El Judío ¿Bendición o maldición? (IV) El ejército de Israel grande en extremo
- Fecha de publicación: Martes, 04 Febrero 2020, 09:05 horas
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“Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo” (Ezequiel 37:10). Este versículo nos informa que Israel, luego de surgir de un destino aparentemente sin esperanzas, integrará “un ejército grande en extremo”. Se convertirán de víctimas en victoriosos, de destruidos a destructores, y de perseguidos a cazadores. Hoy somos testigos de que las puertas de la Tierra Santa, las cuales hace unos dos mil años les dieron una despedida hostil, ahora se han vuelto a abrir. Uno por uno, los judíos están regresando a Israel. Con el holocausto detrás y sus enemigos antiguos al frente, ellos han llegado con un ojo sobre el arado y el otro en el fusil.
El ejército judío ha surgido al poder para cumplir con un propósito específico dentro del plan profético de Dios. Lo que resumiremos a continuación es una crónica de los eventos programados para ocurrir, tal como lo anticiparon los profetas.
1. Dios congrega a los judíos en su territorio, en Israel, desde los cuatro confines de la Tierra.
2. Los judíos reconstruyen las ruinas y vuelven habitar las ciudades que estuvieron abandonadas.
3. Encuentran la resistencia de los árabes.
4. Israel integra un ejército grande en extremo para protegerse.
5. Las naciones árabes que los rodean forman una confederación.
6. La confederación planea una conjura para destruir a Israel.
7. Comienza la guerra entre la confederación e Israel.
8. Los judíos vuelven a recibir el título de “Mi pueblo Israel”.
9. Israel de manera decisiva derrota la confederación.
10. Israel toma prisioneros de guerra.
11. Se reforma la región.
12. Israel expande sus límites.
13. Israel mora con seguridad en el territorio.
14. Israel se convierte en un ejército grande en extremo
15. ¡Este último segmento del plan, lo cumple Dios!
El propósito primario de este período profético es impartir juicio sobre la animosidad establecida desde tiempos antiguos contra las promesas que Dios le hiciera a Abraham. Muchos siglos antes, Agar, Ismael, Esaú, Moab y Amón mostraron una actitud adversa en contra de Dios y sus promesas. A lo largo de los años que siguieron, sus descendientes perpetuaron este odio e impulsaron esta disposición a través de la región. A otros enemigos históricos de Israel les pareció favorable adoptar esta actitud, y con el paso del tiempo, este “odio antiguo” fue abrazado por la religión conocida como el islam.
1. DIOS CONGREGA A LOS JUDÍOS EN SU TERRITORIO, EN ISRAEL
Esta reunificación se encuentra profetizada en numerosos pasajes de la Escritura, algunos de las cuales ya hemos mencionado. Este proceso actual o Aliyah, por medio del cual el mundo está siendo testigo de la inmigración del pueblo judío a Israel, es el cumplimiento de estas profecías.
- “Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país” (Ezequiel 36:24).
- “Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel” (Ezequiel 37:12).
Estos pasajes del profeta Ezequiel, describen en detalle el regreso de los judíos a la Tierra Santa. Declaran que son tomados “de las naciones”, aludiendo al hecho que estuvieron dispersos en todo el mundo. Además, que Dios está rescatando a esos judíos que regresan del holocausto de una condición horrible semejante a una sepultura.
“Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra” (Isaías 11:11 y 12).
Isaías nos informa que el Señor alzará su mano una segunda vez para recobrar al remanente de su pueblo desde “los cuatro confines de la tierra”. “Su mano” se refiere a un evento que ocurre debido a la intervención Divina. En este caso por ejemplo, Dios toma la responsabilidad para asegurar la supervivencia y regreso de un remanente judío. Isaías declara que será una segunda vez, en la Escritura no hay referencia a una tercera, cuarta o quinta vez, haciendo que esta segunda vez, sea tanto significativa como final. Hay diversas teorías respecto a lo que constituye la primera y la segunda vez. En la segunda vez, Isaías usa la idea de los cuatro confines de la tierra para indicar que la extensión de la reunificación es a todo lo ancho del mundo.
“Entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres” (Deuteronomio 30:3-5).
