Menu

Escuche Radio América

David y Goliat como semblanzas proféticas (VIII)

Dice en Apocalipsis 17:12-14: “Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados elegidos y fieles”.

Leer más ...

David y Goliat como semblanzas proféticas (VII)

La Unión Europea

Esto es lo que le espera a nuestro mundo: Un nuevo orden mundial y un hombre fuerte al frente.  Estamos viendo cómo la pugna por una unión mundial está tornándose mucho más fuerte en nuestro día.  La Unión Europea está cada vez más grande y más poderosa.  Está convirtiéndose en una fuerza arrolladora que amenaza con aplastar todo a su paso.  ¡La restauración del Imperio Romano está teniendo lugar en nuestra generación!  ¡Las personas hablan hoy de un gran despertar en la Unión Europea!

Leer más ...

David y Goliat como semblanzas proféticas (VI)

La Iglesia vence al enemigo y al espíritu anticristiano, apoya a Israel porque es una parte del poder del Buen Pastor, y está oculta en su saco pastoril.  La Iglesia es el elemento que impide la revelación del inicuo, porque en ella mora el Espíritu Santo.  Como dijera el apóstol: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Jn. 4:4).  “Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.  Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio” (2 Ts. 2:6, 7).

Leer más ...

David y Goliat como semblanzas proféticas (V)

El escudero

Dice la Palabra de Dios en 1 Samuel 17:7, 41: “... Y iba su escudero delante de él... Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él”.  Goliat y su escudero trabajaban mano a mano.  Según la palabra profética, sabemos que la iglesia apóstata, de donde saldrá el falso profeta, trabajará mano a mano con el Anticristo.  Esta otra bestia mencionada en Apocalipsis 13:11, la cual viera Juan en visión, precederá a la primera, al Anticristo, como una especie de escudero, y preparará el camino para él: “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón” (Ap. 13:11).

Leer más ...

David y Goliat como semblanzas proféticas (IV)

Continuamos con las semblanzas entre David y el Señor Jesucristo:

10. NO RECONOCIDO AL PRINCIPIO: David al principio no fue reconocido por su familia como su rey y fue despreciado por sus hermanos a pesar de haber estado presente al momento de su unción: “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos...”  (1 S. 16:13).  Jesús, asimismo, no fue reconocido como el Mesías de Israel: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Jn. 1:11).

Leer más ...

David y Goliat como semblanzas proféticas (III)

Goliat como semblanza del Anticristo

Cuando los filisteos congregaron sus ejércitos para la guerra en contra de Israel y el ejército israelita bajo las órdenes del rey Saúl, los tres hermanos mayores de David se encontraban entre los soldados, pero David no.  En ese momento se encontraba cuidando el rebaño de su padre.  Esto significa proféticamente que cuando los ejércitos de las naciones se congreguen en contra de Israel, el David celestial, nuestro Señor Jesucristo, todavía no estará en Israel.  Él como entonces, estará cuidando las ovejas de su Padre, a la Iglesia redimida de entre las naciones, como el Buen Pastor.  Todos los que creemos en Él somos sus ovejas.  Procedamos a continuación a examinar la aparición en escena de Goliat y los paralelos proféticos que encontramos en la Palabra de Dios.

Leer más ...

David y Goliat como semblanzas proféticas (II)

Por David podemos ver el contraste entre el sacerdocio Levítico y el sacerdocio Mesiánico cuando leemos en la Epístola a los Hebreos: “Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo” (He. 7:24-27).

Leer más ...

David y Goliat como semblanzas proféticas

Saúl, el primer rey de Israel aceptó el trono con renuencia.  Se excusó con el profeta Samuel argumentando que era un miembro de la familia más pequeña y de la tribu menos importante, la de Benjamín: “Saúl respondió y dijo: ¿No soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus de Israel?  Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín?  ¿Por qué, pues, me has dicho cosa semejante?” (1 S. 9:21).

Leer más ...

¿Salvo Ganador o Salvo Perdedor?

Supongamos que usted es un cristiano, y supongamos que ha llegado el arrebatamiento, es decir, que el Señor recoge a sus hijos y usted está entre los salvos. ¿Qué espera ni bien llegue a la presencia del Salvador? ¿Hay alguien en particular a quien desearía ver inmediatamente después del mismo Señor? Algunas cosas podemos imaginar, porque ya sabemos con qué nos encontraremos allí: será el Tribunal de Cristo. Estaremos allí todos los redimidos. Algunos rodeados de miles de creyentes felices y agradecidos porque de él o ella, oyeron el evangelio y fueron salvos. ¡Habrá alegría, abrazos y hasta llanto de gozo! Tal vez usted será uno de aquellos que se verá rodeado de tanta gente preguntándose: «¿Por qué tanto me agradecen estos hijos de Dios? ¿Qué hice yo por ellos?» Teniendo al Señor al alcance, le dirá usted: «Señor, ¿puedes decirme por qué estos centenares de hombres y mujeres me admiran tanto, me agradecen y se confunden en un ambiente tan festivo?» El Señor bien podría contestar: «Hijo/a, ellos me conocieron por tu ministerio. Yo fui quien hizo todo, pero cuando te llamé para que me sirvieras, tú no declinaste mi invitación, sino que con ánimo pronto y con verdadero gozo aceptaste mi invitación. No buscaste comodidades, no fuiste pastor ni nada de eso, no tuviste grandes títulos, nadie te admiraba por lo que hacías, derivándome siempre toda la gloria. Tenemos la eternidad por delante y tú podrás entrevistar a estos centenares que te recibieron con tanto gozo para que cada uno te explique cuánto bien hiciste con darles el evangelio. Probablemente no recuerdes a algunos de ellos, pero yo te recompensaré por todo tu esfuerzo».

Leer más ...

Tiempo, Espacio y la Transfiguración (II)

Cuando Jesús vino al mundo lo hizo como el Verbo.  La enseñanza judía declara que Dios creó el universo y todo lo que hay en él al pronunciar la Palabra o Verbo de la Creación, deletreada con las 22 letras del alfabeto hebreo.  Estas letras se consideran como la materia prima.  Esto fue lo que escribió el apóstol Juan acerca de Jesús en Juan 1:1-11: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”.

Leer más ...