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Violencia en Gaza

  • Fecha de publicación: Lunes, 24 Mayo 2021, 11:50 horas

Desde el 10 de mayo de 2021, innumerables misiles surcaron el espacio entre Gaza y ciudades de todo Israel, en uno de los episodios más sangrientos del conflicto palestino-israelí en años.  Una disputa que comenzara en un barrio de Jerusalén se convirtió en una guerra que se extendió por Israel, los territorios palestinos y partes del Líbano.

Las víctimas civiles y la violencia en Gaza, son fruto de la agresión no provocada de Hamás contra Israel.  Sin ella, nada habría sucedido. La estrategia de ellos consiste en atacar núcleos israelíes de población con cohetes, drones kamikazes con explosivos, a fin de provocar contra ataques de las fuerzas de defensa Israel que ocasionen la muerte de civiles, para así condenar al pueblo judío ante el mundo entero, como si fuesen demonios y aislarlos internacionalmente.

El 14 de mayo de 2021, la FDI - las Fuerzas de Defensa de Israel, atacaron un complejo de túneles de Hamás en Gaza con 160 aviones de combate agrupados en doce escuadrones, los que descargaron cientos de municiones de ataque directo anti búnker en menos de una hora. Aunque todavía no se han terminado de evaluar los daños, el ataque destruyó el que quizá fuera el componente más importante de la infraestructura de Hamás. Arrasó con grandes cantidades de municiones y probablemente ocasionó la muerte a decenas, si acaso no cientos  de combatientes.  Fue un golpe directo para Hamás, además de una poderosa advertencia a Irán y a Hezbolá, de las consecuencias de un asalto israelí a su arsenal del sur del Líbano, compuesto por decenas de miles de misiles.

Esta acción defensiva de Israel, fue casi una repetición de lo ocurrido en 1948, el día séptimo de la refundación del estado judío, cuando Líbano, Siria, Jordania, Iraq y Egipto, dijeron: “Si permitimos la existencia de Israel, se convertirá en una espina en el costado.  La historia demuestra todos los problemas que han causado.  Vamos a empujar a los judíos hacia el mar, vamos a hacer literalmente que se ahoguen en el mar Mediterráneo”.

Fue así como este séptimo día, los árabes comenzaron a agrupar sus tanques, sus ejércitos y todo el armamento posible, listos para hacer retroceder a los judíos hasta el mar.  En la noche, entre el séptimo y el octavo día, Israel al tanto de los planes de los árabes, instituyó lo que llamó “Plan Gedeón”.  Si acaso ustedes no saben que fue lo que hizo Gedeón, les aconsejamos que lean el capítulo 7 del libro de Jueces.

Ese séptimo día, los judíos tomaron todos los vehículos que poseían: buses, taxis, camiones, camionetas y automóviles privados.  Tratando de no hacer ningún ruido los condujeron hasta la cercanía del campamento de los árabes, en los montes de Israel, allí les quitaron los tubos de escape, y le aceleraron la revolución de los motores, les ataron cadenas, latas y cuando tuvieron todo listo, encendieron las luces de los vehículos, sonaron los pitos, y comenzaron a hacer un ruido tan descomunal con los motores y dando alaridos, clamaban: “¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!” (Jue. 7:20).  Los árabes pensando que estaban rodeados por tanques y un gran ejército,  aterrorizados abandonaron el campamento en desbandada, dejando allí todo el armamento.  Al día siguiente no había un solo árabe en contra de Israel, y los judíos contaban con un cuantioso botín de guerra.  ¿Coincidencia?

Cuando terminó la guerra, Israel había conquistado el 78% del territorio y había arrasado cientos de pueblos palestinos provocando oleadas de miles de refugiados en Gaza, Cisjordania y otros países árabes, mientras que en la zona israelí quedaron 100.000 palestinos.

La operación de hace unos días llevada a cabo por la FDI fue asimismo una cuidada combinación de inteligencia, vigilancia, conocimiento de las tácticas del enemigo, engaño, sorpresa y fuerza abrumadora y precisa, lo cual fue determinante, evocando una vez más al líder israelita bíblico Gedeón contra los madianitas.

En este ataque defensivo contra Hamás, la FDI concentró en la frontera con Gaza, tanques, piezas de artillería y vehículos de combate, cuyos motores sonaban como las trompetas de Gedeón. El despliegue fue observado por Hamás y por los medios internacionales de comunicación, los que informaron de una inminente invasión terrestre.  Al igual que los madianitas, cientos de combatientes de Hamás corrieron a buscar refugio en su red de túneles, que construyeran tras el conflicto de 2014 para albergar centros de mando, almacenar armas y facilitar desplazamientos seguros, esos túneles recorrían decenas de kilómetros del subsuelo de Gaza.