Este pasaje de Deuteronomio, describe no sólo la reunificación mundial, sino también la restauración de las fortunas de los judíos. Este es otro propósito para la integración del “ejército grande en extremo”. Ya que será el instrumento para la recapturación de la Tierra Prometida y como tal de la riqueza y recursos que se encuentran allí.
2. LOS JUDÍOS RECONSTRUYEN LAS RUINAS Y VUELVEN HABITAR LAS CIUDADES QUE ESTUVIERON ABANDONADAS
Durante el período de dispersión, las ciudades de Israel estuvieron abandonadas y reducidas a ruinas. Monumentos históricos y culturales, estaban hechos escombros. Las naciones que los rodeaban fueron prácticamente tragándose al país por todos sus lados, y al hacerlo se apropiaron del territorio prometido a Abraham y sus descendientes - el pueblo judío. El profeta Ezequiel anticipó así este escenario hace más de dos mil quinientos años: “Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo de vosotros: ¡Ea! también las alturas eternas nos han sido dadas por heredad; profetiza, por tanto, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto os asolaron y os tragaron de todas partes, para que fueseis heredad de las otras naciones, y se os ha hecho caer en boca de habladores y ser el oprobio de los pueblos, por tanto, montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y asolamientos y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas por botín y escarnio de las otras naciones alrededor; por eso, así ha dicho Jehová el Señor: He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra las demás naciones, y contra todo Edom, que se disputaron mi tierra por heredad con alegría, de todo corazón y con enconamiento de ánimo, para que sus expulsados fuesen presa suya” (Ezequiel 36:1-5).
Las frases claves en estas escrituras son “otras naciones alrededor”, “todo Edom”, “mi tierra”, “Por cuanto os asolaron y os tragaron de todas partes”. Las naciones árabes que los rodeaban, incluyendo Edom, se aprovecharon plenamente del territorio de Israel, mientras el pueblo judío era su propietario ausente durante los siglos de su dispersión mundial. Lo que ocurrió en 1948, fue que en esencia, los israelíes tomaron posesión legal de la Tierra Santa.
En el corazón del conflicto en el Medio Oriente hoy, está la Tierra Santa. El retorno de los judíos significó la expulsión de los intrusos árabes. Muchos se han convertido en refugiados sin hogar, y las naciones que los rodean de las cuales provienen sus ancestros han facilitado ahora su retorno. Israel busca aceptación entre esos países, por la simple prerrogativa a existir como una nación. A fin de que a ellos les otorguen este privilegio, la comunidad internacional les exige que entreguen como castigo parte del territorio que les corresponde por derecho. Según Salmos 83, “Ellos no lo entregan voluntariamente”, ni lo harán, sino que se han visto forzados a cederlo.
Los intrusos árabes esperan sacar una buena tajada por esta parcela de tierra, y hasta ahora están cobrando el precio del rescate aterrorizando sistemáticamente la Tierra Santa. Finalmente la Escritura sugiere que así sea que se honre o no este valor, los judíos permanecerán siendo las víctimas de este odio antiguo que infecta la región. A pesar de la formidable oposición que le esperaba a los israelíes a su regreso al territorio de Israel, de parte de los árabes intrusos, Ezequiel además profetiza que recuperarían las ciudades y reconstruirían las ruinas.
“Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque cerca están para venir. Porque he aquí, yo estoy por vosotros, y a vosotros me volveré, y seréis labrados y sembrados. Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas” (Ezequiel 36:8-10).
3. ENCUENTRAN LA RESISTENCIA DE LOS ÁRABES
Los enemigos avanzaron sin éxito por lo menos en tres asaltos primarios en contra de Israel, en 1948, 1967 y 1973. Las naciones islámicas han abrazado el método no convencional del terrorismo como una alternativa a la guerra convencional, y la Biblia sugiere que éste sería el caso.
- “Tú [Edom - los refugiados palestinos], que habitas en las hendiduras de las rocas; tú, que ocupas las alturas de los montes: fuiste engañado por el terror que infundías y por el orgullo de tu corazón. Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila, desde allí te haré caer - afirma el Señor” (Jeremías 49:16 Nueva Versión Internacional).
