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Recientemente se celebró en la Iglesia Saddleback en el sur de California, la reunión cumbre del “programa de recuperación”, cuyo propósito principal fue entrenar a líderes y pastores que retornarían a sus iglesias e inaugurarían en ellas el tan celebrado “programa”.
Lamento decirlo, pero nuestras iglesias hoy están sumergidas en serios problemas. No me referiré a las iglesias que “crecen” con la levadura de nuevas revelaciones, nuevos espíritus, nuevos experimentos, nuevas experiencias, nuevos profetas y profetisas, gracias a ese “otro evangelio” que menciona Pablo.
Todos desean ir al cielo. Incluso aunque sólo se trate del cielo de su propia imaginación, las personas se sienten arrastradas por la esperanza de un paraíso futuro. El hombre secular anhela un cielo en la tierra. Eso que siempre hemos pensado que se encuentra arriba, él quiere hacer que descienda hasta la tierra. Como ya veremos, no están pensando en una dirección, sino en una dimensión.
Es muy raro que algún predicador tenga una serie de mensajes sobre «Cómo nos vino la Biblia». Los hay algunos, también hay libros que ofrecen bastante información, sin embargo siempre tenemos que cuidarnos de la fuente de donde recibimos determinada información.
El asalto a la Palabra de Dios comenzó en el huerto del Edén y se concentró en el primer mandamiento que Dios le diera a Adán. La agresión fue instigada por el diablo quien comenzó a dictar su primer seminario, al plantear una pregunta. Tristemente Eva fue una ingenua y se dejó engañar cándidamente.
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”(2 Ti. 4:3, 4).
En nuestros días se está promoviendo a Dios como si se tratara de la última lotería, de un juego de ruleta o de una máquina tragamonedas, arreglada para que pague tan pronto usted le coloca la moneda en la ranura. Sin embargo, al igual que la máquina no le dará un centavo si antes no ha depositado dinero.