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Gracia Admirable, Gracia Sublime

  • Fecha de publicación: Miércoles, 25 Febrero 2015, 21:23 horas

I.  LA GRACIA EN LA SALVACIÓN
II.  LA GRACIA EN LA RESTAURACIÓN
III.  LA GRACIA EN LA GLORIFICACIÓN
Si un cristiano logra entender bien lo que es la Gracia Divina, rápidamente deseará un lugar de servicio para el Señor, además será muy difícil inclinarlo a cualquier doctrina falsa.

 I.   LA GRACIA EN LA SALVACIÓN

¿Quién toma la iniciativa en la salvación?  Revisemos algunos textos bíblicos:
  “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”(Gn. 3:21).
  “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”(1 P. 1:18-20).
En Génesis 3:21, se habla de pieles que fueron usadas para cubrir a nuestros primeros padres.  Esto indica que ya hubo sacrificio de algún animal, el cual ninguna culpa tenía de la desobediencia de Adán y Eva.
Pedro nos dice que Cristo, nuestro Salvador fue “destinado desde antes de la fundación del mundo” (1 P. 1:20).  Hay muchos cristianos que creen, que los del Antiguo Testamento fueron salvos (si lo fueron), por medio de la ley.  Pero los del Nuevo Testamento por medio de la Gracia.  Esto no es correcto, porque no es lo que enseña la Biblia.
Mucho antes de la ley mosaica, la Biblia dice: “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Gn. 6:8).  Yo traduciría este texto así: «Pero Noé no despreció la Gracia de Jehová».
•   Mucho antes de la creación del mundo, la Gracia ya estaba preparada para el hombre.
•   Mucho antes de la creación del hombre, la Gracia ya estaba lista para su salvación.
•   Mucho antes de la tentación de la que fue víctima Eva, la Gracia ya estaba preparada.
•   Mucho antes de que ellos (Adán y Eva) pecaran, la Gracia ya estaba preparada.  Debido a esto Pedro dice que el Señor Jesucristo... “fue destinado (para morir por nuestros pecados) desde antes de la fundación del mundo”.
El elocuente ejemplo de Caín y Abel.  “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.  Después dio a luz a su hermano Abel.  Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.  Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.  Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas.  Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.  Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.  Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?  Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.  Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo.  Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.  Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano?  Y él respondió: No sé.  ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?  Y él le dijo: ¿Qué has hecho?  La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.  Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano”(Gn. 4:1-11).
Rara vez vinculamos este incidente con la Gracia versus obras.  Caín y Abel representan a toda la raza humana.  Caín representa a los perdidos que han despreciado la Gracia, y Abel representa a los redimidos, que aprovecharon esta Gracia salvadora.  Es muy importante que todos entendamos bien este incidente entre Caín y Abel
1.  Ambos se proponen hacer una ofrenda a Dios.
2.  Ambos lo hacen, pero, mientras Caín “trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová”…
3.  Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, “de lo más gordo de ellas”.
4.  Dios miró con agrado a la ofrenda de Abel, pero no aceptó la de Caín.  ¿Por qué?...
Uno podría decir que entre ambos hermanos, ofrecieron un... “sacrificio bien equilibrado”.  Pero... ¿acaso Dios necesitaba estos sacrificios como alimento?  Dios dice: “Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.  ¿He de comer yo carne de toros, o de beber sangre de machos cabríos?” (Sal. 50:12, 13).  Aquí Dios nos dice que Él no necesita ningún sacrificio de parte nuestra.  Lo que Dios nos dice es que Él, no tiene ni sed ni hambre.  Y si necesitara algo, no nos pediría a nosotros.

ALGUNAS PREGUNTAS

1)  Sin duda Caín y Abel supieron de la tragedia del pecado.
2)  Ellos sin duda supieron también cómo Dios resolvió el problema de Adán y Eva, al vestirlos de pieles.
3)  Ambos, tanto Caín como Abel, hicieron sus ofrendas voluntariamente.
4)  Aquí están: Las OBRAS y la GRACIA.
Ya vimos que nuestro Señor, como Cordero inocente, había sido preparado para ser sacrificado, para derramar su sangre, desde antes de la fundación del mundo.  Este mensaje, estos dos hermanos conocían.
Caín procura agradar a Dios por medio de esfuerzos propios.  Abel, en cambio, acepta su condición de pecador y demuestra que necesita de la sangre de un inocente, por eso ofreció lo mejor de sus ovejas.
El autor a los Hebreos, dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella” (He. 11:4).  La verdadera fe y la Gracia van juntas.  La fe de parte del pecador y la Gracia de parte de Dios.
Cuando Abel ofreció una ofrenda aceptable a Dios, el sacrificio de Cristo estaba muy distante, sin embargo, la primera familia de la tierra ya sabía de la Gracia Divina, la cual permite la salvación del pecador, cuando éste deposita su fe en Cristo y Su sangre derramada.  Dios dice que Abel recibió testimonio de parte de Dios... “de que era justo”.  Aquí cabe bien su derivado, JUSTIFICADO.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE CAÍN?

