El sello de la Deidad
- Fecha de publicación: Jueves, 03 Abril 2008, 16:19 horas
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Uno de las imágenes más familiares en toda la Biblia es esa en la cual 144.000 judíos reciben el sello de Dios en sus frentes, 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel: "Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel"(Ap. 7:2-4).
Es en este punto, que son sellados los representantes elegidos de las 12 tribus de Israel. La mayoría de teólogos están de acuerdo en que reciben este sello debido al trabajo que tienen que hacer. Ellos serán la asamblea espiritual elegida por Dios durante los tenebrosos días de la tribulación. Alguien tiene que llevar a cabo el propósito Divino entre los hombres, y lo harán sus escogidos.
La Biblia menciona nuevamente a estos 144.000 en el capítulo 14 de Apocalipsis. Allí los vemos redimidos y justificados delante de Dios. Además, se dice que son vírgenes refiriéndose a su pureza y dedicación. En esta escena los vemos entonando un cántico de victoria por su obra: "Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo" (Ap. 14:1-6).
Algunos suponen que los 144.000 se convierten en evangelistas de Dios por un período determinado, pero la Escritura no detalla la razón completa para este sello. Entre sus muchas actividades, a no dudar actuarán como una fuerza en contra del Anticristo. Los estudiosos han especulado sobre este sello y se preguntan qué significará. En realidad, llama mucho la atención que la Escritura describa el proceso, mientras que su entero significado parece oscuro. Sin embargo, como siempre es el caso, la Biblia sí tiene una respuesta a tales preguntas. Podemos encontrar la información que necesitamos si somos lo suficientemente sabios para discernir su significado.
El sello como una identificación
En el mundo antiguo, se empleaban los sellos para indicar propiedad, autenticidad y protección. Los sellos de cilindro y los anillos con sello, imprimían una marca o una descripción sobre la arcilla blanda o la cera. Los reyes y nobles estampaban sus sellos para autenticar documentos y en las cosas que les pertenecían. Los alfareros imprimían sus sellos sobre sus mercaderías antes de hornearlas y creaban así una marca de fábrica. Un sello intacto de cera o de cerámica sobre un objeto, tal como un rollo o una jarra, era indicación de que no había sido violado.
Cuando los siervos del rey arrojaron a Daniel al foso de los leones, hicieron que el rey sellara el foso con su anillo para impedir así que nadie tratara de salvarlo: "Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase" (Dn. 6:17). Asimismo, los romanos sellaron la tumba de Jesús para asegurarse de que los discípulos no fuesen a robar su cuerpo. La rotura de ese sello fue un desafío al poder del César: "Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia" (Mt. 27:66).
Como una metáfora respecto a la condición espiritual del cristiano, el sello sobre cada uno también indica propiedad y protección. Demuestraque el creyente le pertenece a Dios. Después de alimentar a los 5.000, Jesús habló de este sello espiritual. Asoció la idea de su sello con la provisión eterna. Le asegura a los santos que los proveerá constantemente con alimento espiritual: "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló [selló en el texto original en griego] Dios el Padre" (Jn. 6:27).
Pablo dijo que la salvación y el Espíritu Santo morando en el creyente, era como un sello: "El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones" (2 Co. 1:22). Mientras que en Romanos 6:3,4 Pablo dice: "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva". Pablo aquí compara el bautismo del cristiano como ser sepultado al pecado y resucitado a una nueva vida. También dice, que el sello es la seguridad que se le otorga a todo el que confía en el Señor. Esta seguridad es incondicional, valida la presencia del Espíritu Santo morando en el corazón de los cristianos, como "las arras"de nuestra salvación. Además, nos otorga la garantía virtual de que la obra de Dios se cumplirá en la vida de cada creyente: "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria" (Ef. 1:13,14). Estas "arras"constituyen una acción legal, el compromiso de que Dios llevará a feliz término su promesa.
¿Es este sello una marca?
Tal como en el caso de los 144.000 judíos, los versículos que acabo de citar nos dan la certeza de que la obra de Dios se cumplirá en nosotros. Por fe aceptamos el hecho que Dios nos ha cambiado en nuestro interior y ha determinado que somos su propiedad. A no dudar, esto es visible para Dios, aunque para los seres humanos sea invisible. Podemos decir que se trata de una marca real, una que en el plano espiritual es auténtica y tiene significado. Pero entonces... ¿Significa esto que si el Señor abriera nuestros ojos, podríamos de hecho ver la marca?
