Herederos del reino de Dios
- Fecha de publicación: Domingo, 09 Noviembre 2014, 03:37 horas
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Hay una larga lista de preguntas que podemos hacernos para poder entender lo que la Biblia enseña sobre la HERENCIA DEL REINO DE DIOS.
Yo no quiero debilitar la fe de nadie, pero debo decir algunas cosas que es raro que se enseñe hoy desde los púlpitos.
He aquí una declaración que usted no debe olvidar:
«Todos los herederos del Reino de Dios son cristianos, pero no todos los cristianos finalmente lo heredarán. Ser salvo y heredar el Reino, no es lo mismo».
«Todos los que recibieron a Cristo son salvos, pero no todos finalmente heredarán el Reino». ¿Cree usted que hay muchas clases de cristianos?
- Hay cristianos carnales...
- Hay cristianos infieles...
- Hay cristianos perversos...
- Hay cristianos inmorales...
- Hay cristianos niños...
- Hay cristianos espirituales...
- Hay cristianos fieles...
- Hay cristianos santos.
Teniendo en cuenta la variedad de cristianos, debemos preguntarnos a qué grupo pertenecemos.
• ¿Son todos igualmente salvos...?
• ¿Van todos al mismo cielo?
• ¿Tienen todos la misma paga por todo?
Si la respuesta es sí, entonces... ¿para qué esforzarse y librar tantas batallas, muchas veces tan feroces contra el tentador, si de todos modos a la postre no habrá diferencia entre mediocres y héroes de la fe? Si la respuesta es que... hay diferencia eterna, entonces debemos explicar en qué consiste esa diferencia.
¿Es cierto que hay tantas clases de cristianos? Destaquemos siquiera a algunos de estos que acabo de enumerar.
CRISTIANOS CARNALES.
“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales... porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” (1 Co. 3:1, 3). Pablo define a los hermanos pleiteros, partidistas, fanáticos y con preferencias entre los predicadores, como... “carnales”.
Ser cristiano carnal es carecer de vida espiritual. Es como quien siendo cristiano, vive como inconverso. El carnal se maneja como el incrédulo, aunque no sea incrédulo. El carnal es hijo de Dios, pero sirve al mundo y vive como mundano.
HERMANOS INFIELES.
“Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles” (Lc. 12:41-46).
Si se lee todo el pasaje, tanto los versículos anteriores como los posteriores a esta porción, descubrimos que aquí se habla a los cristianos que deben estar en una actitud de espera a que su Señor regrese. Los... “infieles” aquí no son los perdidos o incrédulos, sino los mismos cristianos, quienes en su calidad de siervos del Señor no son sabios.
HERMANOS PERVERSOS.
El breve capítulo 5 de 1 Corintios habla sobre el caso de un grave pecado de inmoralidad de una familia de la iglesia. El culpable debía ser expulsado de la iglesia. Entre las instrucciones de Pablo aparece esta conclusión: “Porque a los que están fuera (los que no pertenecen a la iglesia), Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros” (1 Co. 5:13).
¿Es posible que haya miembros de la iglesia que son... perversos? ¿Es posible que podamos llamar a cierto hermano... «el hermano perverso»?
¿Van los hermanos perversos al mismo cielo que los demás? Todos sabemos que no todos los cristianos son iguales. Muchos son los que dicen haberse arrepentido y haber recibido a Cristo por Salvador, pero viven una vida que avergüenza a la iglesia y tienen un testimonio pésimo. Lo que nos corresponde descubrir es la abismal diferencia que Dios, finalmente establecerá entre unos y otros.
Yo llamo esto... «LA HERENCIA PERDIDA». Los hermanos, los cristianos, cuya vida es mundana, están, o bien despreciando la herencia o la están despilfarrando. Dios establece en su Palabra una marcada diferencia, no sólo entre cristianos e incrédulos, sino ENTRE CRISTIANOS Y CRISTIANOS.
RECOMPENSA / GALARDÓN / HERENCIA Y CORONAS
Si usted toma una concordancia bíblica y busca las palabras “Recompensa” y “Galardones” notará que al cristiano se le anima a que trabaje por ello. La salvación NO se gana con esfuerzos humanos, sino que es dádiva Divina. Pero aparte de la salvación, la Biblia habla de ciertas ganancias que logramos con nuestro servicio como cristianos.