- “Yo he oído las afrentas de Moab [de Jordania Central], y los denuestos de los hijos de Amón [el norte de Jordania] con que deshonraron a mi pueblo [Israel], y se engrandecieron sobre su territorio” (Sofonías 2:8).
- “Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo de vosotros [Israel]: ¡Ea! también las alturas eternas nos han sido dadas por heredad” (Ezequiel 36:2).
- “Así ha dicho Jehová el Señor: Por lo que hizo Edom [el sur de Jordania], tomando venganza de la casa de Judá, pues delinquieron en extremo, y se vengaron de ellos” (Ezequiel 25:12).
- “Por la injuria [de Esaú] a su hermano Jacob [o Israel] te cubrirá vergüenza, y serás cortado para siempre” (Abdías 10).
- “Por cuanto tuviste enemistad perpetua, y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo” (Ezequiel 35:5).
Como un pueblo, los judíos fueron arrastrados a la apostasía por sus líderes para el tiempo del primer advenimiento de Cristo. Esto ocasionó que la nación como un todo rechazara al Señor Jesucristo como su Mesías. Este pecado imperdonable de la nación detallado en Mateo 12:24-31, fue la iniquidad que mencionara Ezequiel, una iniquidad que culminó con el holocausto.
Algunos estudiosos de la Palabra de Dios, creen que éste fue el evento catastrófico y climático que puso fin a la disciplina del pueblo judío. A partir del momento en que la nación de Israel rechazó al Señor Jesucristo, en cumplimiento de Oseas 1:9 y 10, los israelitas poco a poco dejaron de ser llamados “el pueblo de Dios”, mientras que Cristo volvió sus esfuerzos tanto a los judíos como a los gentiles. En el capítulo 13 de Mateo, el Señor comenzó hablando en parábolas, evidenciando su cambio radical en el ministerio.
La palabra hebrea para iniquidad es avon, y se usa por primera vez en Génesis 4:13 en relación con el castigo de Caín por haber derramado la sangre de su hermano Abel. Hebreos 12:24 declara que sobre la Cruz se vertió una sangre mejor que la de Abel. “A Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (Hebreos 12:24).
Toda la culpa por la sangre derramada de los justos, incluso la de Abel, sería medida en contra de la generación judía presente al tiempo de la primera venida de Cristo. La nación que el mundo conociera por largo tiempo como “el pueblo escogido” se había convertido en un nido de víboras. Los líderes judíos fueron llamados serpientes, y finalmente vertieron la sangre de Cristo, así como sus antepasados derramaron la sangre de los profetas.
Jesús les dijo: “Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación” (Mateo 23:31-36).
La mención a un hermano derramando la sangre de otro y recibiendo castigo por ello, es como sigue: Caín era el hermano mayor de Abel, Caín estaba celoso del compañerismo que tenía su hermano con Dios, porque sus obras eran malas y las de Abel justas. Por eso Caín derramó la sangre de su hermano y fue castigado: “Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra” (Génesis 4:9-12).
Asimismo, los judíos, desempeñando el papel de hermanos mayores celosos, derramaron la sangre de Cristo. Sus caminos y obras, eran malas como los de Caín, y las obras de Cristo como las de Abel, eran justas. Sus ofrendas de sacrificio, al igual que las de Caín, fueron halladas faltas ante Dios, porque carecían de arrepentimiento verdadero.
La Ley Mosaica que había quedado reducida a una condición de hipocresía, finalmente fue eliminada y fue remplazada por un nuevo pacto mucho mejor. Cristo era y todavía sigue siendo un judío. Por consiguiente de manera justificable, sigue considerando al pueblo judío como sus hermanos. “Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué” (Ezequiel 36:19).
Como castigo Jehová Dios maldijo a Caín de la tierra. De manera similar, los judíos fueron castigados y expulsados del territorio de Israel. Caín se convirtió en un fugitivo y vagabundo sobre la faz de la tierra, siempre bajo la amenaza de persecución. “Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará” (Génesis 4:13 y 14).
Podemos comparar esto con el pueblo judío durante los siglos de su dispersión mundial. Algunos ejemplos claros de la persecución de los judíos durante el período de dispersión fueron la expulsión de España en 1492 y el Holocausto que concluyó en 1944.