Al menos parte de la respuesta la encontramos en la maravillosa narrativa de Ezequiel, la que arroja mucha luz sobre este asunto. ¡De hecho, nos permite descubrir la propia figura y significado de la marca de Dios! Ezequiel narra la historia del juicio de Jerusalén. Aquí encontramos el increíble incidente de siete ángeles que entran a la ciudad y avanzan hacia el templo por el camino de la puerta norte. Al llegar se paran delante del altar del Señor, en el atrio superior que está más alto que la plataforma que la rodea. Seis ángeles portan una especie de arma destructora. Un séptimo, que parece un escriba, lleva un tintero colgado a un lado de la cintura.
Las instrucciones del Señor para ellos son concisas y claras. Se le dice al ángel vestido como escriba, que marque a esos que serán librados. Podemos suponer que usó la tinta en el tintero que portaba consigo, como dice la narrativa bíblica: "Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa, y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano. Y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad, no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo"(Ez. 9:1-6).
Mientras unos ángeles avanzan en medio de la ciudad, dándole muerte a todos los que no tienen la marca: jóvenes, viejos, mujeres y niños, un remanente de la Casa de David es sellado por mandato divino. Es como si estuviéramos presentes cuando serán sellados los 144.000 testigos judíos de las 12 tribus de Israel, tal como lo narra el capítulo 7 de Apocalipsis, porque aquí se nos permite ver la acción con algunos detalles. Esos que lamentan los pecados que se han estado cometiendo en Jerusalén, son apartados, sellados y protegidos como el pueblo de Dios. El ángel escriba coloca una marca visible en la frente de ellos.
El texto original hebreo nos permite tener una perspectiva más amplia de los métodos de Dios. Allí podemos ver algo más, ¡la propia marca! En hebreo, el nombre de esta marca, textualmente es "tahv",lo cual es una referencia directa a "tahv",¡la última letra del alfabeto hebreo! Esta letra tiene una larga tradición de significado y simbolismo y revela mucho acerca de esos que sella Dios.
La letra Tahv
Entre los eruditos hebreos se considera a "tahv"como un símbolo de "la verdad final y perfección".La palabra hebrea para "verdad" consta de tres letras, la primera, la del medio y la final, respectivamente, y se deletrea "aleph, mem, tahv".Esta palabra para "verdad",es como una especie de marca simbólica a través de todo el alfabeto. Comienza con la "aleph"de la creación y el Rey, luego procede a través de una verdad metafórica del alfabeto y llega a "tahv",el símbolo de redención final y restauración universal.
Esto tiene perfecto sentido, y es muy posible que la marca con que el Señor sella a sus santos sea "tahv", la señal de la verdad y la perfección, siendo que Dios es el representante más alto de estas cualidades. Además, promete llevar a los redimidos a su Reino. Adicionalmente, ya que el alfabeto representa las etapas de crecimiento que experimenta el hombre justo, "tahv"es una metáfora del cumplimiento total de la obra concluida del Señor en la vida del individuo.
La señal de la Cruz
En la cruz, Cristo declaró esta verdad cuando exclamó: "Consumado es" (Jn. 19:30). En esta declaración, el Señor expresó palabras de verdad respecto a la transacción completa que garantizó la redención para la humanidad. Cada profecía del Antiguo Testamento sobre esta redención miraba hacia la cruz. Cada verdad del Nuevo Testamento depende del hecho histórico de su cumplimiento. No sólo es la garantía de la gracia salvadora de Dios, sino el clímax de la historia humana.
"Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz" (Col. 1:19-20). Aquí vemos que la cruz se convirtió tanto en la actualización, como en el símbolo de reconciliación, no simplemente por el pecado del hombre, sino por el caos del universo entenebrecido por la iniquidad de Satanás. Fue el instrumento que proveyó restauración universal, tanto en el cielo como en la tierra. ¡Qué mejor símbolo podría haber para representar la verdad y perfección de Dios! Como un emblema de su presciencia, porque Dios sabe todas las cosas, no hay manifestación más alta que la cruz. ¡Es por consiguiente, maravilloso descubrir que la letra "tahv"originalmente tenía la forma de cruz! Sólo vino a tener la figura actual de bloque a partir del primer siglo de la era cristiana.
