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El mundo odia a Israel

  • Fecha de publicación: Miércoles, 18 Enero 2017, 14:15 horas

La profecía bíblica de los tiempos finales se centra en la nación de Israel.  Una de esas profecías declara que en los últimos días, todo el mundo se unirá en oposición a esta nación por ocupar a Jerusalén.  Tal como dice Zacarías 12:2-3: “He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella”.

En cumplimiento de esta profecía, Israel es sin duda, la nación más odiada en el mundo hoy, y eso podemos demostrarlo de manera rápida y decisiva. 

La locura de las Naciones Unidas

Basta con considerar una lista parcial de las condenas emitidas por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, desde que se estableció en el año 2006. Israel ha sido condenado 62 veces, Siria 17, Corea del Norte 8 e Irán 5.

De las 193 naciones miembros de la Naciones Unidas, sólo once han sido reprobadas, las que representan el 6%.   De las 116 resoluciones de condenas, ¡53% han sido en contra de Israel!

Ni uno solo de estos países que mencionaremos ha recibido una sola condena, a pesar del hecho de que todos tienen un registro terrible de violaciones de los derechos humanos.  Tal como Cuba, Paquistán, Rusia, Arabia Saudita, Egipto, Somalia, Nicaragua y Venezuela. ¡Mientras que Israel ha sido condenado 62 veces!

O considere esta lista de organizaciones terroristas: ISIS, Al Qaeda, Boko Haram, Fatah, Hamás, Hezbolá y el Jidah Islámico. De ellas, la única que ha sido censurada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas fue ISIS, ¡una sola vez!

Sin embargo, Israel ha sido reprobado 62 veces.

Israel es una democracia que provee los estándares más altos de libertad para todos sus ciudadanos, tanto judíos como árabes.  Sin embargo, es condenado.

No hay una sola nación árabe en el mundo que permita que los judíos se conviertan en ciudadanos de sus países respectivos, ni tampoco hay una sola que autorice la libertad de religión para judíos o cristianos.

No obstante, Israel es condenado.

En contraste, Israel permite que los ciudadanos árabes se conviertan en ciudadanos y que voten y sirvan en su parlamento.  También tolera la libertad de expresión y de religión, tanto para cristianos como para los musulmanes.

A pesar de todo, Israel es condenado.

Las mujeres en las naciones árabes a través del Medio Oriente, acusadas de tener algún tipo de relación ilícita son sometidas por la ley a la lapidación.  Esta práctica está extendida especialmente en países musulmanes fanático radicales en donde se aplica la Sharia.  Igualmente a las mujeres se les niegan derechos básicos, tal como votar, y privilegios como conducir un vehículo, sin embargo el Consejo de las Naciones Unidas cuando celebró su reunión en marzo de 2016, condenó a un solo país en el mundo, ¡a Israel, por violar supuestamente los derechos de las mujeres palestinas!

En el mismo mes, la última sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas emitió una condena para cada uno de estos países: Corea del Norte, Siria e Irán.

¡Mientras que Israel recibió cuatro!

Eso significa que 98% de los 193 países miembros de las Naciones Unidas - los que conforman una población de casi siete mil millones de habitantes - no fueron siquiera mencionados en ninguna de las resoluciones condenatorias emitidas por el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU.

Israel es una de las naciones más pequeñas del mundo.  Su superficie es de aproximadamente 20.700 kilómetros cuadrados, incluyendo 445 kilómetros cuadrados de aguas continentales.  Su extensión de norte a sur es de 424 kilómetros, y en el oeste hasta su punto más oriental - 114 kilómetros, siendo su punto más estrecho de solo 15 kilómetros. Es aproximadamente del mismo tamaño del estado de New Jersey.  Y nos preguntamos: ¿Las Naciones Unidas realmente creen que Israel es el origen de todos los problemas del mundo?

La necedad de la UNESCO

La última necedad de las Naciones Unidas provino de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - UNESCO.  El 13 de  octubre de 2016 esta ala dominada por los árabes de la ONU, adoptó dos resoluciones indignantes presentadas por los palestinos en las que negaron cualquier conexión histórica entre el pueblo judío y Jerusalén, el Monte del Templo y el denominado Muro de las Lamentaciones.

Carmel Shama Cohen, el embajador de Israel ante la UNESCO, llamó a las resoluciones “absurdas”, y en una muestra de desafío, hizo añicos los papeles y los arrojó en una papelera.  El Ministro de Relaciones Exteriores de Israel declaró: “Si los judíos no tenemos una conexión con el Muro de los Lamentos, entonces la UNESCO no tiene conexión alguna con la educación, la ciencia y la cultura”.

Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel, denunció las resoluciones como “Un teatro del absurdo, añadiendo que ‘si Israel no tiene conexión con el Monte del Templo y el Muro Occidental, entonces China tampoco tiene conexión con la muralla china, ni Egipto con las pirámides’.  Declarando a continuación que la UNESCO había perdido su legitimidad”.

El primer ministro también señaló a una evidencia extra-bíblica de la conexión de los judíos con Jerusalén.  Sugirió que si los miembros de la UNESCO no creían en la Biblia, deberían visitar el Arco de Tito en Roma, porque en el relieve de este arco, están registradas las victorias de Tito incluyendo el sitio de Jerusalén y el botín que los romanos llevaron a Roma después que destruyeron el templo en el año 70 de la era cristiana.  Allí puede verse a los prisioneros judíos cargando con los artículos que fueron saqueados por los romanos, y claramente se ve el candelero de siete brazos, el menorá, que se encontraba en el templo, y que es el símbolo oficial de Israel hoy.

El primer ministro Netanyahu observó sarcásticamente, que una vez que los señores de la UNESCO vieran esta evidencia de la conexión judía con Jerusalén, probablemente dirían que “¡Por seguro el emperador Tito se dedicaba a hacer propaganda sionista!”.

Anti-Semitismo en Europa

Otra evidencia del odio mundial contra el pueblo judío, podemos verlo en la creciente ola de antisemitismo que actualmente está barriendo a Europa y a la emigración a Israel que esto ha provocado.  Es un fenómeno que apareció publicado en la portada de la revista Newsweek en agosto de 2014.

En abril de 2015, un artículo destacado en la revista  US News and World Report lo describe en esta forma: “Setenta años después del Holocausto, el antisemitismo una vez más está aumentando y haciéndose cada vez más virulento en Europa.  Desde Toulouse hasta París, desde Londres hasta Berlín, de Bruselas a Copenhague, los judíos están siendo acosados, agredidos e incluso asesinados”.

El Pew Research Center, una agencia de investigación con sede en Washington D.C. que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan a los Estados Unidos y al mundo, reportó que en el año 2013 los judíos estaban siendo hostigados en 34, de los 45 países europeos y que el acoso antisemita se había elevado a su más alto nivel en todo el mundo.

Por todo Europa, y particularmente en Grecia, Francia y Bélgica, los judíos están viendo sus libertades religiosas violadas, sus cementerios vandalizados, y sus  sinagogas profanadas.  También están experimentando un aumento en los ataques personales que a veces resultan en muerte.  En Francia, el número anual de incidentes anti-semitas es en la actualidad tan alto, como lo fuera en la década de 1990.  Y en el año 2014 se duplicó.

Manifestaciones en contra de Israel en París, Francia

Las elecciones para el Parlamento Europeo en el año 2014, mostraron una oleada de apoyo a los partidos neonazis de extrema derecha en Francia, Grecia, Hungría y Alemania.

La población de Europa hoy, es 742 millones.  Sólo un millón 400 mil de ellos son judíos.  Lo cual significa que constituyen sólo un décimo del uno por ciento de la población, sin embargo son el foco de odio y persecución, mientras que en el proceso, se les culpa por la mayoría de los problemas de Europa.

Podríamos extender considerablemente esta discusión para demostrar las formas cómo Estados Unidos, el que fuera en un pasado su aliado más fiel, se ha vuelto en contra Israel, particularmente durante los últimos ocho años.  Podríamos incluso presentar amplia evidencia del creciente antisemitismo en todo el territorio norteamericano, hasta entre los cristianos evangélicos.  Sin embargo, esto nos los reservamos para un futuro mensaje.

Ya para terminar, nos gustaría compartir con ustedes las palabras del brillante discurso del señor Ron Dermer, embajador de Israel en los Estados Unidos. El discurso fue pronunciado en mayo del 2015 en una conferencia anual en la ciudad de Nueva York patrocinada por el periódico Jerusalem Post.

El embajador centró sus observaciones en la diferencia entre hecho y ficción, con respecto a la manera cómo retrata a Israel la prensa y los medios noticiosos mundiales. El discurso completo se puede encontrar en la Internet, nosotros les compartiremos sólo algunas porciones.

