Boletin dominical - 08/08/10
James Taylor tenía una farmacia en Yorkshire, Inglaterra. A principios de 1832 él se arrodilló en la parte trasera de su tienda al lado de Amelia su esposa embarazada, y oró: «Amado Dios, si tú nos das un hijo, permite Señor que trabaje para ti en China».
Leer más ...