La señal de la verdad y la perfección comenzó como una cruz. En los días de Ezequiel, alrededor del año 570 antes de Cristo, se escribía en esta forma. Algunas veces aparecía como una equis y otras como una cruz, incluso como la cruz clásica. En una de estas grandes "coincidencias",por llamarlo así, ya que en realidad no es ninguna coincidencia, los fieles de Jerusalén fueron sellados con la señal de la cruz escrita sobre sus frentes. Es la marca ordenada por Dios para sus fieles e indica protección y posesión. Así lo testifica el profeta Ezequiel, quien vio a un ángel colocando la señal de la cruz sobre las frentes de los fieles. Esta fue una profecía de la obra futura de Cristo. Con una comprensión del alfabeto, Ezequiel también habría podido entender que era un símbolo de verdad y perfección.
La cruz torcida
En este punto, hay otra anotación histórica que aporta aún mayor claridad a la historia de la cruz. Un breve estudio revela, que mucho antes del tiempo de Jesús, tanto Dios como Satanás reconocieron la importancia de la cruz.
En el capítulo 4 de Génesis se halla registrado que Dios le impuso una maldición a Caín por causa de su pecado al haberle dado muerte a su hermano y le dijo: "Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén" (Gn. 4:12-16). La respuesta de Caín y la provisión del Señor, muestran que ya se conocía el simbolismo de la cruz, incluso en la era más antigua, durante el tiempo de la primera familia del mundo.
Por este encuentro vemos que la gracia de Dios se extendió incluso hasta Caín. El recibió una marca protectora que impedía que le dieran muerte. Caín era considerado por sus semejantes como un paria, un marginado, pese a todo Dios cuidó de él. Jehová le puso una marca visible, pero... ¿Cuál era esta marca? En alguna forma, parece que funcionó en la misma forma que la marca que recibieron los fieles en el tiempo de Ezequiel. Pero en este caso, Caín estaba muy lejos de ser un justo. Luego entonces, ¿cómo iba a recibir la señal de la verdad y la perfección?
La respuesta la encontramos en el propio texto del Génesis y está en oposición directa a la marca que Dios le pone a sus elegidos. Este estigma está dado en Génesis 4:15 y se traduce de la palabra hebrea "aoht", un vocablo que indica marca o señal. El símbolo colocado sobre Caín se deletrea "aleph, vav, tahv", mientras que las propias letras para la marca de Caín, son el reverso exacto de la palabra usada para Ezequiel en el sello de los santos de Jerusalén. La verdad de "tahv", se convierte en lo opuesto, en "aoht",la perversión.
Como ya sabemos que "tahv" se representaba como una cruz, podemos especular acerca de la naturaleza de la marca de Caín con grandes probabilidades de que sea cierto, es muy plausible que sea una variedad de la cruz, una cruz partida. Tal marca es ampliamente conocida en los anales de la historia y la literatura. Manly P. Hall le llama: «El emblema religioso más universal», la usan todos los pueblos del mundo, desde los budistas del oriente, hindúes y seguidores de Zoroastro en el Medio Oriente, como las tribus del nuevo mundo de las Américas. Su origen está velado por la bruma del tiempo y parece desaparecer en el mundo antediluviano de Noé y sus tres hijos.
Esta señal, la svástica, se conoce universalmente como el símbolo más antiguo conocido. Esta es la nota importante que leemos en La Enciclopedia Americana: «La svástica es un símbolo del sol en las religiones de la naturaleza de las razas arias, desde Escandinavia hasta Persia e India. Figuras similares encontramos en las ruinas de monumentos mexicanos y peruanos, y en objetos exhumados de cementerios prehistóricos dentro de los límites de Estados Unidos. La svástica puede ser una cruz griega, a veces encerrada en un círculo, la circunferencia que pasa a través de sus extremos; o también puede tener los brazos doblados hacia atrás. Se encuentra invariablemente asociada con la adoración de los dioses arios del sol, Apolo y Odín y se creía que representaba al sol. La svástica fue adoptada como el símbolo nacional alemán para los nazis».
El lado siniestro
Aunque expresado por el lenguaje desapasionado de la enciclopedia, la frase final hace estremecer a todos los que recuerdan la Alemania de la segunda guerra mundial y su dedicación fanática por exterminar a los judíos. La cruz torcida en la bandera nazi representaba la pureza de la raza aria. Los nazis deseaban convertirse en la raza que heredará el mundo. No hay necesidad de decir que este papel sólo le está reservado a Israel.