Personalmente creo que cuando se habla de RECOMPENSA y de GALARDÓN, habla de nuestra apariencia cuando Dios nos dé nuestra nueva imagen. Cuando habla de CORONA, yo creo que habla del título o grado que tendremos. Pero cuando habla de HERENCIA, creo que habla de nuestro destino eterno.
La Biblia dice que debemos procurar entrar en el reino de Dios. Debemos aclarar que el día que el Señor nos salvó, nos hizo aptos a todos para obtener finalmente la HERENCIA del Reino. Pero esto no significa que todos los cristianos finalmente lo obtendrán. “Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Col. 1:12-14).
Recordemos que mediante la salvación por medio de Cristo, todos tenemos derecho, es decir, somos aptos para heredar Su REINO, pero sólo eso, es decir, apenas estamos en condiciones de entrar en Su Reino ETERNO.
La Biblia menciona dos ejemplos muy elocuentes que nos permiten captar mejor esta enseñanza. La salvación es por gracia, es dádiva (regalo) LA SALVACIÓN NO ES UNA HERENCIA.
La herencia siempre es para un hijo, en cambio una persona perdida no es todavía hijo o hija de Dios. De manera que cuando se salva, llega entonces a constituirse en alguien que tiene derecho a la HERENCIA DE SU PADRE.
1. EL CASO DE ESAÚ. En Génesis 25:27-34 se nos relata cómo Esaú, el que tenía derecho a la HERENCIA por ser el mayor, despreció esa herencia o PRIMOGENITURA. Él vendió su derecho por un plato de lenteja, pero Jacob no tardó en adquirirla, porque seguramente tenía una idea mucho más clara de lo que significaba la obtención final de la HERENCIA DEL PADRE.
Es increíble cuan fríamente este hombre se desprende de este tan elevado derecho. “Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?... Así menospreció Esaú la primogenitura” (Gn. 25:32, 34).
Desde ese día en adelante, todo parecía marchar normalmente, no parecía que Esaú había perdido algo. Pero llegó el día cuando el anciano Isaac estaba listo para hacerlo dueño de la herencia. Creo que Esaú representa a millones de cristianos que desprecian de la misma manera su derecho a la herencia del Reino. Son cristianos que se encogen de hombros, diciendo... «no importa como viva yo, lo importante es que la salvación es por la gracia... total, soy salvo y la salvación es segura, no se pierde...».
¿Es cierto esto? Sí, es cierto, pero aunque Esaú alegó que.... “de qué” me sirve la primogenitura, total un día moriré, luego cambió de parecer y se arrepintió profundamente por su grave error. Pasa el Capítulo 26 de Génesis y tanto Esaú como Jacob parecen vivir normalmente. Todo cambia cuando llegamos a Génesis 27.
Usted habrá leído cómo Jacob se apoderó de la herencia. También habrá leído cómo Esaú le trajo la comida a Isaac, esperando obtener la herencia, pero se encontró con la realidad de hacía algunos años (Gn. 27:33, 34).
1. Esaú se cerró la puerta para la HERENCIA para siempre.
2. Esaú nunca dejó de ser hijo de Isaac y hermano de Jacob.
3. El cristiano con el desprecio a la herencia, sí es hijo de Dios, nunca deja de serlo y también es hermano de los mejores hermanos que sí son herederos y obtendrán el reino.
Pero había algo que Esaú comprendió demasiado tarde:
• Entendió el valor de su primogenitura (herencia).
• Que es algo que al despreciar uno, nunca la recupera. “No sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas” (He. 12:16, 17). Habrá en la presencia del Señor escenas tristes.
Muchos cristianos recién entonces descubrirán su grave error. Ante el Tribunal de Cristo habrá súplica de arrepentimiento y corrección. Será un momento... estilo dormitorio del anciano Isaac con la visita de Esaú. Esaú ES EL TÍPICO CASO DEL DESPRECIO DEL REINO.
2. EL CASO DEL HIJO PRÓDIGO(Lc. 15:11-32). El hijo menor solicitó a su padre su parte, “…Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado...” (vs. 12-14a).
A diferencia de Esaú, quien despreció la primogenitura (su HERENCIA), el hijo pródigo la quiso ya mismo. No quería esperar hasta cuando llegara el momento para recibir su HERENCIA. ¿No hacen esto muchos cristianos hoy?
