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Argumento en las Naciones Unidas

  • Fecha de publicación: Lunes, 15 Mayo 2017, 11:57 horas

Durante una reunión en el Concilio de Seguridad de las Naciones Unidas, Ricardo Alarcón Quesada, quien entonces era embajador cubano y John Scali, embajador de Estados Unidos, entablaron una discusión con pruebas bíblicas y todo, acerca de quién era responsable por la caída del presidente marxista Salvador Allende de Chile.  Quesada acusó a Estados Unidos de haber maquinado la conjura.  Scali se mofó diciendo que en breve acusarían a la CIA por haber escrito secretamente la Biblia.

Más tarde Quesada dijo que deseaba que todos supieran que aunque no era creyente, leía la Biblia y respetaba a los que creían.  Comentando con ironía: “Estoy seguro que la Biblia no pudo haber sido escrita por la CIA, porque es un documento opuesto a la hipocresía y a los hechos diabólicos que esta agencia comete”.   Por su parte, Scali declaró: “Quesada continuó, y hasta se sintió animado a leer varios capítulos.  Dijo que la negación de Estados Unidos de haber participado en el golpe de estado de Chile, le recordaba a Apocalipsis 21:8, que dice que los mentirosos serán consignados en el infierno”.

Scali buscó a Santiago 3:7,8 como su respuesta, señalando la naturaleza venenosa de la lengua.  Y dice este texto: “Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal”.  Este derramamiento de bilis de Quesada, le dio un nuevo significado a estos pasajes de la Biblia, la que de súbito se convirtió en una fuente inspiradora de citas para el embajador cubano.

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