Finalmente Caín dijo: “me esconderé”. Algo muy similar a lo que le ocurrió al pueblo judío, que dejó de ser su pueblo, y aparentemente se escondió del rostro de Dios. Ezequiel 36:19 nos dice, que el pueblo judío había sido juzgado. Ellos han sido juzgados severamente por su iniquidad, y aunque permanecen en una condición nacional de incredulidad en el Mesías, Dios está avanzando en su programa profético.
4. ISRAEL INTEGRA UN EJÉRCITO GRANDE EN EXTREMO PARA PROTEGERSE
Israel se ha convertido en un instrumento militar afilado como resultado de los asaltos árabes en contra de ellos. Su ejército se ha levantado, sin que se haya advertido la gran mayoría, en preparación para el cumplimiento del juramento que Dios le anticipó a Ezequiel. “Por lo cual así ha dicho Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta” (Ezequiel 36:7).
Dios alza su mano en juramento, para revertir la dirección de la vergüenza colocada sobre Israel, y declara por medio de Ezequiel: “He jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta”. Dios ejecutará la afrenta de esas naciones hostiles árabes que se encuentran alrededor de Israel en conformidad con la cláusula registrada en Génesis 12:3, de que “maldecirá a quienes los maldijeren”.
Esta cláusula es el procedimiento de política exterior de Dios hacia las naciones gentiles. Para cambiar esta vergüenza que pesa sobre Israel, será necesario primero que haya derramamiento de sangre árabe, ya que ellos son culpables de haber derramado la sangre de los judíos; como segundo porciones del territorio que hoy tienen en su poder, quedarán bajo la soberanía judía, porque se apropiaron ilícitamente de Israel, y por último todo esto involucrará asimismo la toma del botín de guerra. Esa será la condición de que estará disfrutando Israel, cuando haga su aparición la alianza de Magog.
- “De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente” (Ezequiel 38:8).
- “Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra. Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?” (Ezequiel 38:10-13).
Estos pasajes de la Escritura resumen bien el punto, respecto a cuáles serán las condiciones en Israel antes de la invasión ruso-iraní de Magog. En los últimos días, esos que fueron sacados de las naciones serán un pueblo pacífico que morará con seguridad en los lugares que estuvieron desolados y que estarán nuevamente habitados, gente que habrá adquirido un gran botín.
Esta condición en su mayor parte, es el resultado de la conquista de Israel sobre la confederación mencionada en el Salmo 83, la confederación integrada por las naciones árabes que rodean a Israel. Sabá y Dedán que son las ciudades antiguas que hoy corresponden a Yemen y Arabia Saudita, reconocen los grandes despojos que Israel ha adquirido gracias a su victoria sobre las naciones árabes. Ellos, junto con los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, parecen no estar de acuerdo con esta alianza de Magog ruso-iraní.
Como ya dijéramos, las naciones árabes confederadas mencionadas en el Salmo 83 no son parte de esta alianza ruso-iraní. Algunos comentaristas encuentran interesante que los palestinos, libaneses, sirios, jordanos, árabes sauditas y egipcios, quienes en la actualidad son los oponentes más evidentes del estado judío, parecen no ser parte de esta confederación. La explicación lógica para que ellos estén excluidos, es que han sido derrotados previamente por el ejército de Israel grande en extremo.
Además, hay pasajes en la Escritura que parecen describir a estos pueblos árabes desplazados de sus territorios. Muchos de sus ciudadanos son asesinados, expatriados o capturados y colocados en campos de concentración. El ejército de Israel grande en extremo, toma control del territorio, ganado y posesiones. Su gente en los últimos días, dejará de vivir bajo la amenaza de los árabes y se convertirá en un estado pacífico, que mora sin muros y no tienen cerrojos ni puertas.
En la actualidad hay muy poca duda entre las naciones en la región o en el mundo árabe, respecto a cuál nación en el Medio Oriente es la más dominante militarmente. Es Israel, el que se ha elevado a esta posición en menos de sesenta años. Han sobrevivido como nación y han dependido de su propia habilidad para repeler los numerosos asaltos árabes. Es claro entonces, que Israel rápidamente se ha ido conformando hasta convertirse en el instrumento militar profetizado en Ezequiel 37:10.