Fue así como estos combatientes quedaron atrapados en los túneles, mientras afuera llovían las balas.  Cuando salieron a hacer frente a la invasión que nunca se produjo, los equipos antitanque y las brigadas encargadas de los morteros que habían sobrevivido fueron igualmente atacados desde el aire.

Esta obra maestra tan compleja de la sincronización táctica, simboliza la precisión de los ataques de la FDI durante esta campaña - la operación Guardián de las Murallas, la que le infligió a Hamás un daño del que tardará años en recuperarse.  Las fuerzas de defensa israelí, han extraído numerosas lecciones de sus intervenciones previas en Gaza, y desde 2014 han recopilado grandes cantidades de información de inteligencia y han trabajado para desarrollar planes de batalla y soluciones tácticas para sus enfrentamientos con ellos y sus colegas de la Jihad Islámica Palestina.

Hamás no es rival para la FDI, y podría haber sido derrotado mucho antes y de manera mucho menos costosa, con una fuerza militar demoledora, si no fuera por la necesidad israelí de minimizar la pérdida de vidas civiles.  Hamás sabe esto, reconoce que no puede imponerse a las fuerzas de defensa de Israel, y no tiene la menor intención de intentarlo.  Su estrategia consiste en atacar núcleos de población israelíes con cohetes, drones kamikazes con explosivos a través de sus túneles, con el objetivo de provocar contraataques de parte de las fuerzas de defensa israelí, en los que mueran civiles y así hacer aparecer a los israelitas como demonios para conseguir el apoyo internacional para su causa.

Saben perfectamente cómo funcionan los sistemas anti-misiles israelíes: La Cúpula de Hierro, la Honda de David y el Arrow - 3.  Los que interceptan los misiles, y mientras algunos son destruidos, otros son devueltos al lugar desde el cual fueron lanzados.  Por eso usan escudos humanos como elemento fundamental de sus operaciones, siendo Hamás el primer ejército de la historia que utiliza la vida de su propia población civil como arma de guerra.

Sin embargo, la comunidad internacional y esos que no creen en la Palabra de Dios acusan a Israel de las muertes de civiles palestinos como si fueran el objetivo deliberado de una cruenta forma israelí de combatir. Esta propaganda patentemente falsa, es usada por los defensores de Hamás, y personas de buena fe en occidente, quienes ignoran la realidad de este hecho y demonizan al pueblo de Israel acusándolos de asesinos ante la comunidad internacional. Es así como en Estados Unidos, en Gran Bretaña y Europa, hemos visto durante las dos semanas pasadas a cientos de manifestantes anti-israelíes portando banderas palestinas y quemando banderas israelíes, escupiendo su odio contra el estado judío y condenando a las fuerzas de defensa de Israel “Como asesina de niños”.  Esta calumnia de Hamás ha sido un estimulante esencial para que los académicos de los institutos y universidades occidentales, estimulen el odio en contra de los israelíes - el pueblo de Dios.

Lo mismo hacen organizaciones de derechos humanos de todo el mundo. Decenas de resoluciones anti-israelíes de la ONU, basadas en la narrativa de Hamás, retuercen cada aspecto de los enfrentamientos que se producen en Gaza. Lo último ha sido una decisión adoptada por la Corte Penal Internacional este año para emprender una investigación exhaustiva con la esperanza de sentar en el banquillo de la Corte Internacional de La Haya, a soldados, oficiales y políticos israelíes.

Pero la realidad es muy distinta a las patrañas que emanan de esta Babel moderna.  El ataque de la FDI contra los túneles del metro de Hamás se basó en una acción vertiginosa y en la coordinación de 160 aviones, los que descargaron su ataque sobre un área muy reducida en un muy corto espacio de tiempo.  Mientras que al mismo tiempo hicieron todo lo posible para que la pérdida de vidas civiles fuera la menor posible.  Manteniendo en todo momento una estrecha vigilancia, y evitar así que apareciera de repente un autobús cargado de civiles.

Las fuerzas de defensa israelí destruyeron varios rascacielos, que aunque aparentaban ser oficinas y apartamentos de civiles, albergaban infraestructura militar crítica de Hamás.  Gracias a Dios fueron arrasados sin que se reportaran bajas civiles.

