matarás". ¿Es correcta esta posición?
¿Significa esto que no se debe matar en la guerra?
¿Acaso no dice la Biblia que "Jehová es varón de guerra"?
LA BIBLIA TIENE MUCHOS EJEMPLOS DONDE DIOS INTERVINO EN LAS GUERRAS
• En el caso del Mar Rojo: "30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar" (Éxodo 14:30).
• El caso del censo de David (2 Samuel 24:10-15).¡La culpa era de David y sin embargo murieron 70 mil inocentes!: "10 Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente. 11 Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, vino palabra de Jehová al profeta Gad, vidente de David, diciendo: 12 Ve y di a David: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te ofrezco; tú escogerás una de ellas, para que yo la haga. 13 Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿o que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿o que tres días haya peste en tu tierra?Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado. 14 Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; caigamos ahora en mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas, mas no caiga yo en manos de hombres. 15 Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres" (2 Samuel 24:10-15).
• El caso de los 185 mil que un ángel los mató: "32 Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. 33 Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. 34 Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. 35 Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos" (2 Reyes 19:32-35).
¡REALMENTE JEHOVÁES VARÓN DEGUERRA!
• En el caso cuando Dios mandó a Saúl que matara a Amalec, ¡incluso a los bebés!: "3 Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos" (1 Samuel 15:3).
¿Realmente se cumplió esta orden?(1 Samuel 15:8b) "…a todo el pueblo mató a filo de espada".
Dejemos la parte donde Saúl no obedeció a Dios, al perdonarle la vida a Agag, rey de Amalec. Lo que nos importa es que la orden de una destrucción tan indiscriminada provino, eso sí, ¡DELA SUPREMACORTE! Era Dios mismo quien le ordenó esto.
¿Hay algo de pena capital en el Nuevo Testamento?: "10 Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos" (Apocalipsis 13:10).
"21 Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos" (Apocalipsis 19:21).