5. LAS NACIONES ÁRABES QUE LOS RODEAN FORMAN UNA CONFEDERACIÓN
Líbano al norte, Siria al noreste, Jordania al este, Arabia Saudita al sureste, Gaza al occidente, y la península de Sinaí y Egipto al sur, todos se encuentran enumerados en la confederación. Aunque cada uno de estos países en una u otra forma participaron en los asaltos en contra de Israel en 1948, 1956, 1967 y 1973, ninguno de ellos reúne la descripción del cumplimiento final de la profecía del Salmo 83
6. LA CONFEDERACIÓN PLANEA UNA CONJURA PARA DESTRUIR A ISRAEL
Hasta la fecha, el consenso entre todos estos países árabes es rechazar el derecho de los israelitas a morar en su territorio. Es mucha la presión para que cambien su actitud y acepten a Israel. Tal vez la comunidad internacional tenga éxito y logre forzarlos para que admitan el derecho de los judíos a existir como una nación. Sin embargo, sabemos por la Palabra infalible de Dios que en un momento futuro no muy distante, todos ellos se unirán e integrarán una confederación cuya meta será nada menos que la exterminación del pueblo judío y la recuperación de la tierra santa de Israel.
“Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto. Porque he aquí que rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza” (Salmos 83:1-5).
Estas naciones se unirán en un intento por promover y propagar el dominio del islam. Tratarán de destruir al pueblo judío y a su religión, e intentarán tomar posesión de la propiedad de Israel con todas sus ruinas reconstruidas y su economía revitalizada.
7. COMIENZA LA GUERRA ENTRE LA CONFEDERACIÓN E ISRAEL
Pronto tendrá lugar una guerra mayor y devastadora en el Medio Oriente entre la confederación del Salmo 83:5-8 y el ejército de Israel grande en extremo. Los previos avances árabes en contra de Israel, serán un juego de niños comparado con el intento final que llevará a cabo esta confederación.
- “Por tanto, vienen días, ha dicho Jehová, en que haré oír clamor de guerra en Rabá [Ammán y Jordania] de los hijos de Amón; y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, ha dicho Jehová” (Jeremías 49:2).
- “He aquí que [la confederación de Esaú] como león subirá de la espesura del Jordán contra la bella y robusta [el ejército de Israel]; porque muy pronto le haré [a Esaú] huir de ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí, y quién me emplazará? ¿Quién será aquel pastor que me podrá resistir?” (Jeremías 49:19).
- “Huid, volveos atrás, habitad en lugares profundos, oh moradores de Dedán [de Arabia Saudita]; porque el quebrantamiento de Esaú [del sur de Jordania] traeré sobre él en el tiempo en que lo castigue” (Jeremías 49:8).
Éstos tres pasajes de la Escritura, junto con muchos otros, indican que habrá una guerra en el Medio Oriente, cuya cercanía no parecen advertir muchos estudiosos de las profecías. Entre esos, están algunos que la colocan en el período de los siete años finales de la tribulación. Sin embargo, con todo respeto debemos decir que no estamos de acuerdo. Todo parece indicar que este evento ocurrirá pronto, antes del avance de la invasión ruso-iraní de Magog y la septuagésima semana de Daniel, es decir del período de la tribulación.
Durante la tribulación, el ejército israelí habiendo ganado previamente el título de ser un ejército grande en extremo, permanecerá a un lado por tres años y medio, mientras se confirma una paz falsa y temporal. Luego, en los tres años y medio restantes, este ejército será derrotado y los judíos huirán de Israel a otro lugar por motivos de seguridad, conforme el Anticristo avanza en un intento por destruirlos
8. ISRAEL VUELVE A RECIBIR EL TÍTULO DE “MI PUEBLO ISRAEL”
En algún momento, en medio de los eventos enumerados en esta parte de nuestra serie de mensajes, el estado judío vuelve a ocupar su posición anterior como “pueblo escogido de Dios”. Al ocurrir esto, la nación una vez más es identificada como “Mi pueblo Israel”.