La svástica fue escogida por los alemanes, precisamente por sus conexiones históricas con la llamada raza "pura" que un tiempo dominó el mundo antiguo. La cruz torcida fue y es el símbolo más alto del hombre rebelde que cree que puede usar sus propios recursos para crear una utopía. Para Hitler iba a ser su "Tercer Reich" de mil años. Los historiadores han tratado de explicar la locura de la era nazi. La mayoría se refiere a los escenarios social, político o económico. Es cierto que la devastada economía alemana de los años 1930 creó un clima favorable para el surgimiento de un déspota oportunista como Hitler. Su política fingida de socialismo arrastró a mucha gente crédula hacia su propia destrucción.
Pero hay una explicación mucho más lógica para la locura que movía a Hitler y la encontramos en el tan ignorado campo de batalla del mundo espiritual. En su tan famoso libro publicado en inglés La mañana de los magos, Louis Pauwels y Jacques Bergier documentan la conexión de los nazis con el mundo del ocultismo. De acuerdo con este extenso estudio, Hitler creía en una ciencia alternativa que según él, dominaría su nuevo reino. En una ocasión dijo: «Hay una ciencia nórdica nacional, socialista, que está en oposición a la ciencia judeo-liberal». Poco después comenzó a creer que el mundo judeo cristiano terminaría por extinguirse y que sería reemplazado por un nuevo sistema de creencias.
Muchos se sorprenden al enterarse de que los círculos más íntimos del nazismo eran gobernados por los líderes de la sociedad teosófica, llamada alternativamente La Sociedad Thule y la Sociedad del Dorado Amanecer. Estos líderes, tales como Guenon y Gurdjieff, fueron los primeros fundadores de lo que ahora se conoce como el Movimiento de la Nueva Era. La Sociedad Thule en realidad, se remonta a las culturas antediluvianas, hasta toda la civilización canaanita.
Había muchos monjes tibetanos en el séquito de Hitler. A uno a quien le llamaban "el hombre con los guantes verdes", tenía la reputación de haberle anticipado correctamente a la prensa el número de diputados hitlerianos que serían elegidos. Hitler lo visitaba regularmente y sus diputados decían que "poseía las llaves del Reino de Agarthi", lo cual es simplemente otro nombre para el reino espiritual de Thule.
Según los historiadores Pauwels y Bergier, los ayudantes más íntimos de Hitler, tal como el general Karl Haushofer, pasaron días, semanas y meses, adoctrinando a Hitler con sus teorías ocultistas. Ellos escriben: «Karl Haushofer nació en 1869. Visitó varias veces a India y el Lejano Oriente y fue enviado a Japón a donde aprendió el idioma. Creía que el pueblo alemán se originó en Asia Central y que fue la raza indo-alemana la que garantizó la permanencia, nobleza y grandeza del mundo». Esta raza "indo-alemana" fue la ficticia raza aria que promoviera Hitler.
Haushofer había sido iniciado en una de las más importantes sociedades secretas budistas. El fracaso en su misión lo arrastró al suicidio. Es un hecho histórico que el 14 de marzo de 1946, Haushofer asesinó a su esposa Marta y luego se ejecutó a sí mismo al estilo japonés. Con respecto a la svástica, Pauwels y Bergier hacen notar: «En Europa como en Asia, la svástica siempre ha sido considerada una señal mágica. Se la reconoce como un símbolo del sol, como una fuente de vida y de fecundidad, o del trueno, al igual que una manifestación de la ira divina, que tenía que ser apaciguada. En contraste con la cruz, el triángulo, el círculo o la media luna, la svástica no es una señal primitiva la cual podía ser inventada y reinventada en cualquier momento de la historia de la humanidad, o en cualquier lugar del globo, con un significado simbólico diferente en cada ocasión. Es de hecho la primera señal trazada con una intención definida.
El ejemplar conocido más antiguo de la svástica, se supone que fue descubierto en Japón, en el tiempo del comienzo del budismo, el cual lo adoptó como su emblema. De importancia capital es el hecho de que es enteramente desconocido de que sólo se advierte accidentalmente en todas las regiones semíticas, tal como Egipto, Caldea, Asiria y Fenicia. Es un símbolo exclusivamente ario».