El Discurso de Rom Dermer

“A pesar de ser el país más difamado de la Tierra, Israel es el más notable de los países del planeta.  El mundo confunde ficción y realidad en el asunto árabe-israelí. 

En el mundo de la realidad, las Fuerzas de Defensa de Israel se merecen el Premio Nobel por los esfuerzos que sus comandantes realizan y los riesgos que sus soldados toman, para que la población civil palestina se encuentre a salvo.  En un mundo de ficción, es Israel quien posee una sociedad brutal, extremista y sanguinaria.

En el mundo de la realidad, los terroristas de Hamás gobiernan Gaza.  Abu Mazen festeja cualquier gota de sangre derramada en Jerusalén.  Los chicos palestinos son educados pora odiar a los judíos y los nombres de las plazas palestinas, son puestos en honor a los asesinos en masa.

En un mundo de ficción, nunca hubo un templo en el Monte del Templo, y el pueblo judío son colonizadores extranjeros en la tierra de Israel.  En el mundo de la realidad el Templo de Salomón fue construido por el hijo de David, hace tres mil años en Jerusalén.  Y lo que el mundo llama Cisjordania es la misma Judea y Samaria donde los patriarcas del pueblo judío oraron, donde los profetas del pueblo judío predicaron y donde los reyes del pueblo judío gobernaron.

Señoras y señores, confundir la realidad con la ficción sobre el tema palestino puede tener verdaderas consecuencias globales para Israel.

En el mundo de ficción, Irán tratará de reconciliarse con Estados Unidos después del acuerdo nuclear y se convertirá en un socio para resolver los problemas en Oriente Medio.  En el mundo de la realidad, Irán promete seguir siendo un enemigo de los Estados Unidos y continuar causando estragos en todo el Oriente Medio.

En el mundo de ficción, un Irán más rico, frenará su agresión, pondrá fin a su apoyo al terrorismo y dejará de intentar aniquilar a Israel.  En el mundo de la realidad, un Irán más rico está despachando tropas y buscando aliados en toda la región, enviando más armas a Hezbolá, pronunciando discursos para promover la idea de que nunca hubo un Holocausto, y disparando misiles balísticos inscritos con amenazas de que borrarán a Israel del mapa.

En el mundo de ficción, el primer ministro Netanyahu no está preparado para negociar con el presidente Abbas.  En el mundo de la realidad, Abbas ha evitado negociar con Israel por los últimos siete años. 

En un mundo de ficción, los poderes líderes del mundo se reunirán dentro de dos semanas, para ayudar a avanzar en el proceso de paz.  En el mundo de la realidad, los poderes líderes del mundo inconscientemente, harán que los palestinos continúen evitar negociar.

En el mundo de ficción, estos poderes crearán un marco que en última instancia ayudará a los israelíes y palestinos a hacer la paz.  En el mundo de la realidad, estos poderes, con toda la mejor intención del mundo sólo alentarán a los palestinos a que continúen su campaña de casi cien años para destruir al solo y único Estado judío. 

Señoras y señores es en momentos como estos, cuando el mundo se apresura a calumniar y demonizar a Israel, que me siento orgulloso de servirle.  Porque a pesar de ser considerado como el país más ‘malévolo’ del planeta, Israel es el país más notable.  Con un pueblo que posee moral y compasión, con soldados valientes y decentes, con instituciones seguras y resistentes y con un primer ministro que conozco, con una determinación como nunca de asegurar el futuro de Israel. 

Alguien dijo una vez, que si la historia de Israel fuese relatada en el guión de una película, sería rechazada por ser demasiado fantástica de creer.  La restauración de su soberanía en nuestro hogar ancestral al cabo de dos mil años; el regreso de nuestro pueblo desde el exilio, desde todas partes del planeta; la defensa de Israel contra enemigos implacables y su transformación de una esquina desértica a un poder tecnológico global, parecen desafiar tanto a la historia como a la lógica.

Pero señoras y señores, Israel no es una obra de ficción, Israel es un país verdadero y su pueblo son gente de verdad.  Recordemos todo lo afortunados que somos de vivir en una época cuando el pueblo judío una vez más, está escribiendo nuestra propia historia, en nuestra propia tierra y una vez más, determinando nuestro propio futuro.  Gracias”.

“En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a mí por pueblo.  Así ha dicho Jehová: El pueblo que escapó de la espada halló gracia en el desierto, cuando Israel iba en busca de reposo.  Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:1–3).

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