9. ISRAEL DE MANERA DECISIVA DERROTA LA CONFEDERACIÓN
El ejército de Israel derrotará la confederación del Salmo 83, y como resultado, Dios cumplirá su juramento hecho en Ezequiel 36:7. La confederación de naciones árabes será humillada por su intento por exterminar a la raza judía. Los historiadores registran los intentos fallidos de ellos, junto con esos de Hitler en el tiempo del Holocausto, y los de Faraón durante el Éxodo hebreo desde Egipto. Adicionalmente, la política divina exterior contenida en la cláusula en Génesis 12:3 del pacto Abrahámico, será evidente una vez más ante los ojos atentos de la humanidad.
El texto de la Escritura que citaremos a continuación concierne a la conquista de Israel sobre sus enemigos antiguos: “La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho” (Abdías 18).
Israel, representado por la casa de Jacob y José, reducirá a ruinas al sur de Jordania, representado por Esaú. Esta derrota no dejará sobrevivientes. “Y tus valientes, oh Temán, serán amedrentados; porque todo hombre será cortado del monte de Esaú por el estrago” (Abdías 9).
La descripción en Abdías 9, es que los soldados de Temán, la cual era una ciudad importante de Edom, son asesinados. Esto enfatiza la severidad de la victoria de Israel sobre los palestinos descendientes de Edom. El equivalente moderno de Temán, bien podría ser una población a unos cinco kilómetros al este de Petra. Sin embargo, Temán y los montes de Esaú parecen representar la entera región de Edom en este pasaje.
“Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Yo también extenderé mi mano sobre Edom, y cortaré de ella hombres y bestias, y la asolaré; desde Temán hasta Dedán caerán a espada. Y pondré mi venganza contra Edom en manos de mi pueblo Israel, y harán en Edom según mi enojo y conforme a mi ira; y conocerán mi venganza, dice Jehová el Señor” (Ezequiel 25:13-14).
La misma mano que Dios levantó para jurar, se extenderá para levantar el gran ejército de Israel. Este ejército ejecutará la venganza Divina en contra de los árabes que atacan a los judíos y al hacerlo asaltan asimismo al pacto de Abraham. La guerra se extiende a Arabia Saudita, conforme el ejército de Israel avanza más allá de la frontera sur de Jordania hacia el noroeste de Arabia Saudita, representada por Dedán.
“Por tanto, oíd el consejo que Jehová ha acordado sobre Edom, y sus pensamientos que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. Del estruendo de la caída de ellos la tierra temblará, y el grito de su voz se oirá en el Mar Rojo” (Jeremías 49:20-21).
Los resultados serán devastadores para los descendientes de Esaú; incluso hasta el más humilde de los judíos tendrá dominio sobre ellos, o los expulsará. Esta es una referencia posible al proceso de captura resultante de la derrota militar. Israel tomará prisioneros de guerra. El estruendo se refiere al ruido aniquilador de este combate. La guerra no se limitará a su campo de batalla al sur de Jordania, sino que se extenderá bien hasta el sur, hasta el mar Rojo.
Esto coloca a los miembros confederados de Arabia Saudita, el sur de Jordania y Egipto dentro de su ámbito. Jeremías dice que la tierra tiembla al sonido de su caída, lo cual muestra la magnitud del efecto que tendrá en la comunidad internacional, la conquista de Israel sobre las naciones árabes. La palabra hebrea que menciona la Biblia es “raash”, la cual refleja el temblor experimentando durante un terremoto devastador y sus réplicas.
“Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser” (Jeremías 49:10).
Israel dejará desolado el territorio al sur de Jordania debido a esta guerra. Los israelíes saquearán a los descendientes de Esaú y su genealogía parece concluir, también saquearán las naciones vecinas integrantes de la confederación involucradas en el conflicto.
“Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán” (Isaías 11:12-14).
El ejército de Israel acabará con sus adversarios confederados y luego irá contra el territorio de Gaza. Al continuar su conquista saquearán al pueblo del este, el cual tal como se menciona por primera vez en la Escritura en Génesis 29:1, se trata de Siria. De allí se apropiarán de Jordania, haciendo que su capital quede bajo la soberanía judía. Amón representa el norte de Jordania, la localización de la ciudad capital de Ammán. Isaías dice que Amón los obedecerá, para describir el sometimiento de la soberanía de Jordania. “Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas” (Isaías 17:1).
