Boletin dominical - 03/06/12
Hace muchos años recuerdo que un hermano tenía por costumbre decir… «Ser cristiano es bueno, ser joven es bueno también, pero lo mejor de todo es ser joven y cristiano». Es muy difícil encontrar a jóvenes que son en realidad consagrados al Señor y permiten que sea Él quien ocupe el primer lugar en todas sus decisiones y acciones.