1. Quieren todo el confort ahora mismo.
2. Son muy buenos pastores y predicadores y buscan sueldos altos.
3. Quieren el reconocimiento y la admiración ahora y lo obtienen.
4. Les encanta ser famosos y muy solicitados.
5. Desean arrastrar a grandes multitudes y sin duda hacen grandes esfuerzos y tienen resultados.
6. Lo que no quieren estos... “PRÓDIGOS MODERNOS” es trabajar en el anonimato.
Un día el hijo pródigo regresó. Desde que el hijo solicitó que se le diera su parte nunca más vio al padre hasta cuando lo hubo todo malgastado. Ahora regresó, nunca dejó de ser hijo y el padre lo recibió. El hijo supo perfectamente su condición que se igualaba a la de un criado, no la de un hijo.
¡Es muy importante notar lo que el padre le dijo al hijo mayor, que no había solicitado su HERENCIA!... “Tú siempre estás conmigo” y... “todas mis cosas son tuyas” (v. 31).
• Todos los salvos van al cielo, esto es innegable…
• Todos los salvos tienen vida eterna...
• Todos los salvos “han pasado de muerte a vida”...
• Todos los salvos lo son para siempre...
Pero NO TODOS finalmente entrarán en Su REINO para formar parte del gabinete de los que han de ocupar elevados y prestigiosos cargos en las cortes celestiales.
Algunos textos intrigantes. “Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hch. 14:21, 22). Es obvio que Pablo habla aquí a los cristianos, pero les dice que deberán prepararse para sufrir mucho, si quieren entrar en el reino de Dios. No habla de la vida eterna, porque ésta nos la ganó el Señor mediante SUS SUFRIMIENTOS.
“Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis” (2 Ts. 1:3-5). Es muy llamativa la declaración en el versículo 5. Cristo padeció para que podamos tener vida eterna. Nadie será salvo por padecer, sufrir, trabajar o tener muy buen testimonio. Pero aquí se nos dice que el padecer tiene que ver con... “el reino de Dios” (Mt. 20:16b).
• “Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros” (Mt. 19:30).
• “…De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Mt. 19:23, 24).
• “…He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos? Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mt. 19:27-29). La palabra “heredará” es una directa referencia al reino de Dios y no solamente a la vida eterna, ya que la vida eterna NO se hereda. “Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis” (2 Ts. 1:5).
“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 P. 1:10, 11). Hay cierto tipo de comportamiento de un cristiano que le permite lograr una... “amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Esta expresión es exactamente opuesta a la que encontramos en 1 Corintios 3:14, 15: “Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego”. Pero... ¿Qué pérdida sufrirá ese... “él”? Es muy probable que se trate del reino de Dios, la HERENCIA DELREINO.
En el libro de Daniel tenemos una muy clara ilustración que nos muestra esto de... “heredar el reino” o ser solamente un súbdito de ese reino. Cuando el rey Nabucodonosor llevó cautivo a Israel, ordenó que uno de sus secretarios buscara entre los cautivos a cierto tipo de muchachos, con ciertas cualidades que pudiesen estar en su palacio. “Muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos” (Dn. 1:4).
• Debían ser muchachos sin defecto físico alguno.
• Muchachos de buena apariencia física.
• Muchachos con una cultura general.
• Muchachos inclinados a la ciencia (o ciencias).
• De buen entendimiento, es decir, que sepan juzgar las cosas correctamente.
• Idóneos para formar parte del cuerpo del personal en el palacio real.
• Capaces de aprender la escritura y el idioma caldeo (no cabeza dura).
¡Es exactamente esto lo que se hará finalmente con aquellos que recibirán LA HERENCIA DEL REINO! Todos los cristianos nos estamos preparando ahora para ser o no, parte de quienes hemos de co-reinar con el Señor.
Consideremos algunas expresiones:
• La parábola de la oveja perdida (Lc. 15:4-7).
• Pobres en espíritu (Mt. 5:3; Is. 66:2).
• Buscar el Reino (Mt. 6:33).
• Muchos no entrarán en el Reino (Mt. 7:21-23).
• Los hijos del Reino echados en las tinieblas (Mt. 8:11-13).
• Heredar el reino (Mt. 25:34).
• Mano sobre el arado y mirando atrás (Lc. 9:62).
• Buscar el reino (Lc. 12:31).
• Plugo al Padre darles el reino (Lc. 12:32).
• Acuérdate de mí (Lc. 23:42, 43).
• 1 Tesalonicenses 2:12.
¿Quiénes no entrarán en Su reino? “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1 Co. 6:9, 10).