La mayor parte de Jordania quedará reducida a ruinas. En la actualidad, casi todas las organizaciones terroristas conocidas en el Medio Oriente tienen representación en Damasco, pero pronto no tendrán ninguna. Cuán apropiado es que la ciudad en donde se encuentran más adversarios en contra de Israel, deje de existir.
- “Acerca de Damasco. Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse. Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. ¡Cómo dejaron a la ciudad tan alabada [Jerusalén], la ciudad de mi gozo! Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas [en Damasco], y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Jeremías 49:23-26).
- “En aquel día los egipcios serán como mujeres; porque se asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de Jehová de los ejércitos, que él levantará contra ellos. Y la tierra de Judá será de espanto a Egipto; todo hombre que de ella se acordare temerá por causa del consejo que Jehová de los ejércitos acordó sobre aquél” (Isaías 19:16-17).
Incluso hasta Egipto estará en la mira del gran ejército de Israel. El cuadro que Isaías describe de manera tan apta, es el de una mujer frágil e indefensa peleando contra un guerrero profesional que porta una espada poderosa. La mujer está asustada conforme el guerrero agita su espada en el aire.
10. ISRAEL TOMA PRISIONEROS DE GUERRA
- “Lamenta, oh Hesbón, porque destruida es Hai; clamad, hijas de Rabá, vestíos de cilicio, endechad, y rodead los vallados, porque Milcom fue llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente... Y después de esto haré volver a los cautivos de los hijos de Amón, dice Jehová” (Jeremías 49:3,6).
- “¡Ay de ti, Moab! pereció el pueblo de Quemos; porque tus hijos fueron puestos presos para cautividad, y tus hijas para cautiverio. Pero haré volver a los cautivos de Moab en lo postrero de los tiempos, dice Jehová. Hasta aquí es el juicio de Moab” (Jeremías 48:46 y 47).
- “Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas” (Jeremías 49:11).
Israel establecerá campamentos de detención en la región del sur de Líbano y el Neguev, ya que está acostumbrado a poner en prisión a palestinos y terroristas conocidos. Este proceso se intensificará en gran manera conforme Israel capture prisioneros de guerra de las varias naciones que integran la confederación del Salmo 83.
La cautividad de Milcom, el dios amonita y Quemos el dios moabita, puede tener interesantes ramificaciones. En la actualidad el dios a quien más sirven los jordanos es Alá. La fe islámica emergió después de que fueran registradas estas profecías. El islam puso bajo una sombrilla monoteísta las prácticas politeístas de los árabes en la región. Se estima que unos 360 dioses diversos venerados por los árabes en el Medio Oriente, quedaron todos bajo el dios llamado Alá. Frases proféticas como “Milcom fue llevado en cautiverio y pereció Quemos”, podrían implicar la disminución en escala del islam, al menos en el Medio Oriente.
“Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos. Terrible será Jehová contra ellos, porque destruirá a todos los dioses de la tierra, y desde sus lugares se inclinarán a él todas las tierras de las naciones” (Sofonías 2:10 y 11).
11. SE REFORMA LA REGIÓN
Debido al alcance magnificado de la campaña militar de Israel, la región experimentará daño severo, ya que los israelíes impondrán una serie de golpes decisivos y ganancia soberana sobre mucho del Medio Oriente. En los pasajes que citaremos a continuación, Siria, Jordania y la Faja de Gaza quedarán bajo serio ataque, y los que en un tiempo fueron ciudades y territorios florecientes, se convertirán en desolación.
- “Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco [Siria] dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas” (Isaías 17:1).
- “Por tanto, vienen días, ha dicho Jehová, en que haré oír clamor de guerra en Rabá [el norte de Jordania] de los hijos de Amón; y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, ha dicho Jehová” (Jeremías 49:2).
- “Mas yo desnudaré a Esaú [el sur de Jordania], descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser” (Jeremías 49:10).
