El gran día
- Publicado en Boletin Dominical
Desde hace ya algunas décadas, los gobiernos de muchos países se hicieron eco de la “no discriminación”, de la “no clasificación”. Para algunos asuntos esto parece muy bueno. Estamos totalmente de acuerdo que no haya discriminación de razas, color de la piel, posición social, grupos étnicos, etc. Pero todavía el hombre es hombre y la mujer sigue siendo mujer. Las personas, tanto hombres como mujeres “en sus cabales”, no desean ser del otro sexo. Quieren ser quienes son y esto no es posible ignorar o negarlo.