Menu

Escuche Radio América

Fue directo a su casa

Henry Moorhouse, el evangelista inglés que nació en la ciudad de Manchester, fue un jugador empedernido, líder de una pandilla y ladrón.  Sin embargo, durante un gran despertar espiritual que tuvo lugar en 1859, Henry  le entregó su vida al Señor Jesucristo.   En una tarde en que predicaba con todo el amor y devoción a Dios, en la reunión se encontraba un hombre perverso que trabajaba en una mina de carbón, tenía un temperamento violento, era un borracho empedernido y cuando bebía maltrataba a su esposa y a sus hijos.  Su nombre era Ike Miller.

¡No lo despierten!

En una reunión evangélica al aire libre, el pastor le dijo a la concurrencia que deseaba que algunos de ellos dieran sus testimonios.  Mientras esto ocurría un escéptico que pasaba justamente en el momento en que un exalcohólico ofrecía su testimonio de cómo Dios le había salvado, se paró a escuchar.  El exalcohólico estaba diciendo cómo Jesús había hecho un milagro y había salvado su pobre alma.

Igual que mi perro

Un niñito de seis años fue invitado a almorzar en la casa del vecino.  Cuando estaban sentados todos en la mesa se sirvió la comida.  El niño estaba confundido y con la franqueza característica de su edad le preguntó al dueño de la casa: “¿No hacen ninguna oración antes de comer?”.

Las cicatrices permanecen

Una señora cuenta que durante su infancia tenía un temperamento fiero que a menudo la motivaba a ejecutar o decir cosas desagradables.  Un día, después de un argumento que hizo que  uno de sus compañeros de juego se fuera a su casa llorando, su padre le dijo que por cada cosa imprudente que hiciera, él enterraría un clavo en el pilar del portón y que cada vez que hiciera un acto bueno o bondadoso, él retiraría un clavo.

Satanás le dijo que orara

Hay una historia oriental antigua de un rey muy piadoso que acostumbraba a orar muy temprano cada mañana.  Un día se quedó dormido y no se levantó a la hora de la oración.  Fue así como el diablo se llegó hasta él y despertándole le dijo que fuera a orar.

Israel: Luz a las naciones

  • Publicado en Israel

A veces, los cristianos olvidamos poner en contexto las Palabras de Dios. Olvidamos que el camino entre Egipto y la Tierra Prometida, aunque en nuestra Biblia sólo abarque algunas páginas, duró varias décadas. Leemos la asombrosa historia sobre su revelación en el Monte Sinaí, y olvidamos que el pueblo judío esperó más de 400 años para escuchar la voz del Creador, cuando esto mismo era cosa común entre los patriarcas.

Epigrama

George Washington - “Es imposible gobernar correctamente al mundo sin Dios y la Biblia”.

John Quincy Adams - “Tan grande es mi veneración por la Biblia que entre más temprano mis hijos comiencen a leerla, más confiado me sentiré en mi esperanza  de que serán ciudadanos útiles a su país y miembros respetables de la sociedad”.

Suscribirse a este canal RSS