- “Porque Gaza será desamparada, y Ascalón asolada; [las Fuerzas de Defensa de Israel] saquearán a Asdod en pleno día, y Ecrón será desarraigada” (Sofonías 2:4).
12. ISRAEL EXPANDE SUS LÍMITES
El resultado de esta conquista militar será la soberanía sobre los territorios afectados. Israel comenzará a asemejarse a los territorios tribales de la antigüedad.
“Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú [el sur de Jordania], y los de la Sefela a los filisteos [la Faja de Gaza]; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria [la Banca Occidental]; y Benjamín a Galaad [la Banca Occidental y las Alturas de Golán]” (Abdías 19).
El Neguev poseerá el sur de Jordania, y los de Sefala poseerán la Faja de Gaza y las partes sur de la Banca Occidental. El norte de Israel tomará posesión de la parte norte de la Banca Occidental y las Alturas de Golán, gran parte del norte de Jordania y el sur de Siria.
“Por tanto, vienen días, ha dicho Jehová, en que haré oír clamor de guerra en Rabá [el norte de Jordania] de los hijos de Amón; y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, ha dicho Jehová” (Jeremías 49:2).
Gran parte del territorio de Jordania del día moderno, fue en un tiempo parte de la heredad de Israel. Las tribus del este: Manasés, Gad, Benjamín y Rubén en otro tiempo poseyeron el área que está en la actualidad bajo la soberanía jordana.
“En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán, y que juren por Jehová de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez. En aquel tiempo habrá altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto, y monumento a Jehová junto a su frontera” (Isaías 19:18 y 19).
Isaías parece sugerir que la expansión de la soberanía de Israel en la región se extenderá incluso hasta Egipto en alguna forma. En el territorio de Egipto habrá cinco ciudades que hablarán el hebreo. En el centro del país, se erigirá un altar a Jehová, y en la frontera un monumento al Dios de los judíos. El altar podría ser construido para ofrecer sacrificios a Jehová, lo cual era una escena común en la antigüedad cuando operaba la Ley Mosaica.
13. ISRAEL MORA CON SEGURIDAD EN EL TERRITORIO
Israel será elevado a una condición de superioridad regional debido a su victoria decisiva sobre la confederación de las naciones árabes que le rodean. Como tal, morarán con seguridad en el Medio Oriente for un tiempo.
14. ISRAEL SE CONVIERTE EN UN EJÉRCITO GRANDE EN EXTREMO
“Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo” (Ezequiel 37:10).
Innegablemente, el resultado de todos los eventos que acabamos de detallar, le otorgarán a Israel el derecho a clasificar a sus Fuerzas de Defensa, como “un ejército grande en extremo”. Para que reciban genuinamente ese título, se requiere que obtengan una victoria decisiva en una guerra a gran escala. Y eso será exactamente lo que dirá la comunidad internacional, ante el triunfo del ejército del diminuto Israel, sobre la confederación del Salmo 83. Tal como dice Jeremías 49:21, “Del estruendo de la caída de ellos la tierra temblará, y el grito de su voz se oirá en el Mar Rojo”.
15. ¡ESTE ÚLTIMO SEGMENTO DEL PLAN LO CUMPLE DIOS!
Una vez más, el propósito de todo esto será juzgar la animosidad establecida desde tiempos antiguos, y perpetuada a lo largo de las edades hasta el pacto que hiciera Dios con Abraham. El avance de la confederación del Salmo 83 es un asalto directo en contra del pacto Abrahámico, un intento por exterminar al pueblo judío y confiscar el territorio de Israel. La preservación de ambos son los elementos críticos contenidos dentro del pacto.
Además, si los enemigos de los judíos tuvieran éxito y los exterminaran, no quedaría más un remanente de Israel visible para cumplir con lo profetizado para la segunda venida de Cristo. De que un remanente judío se arrepentirá e implorará su retorno. Asimismo, el regreso del Mesías será el cumplimiento de otros aspectos del pacto con David y el nuevo pacto, el cual es una amplificación del entero pacto Abrahámico. Dios le prometió a Abraham un pueblo, un lugar y un trono eterno, desafortunadamente para la confederación árabe, este pacto no es negociable.