Ellos también citan el libro publicado en 1931 en francés, titulado El símbolo de la cruz, escrito por el ocultista Rene Guenon, y dicen: «Recientemente leímos la siguiente noticia en un artículo en el Journal des Debats del 22 de enero de 1929, que muestra que las tradiciones antiguas no están tan muertas como piensan las personas: 'En 1925 los indios cunas se levantaron en una revuelta, asesinaron a los gendarmes de Panamá que vivían en su territorio y fundaron la república independiente de Thule, cuya bandera es la svástica sobre un fondo anaranjado con un borde rojo. Esta república existe hasta este día'. De interés especial es la asociación de la svástica con el nombre de Thule, la cual es una de las designaciones más antiguas de ese supremo centro espiritual, la que también ha sido aplicada a algunas de sus ramificaciones menores». Obviamente, parece más que coincidencia que la svástica nazi fuera colocada en una bandera con un trasfondo anaranjado.
Hay una curiosa adición a la épica nazi. Pauwels y Bergier repiten un incidente ampliamente conocido que tuvo lugar a finales de la segunda guerra mundial: «Fue en 1926 que una pequeña colonia hindú y tibetana se estableció en Berlín y Munich. Cuando los rusos entraron a Berlín, encontraron entre los cadáveres mil 'voluntarios muertos', de origen himalayo, vestidos con uniformes alemanes sin papeles o distintivos de identificación. Tan pronto como el movimiento nazi comenzó a adquirir fondos extensos, organizó un número de expediciones a Tibet las cuales tuvieron éxito prácticamente sin interrupción hasta 1943».
La documentación de ellos sobre la conexión ocultista continúa por cerca de 300 páginas. Suficiente es decir, que demuestran sin ninguna sombra de duda que la cruz torcida de la bandera nazi fue considerada universalmente por los miembros del grupo como un símbolo ocultista de los poderes antiguos que fueron destruidos hace miles de años en un cataclismo mundial.
Fue la marca de la cultura canaanita, la que hizo un pacto ilícito con los ángeles caídos, con las fuerzas de las tinieblas. De tal manera, aunque no haya una conexión cierta entre este movimiento, el cual existe hasta este día, y la marca que Dios colocó sobre Caín, sí es lógico suponer que son lo mismo. Después de todo, fueron los canaanitas quienes se dejaron corromper por los ángeles caídos. Las leyendas de su gran poder colman cientos de volúmenes ocultistas.
En gran contraste, el símbolo universal judeo cristiano de redención, es la cruz. Representa la esperanza de la humanidad perdida y la gracia fortificante de Dios. La cruz torcida es exactamente lo opuesto, simboliza el poder del hombre, quien a través de una alianza profana con las fuerzas de las tinieblas, intenta edificar su propio mundo de orgullo y poder. Muchos han soñado con recuperar el poder que perdieran los antiguos. Esta ilusión alienta la esperanza de los grupos de la Nueva Era alrededor del mundo. Es sobre este blasfemo procedimiento que un día el Anticristo reclamará el poder para esclavizar a las personas de todas las naciones.
Es así como la batalla continúa. En un lado están los sellados con la cruz, con la tahv de la verdad y perfección en Cristo. En el otro están los marcados con la cruz torcida de una cultura antigua y corrupta. En Efesios 4:17-1 9, Pablo habla de esta corrupción: "Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza". Unos pocos versículos después, Pablo le asegura a los fieles, que verdaderamente son sellados por la acción del Espíritu Santo de Dios: "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención" (Ef. 4:30).
En alguna forma que es instantáneamente visible a Dios, los cristianos llevamos la marca de la cruz. Una vez se nos coloca ya no puede ser removida. En la práctica antigua de sellar, se fijaba un objeto con un sello para impedir que se moviera de una posición a otra. Es el método más antiguo de indicar que algo nos pertenece. El sello tradicionalmente se imprimía como una marca o diseño que hablaba de su propietario.
Los cristianos somos marcados con la señal del propio Señor, llevamos la marca que indica que le pertenecemos. De hecho, el propio Espíritu Santo de Dios es quien nos sella. Eso nos garantiza tanto redención como protección. El sello del Espíritu Santo es algo que no puede romperse, es la garantía de que estamos seguros hasta el tiempo ordenado de nuestra redención y la promesa de que entraremos en el reino de los cielos.