Tal como ha sido confirmado y ya ha ocurrido en otros conflictos en Gaza en el pasado, las fuerzas de defensa israelí hicieron emisiones de radio en árabe e incluso telefonearon a civiles de la Franja de Gaza, para advertirles de ataques inminentes e informarles hacia dónde podían dirigirse, y qué ruta debían seguir para ponerse a salvo. Incluso, cuando los civiles no abandonan un edificio señalado, las fuerzas israelíes a veces arrojan municiones especiales de escasa potencia, para golpear el tejado y urgirlos para que salgan del inmueble. Con una cuidadosa vigilancia de las áreas señaladas, la fuerza aérea israelí frecuentemente aborta salidas cuando consideran que hay riesgo de bajas civiles.

Finalmente Israel y Hamás le hicieron un alto al fuego después de 11 días de un aluvión casi ininterrumpido de misiles desde la Franja de Gaza, respondido por ataques militares israelíes contra objetivos terroristas en el enclave.  Esta calma parece mantenerse a pesar de los desacuerdos sobre los términos del alto al fuego negociado por Egipto, que fue anunciado alrededor de las 10:00 p.m. del jueves 22 de mayo, tiempo de Israel. Las sirenas de alerta de misiles, sonaron en las comunidades israelíes fronterizas con Gaza mientras los terroristas disparaban las últimas rondas de proyectiles hacia el estado judío, aprovechando sus últimas horas.

El Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, confirmó el “alto al fuego mutuo sin condiciones previas” en un comunicado emitido por su oficina el jueves por la noche.  Declaró que los jefes de la FDI y el Shin Bet - la organización de seguridad interna israelí, les expusieron a los principales ministros de Israel los “Logros significativos en la operación, algunos de los cuales no tienen precedentes”.

El primer ministro señaló que el Gabinete de Seguridad de Israel votó unánimemente a favor del alto al fuego por recomendación del personal militar, de seguridad y de defensa del estado judío.  No obstante, Hamás y el pueblo palestino se proclamaron victoriosos, con los líderes alardeando y la gente inundando las calles de Gaza y el este de Jerusalén celebrando y cantando: “Alá es el más grande”.

Sin embargo, las cifras no parecen sumar una victoria para los terroristas de Gaza.  Durante los 11 días de misiles constantes, 12 civiles murieron en Israel: 9 ciudadanos israelíes, incluido un niño de 5 años, una jovencita de 16, un hombre discapacitado y una abuela anciana. Los otros tres muertos eran trabajadores extranjeros: dos hombres de Tailandia y una mujer de India.
Dos soldados de la FDI resultaron heridos, uno que fue impactado por el fuego de misiles antitanques y otro que resultó herido el miércoles mientras ayudaba en un envío de suministros de ayuda humanitaria muy necesarios a Gaza.

Pero no sólo los israelíes resultaron heridos y asesinados en los ataques, de los más de 4.300 misiles disparados desde Gaza.  Cerca del 15% de estos misiles no llegaron la frontera, sino que fueron interceptados y algunos regresaron hasta donde habían sido disparados, matando a civiles inocentes en la Franja, incluido niños. Se desconoce el número de tales víctimas, ya que el Ministerio de Salud de Gaza dirigido por Hamás se mantiene difundiendo información errónea y culpando a Israel de la muerte de sus habitantes, víctimas de sus propios errores.

El sistema de defensa aérea israelí, Cúpula de Hierro, tuvo una tasa de éxito del 90% en la interceptación de los misiles entrantes. Sin embargo, Israel todavía tenía que responder al constante bombardeo de misiles dirigidos contra sus civiles en todo el país

En el transcurso de la operación, las fuerzas de defensa israelí anunciaron que atacaron más de mil objetivos terroristas, incluidos más de cien kilómetros de túneles terroristas de Hamás, múltiples cohetes y lanzacohetes, morteros de guerra, almacenes de armas y sitios de producción, oficinas de seguridad e información, bancos que administraban fondos terroristas, salas de mando y las casas de los jefes de Hamás y del jidah islámico palestino.

El ejército israelí también atacó a los terroristas, matando al parecer a más de 200 operadores de Hamás y del jidah islámico, así como eliminando a 25 jefes terroristas.

En medio de los ataques, la FDI hizo todo lo posible para evitar víctimas civiles inocentes en Gaza, a menudo advirtiendo a los civiles que se encontraban en el rango de un ataque que evacuaran el área de inmediato o, incluso, cancelando los ataques inminentes cuando detectaban a civiles cercanos.

Demos gracias al Señor porque Israel pudo alcanzar su objetivo de paralizar a Hamás y obtuvo logros importantes, incluso sin precedentes, en la operación.   Oremos para que el acuerdo alcanzado sea sólido y eficaz para asegurar el fin de la violencia y la seguridad del pueblo de Israel. “Y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros” (Deu.  20:3–4).

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