Uno de las imágenes más familiares en toda la Biblia es esa en la cual 144.000 judíos reciben el sello de Dios en sus frentes, 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel: "Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel"(Ap. 7:2-4).