•   “No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano.  ¿Y por qué causa le mató?  Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas”(1 Jn. 3:12).
•   “¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré”(Jud. 11).
¿Cuáles eran esas obras malas de Caín?  No se registran obras malas de Caín.  Por lo visto él no era inmoral, glotón, ni maldiciente.  Ciertamente luego se convirtió en homicida.  Pero al hablar de “obras” de Caín, lo mismo se puede decir de todos, incluyendo Abel.
Usted no me creerá si le digo cuál es la peor de todas las obras malas de los hombres.  No es la mentira, ni la estafa, ni la soberbia, ni los placeres, ni el robo, ni ninguno de esos pecados que solemos mencionar.
El pecado de Caín fue el intentar agradar a Dios mediante sus propias buenas obras.  Caín rechazó el sacrificio Divino, el derramamiento de sangre, él rechazó la salvación por la Gracia.
Abel, en cambio, aceptó el plan Divino, dejando a un lado sus propios intentos por conquistar la benevolencia Divina.

¿QUÉ HACEMOS NOSOTROS HOY CON LA GRACIA?
Si usted pretende salvarse mediante sus obras, o por lo menos en parte, usted rechaza la Gracia Divina y a cambio le ofrece... ¿sabe qué?  “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”(Is. 64:6).

CAÍN Y ABEL, DOS RELIGIONES MUNDIALES

Aunque sean millones las creencias y religiones en el mundo, básicamente hay solamente dos: La RELIGIÓN fundada por Caín y la RELIGIÓN que aceptó Abel.
Caín representa a todas las religiones que, total o parcialmente invocan las obras como medio para salvarse.
Abel representa a todos aquellos que aceptaron el sacrificio de un Inocente, Cristo Jesús, y aceptaron Su gracia, sin obras para la salvación.  Usted es parte de una de estas dos corrientes mundiales.
¿Cuántos pecados nos son perdonados cuando aceptamos la Gracia Divina?:
•   “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados”(Col. 2:13).
•   “Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre”(1 Jn. 2:12).
     ¿Por cuánto tiempo tiene vigencia el perdón Divino?:
•   “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”(Is. 43:25).
   “Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí”(Is. 44:22).
   “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?  No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.  Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”(Mi. 7:18, 19).
   “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”(He. 9:28).
   “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”(He. 10:14).
   “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”(1 P. 2:24).
   “Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él”(1 Jn. 3:5).
   “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”(1 Jn. 1:9).
Es claro que cuando Dios nos perdona, lo hace con TODOS los pecados.

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE SU GRACIA?
•   “Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?  Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos”(Hch. 15:10, 11).
   “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”(Ro. 3:23, 24).
   “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”(Ef. 1:7).
   “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”(Ef. 2:8, 9).
   “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”(Tit. 2:11,  3:7).

LA GRACIA NO ADMITE OBRAS, SINO “LA OBRA”
He aquí un... “diálogo” entre dos damas.  Ellas son: «Gracia» y «Soberbia».

  •  La Gracia dice: Tu salvación Él la consumó mediante Su muerte.
  • La Soberbia contesta:Si no tienes obras, no hay Gracia.
  • La Gracia dice: He sido salvo para siempre.
  • La Soberbia contesta: Depende de cómo te conduzcas.
  • La Gracia dice: Él te ha perdonado todos tus pecados.
  • La Soberbia contesta: Si cometes algún pecado después de ser salvo, perderás tu salvación.
  • La Gracia dice: Mi salvación NO depende de mí ni de mis obras, sino del Señor y Su obra.  Y aquí la Gracia exhibe esta declaración Divina: “Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?  Respondió Jesús y les dijo: Esta es la OBRA de Dios, que creáis en el que él ha enviado” (Jn. 6:28, 29).
  • La Gracia dice: Debo ocuparme ahora en mi salvación, porque deseo obtener galardón completo.
  • La Soberbia contesta: Debes ocuparte en tu salvación, porque de lo contrario la perderás.
  • La Gracia dice: Él me perdonó todos mis pecados.
  • La Soberbia contesta: Él te perdonó todos tus pecados pasados, nada más.
  • La Gracia dice: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1:6).
  • La Soberbia contesta: «Él solamente comenzó, pero yo debo perfeccionarla con mi conducta».
  • La Gracia dice: “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado” (Jn. 15:3).
  • La Soberbia dice: «Si no me limpio yo mismo, nadie lo hará por mí».
  • La Gracia dice: “No por obras, para que nadie se gloríe” (Ef. 2:9).
  • La Soberbia dice: «Si no hay frutos... no hay salvación».
  • La Gracia dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”(1 Jn. 1:9).
  • La Soberbia dice: «Si eres salvo, ya no pecas, no tienes nada que confesar».
  • La Gracia dice: “Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros” (1 Jn. 1:10).
  • La Soberbia dice: «Esto es para los no salvos...»
  • La Gracia dice: “Amados, ahora somos hijos de Dios” (1 Jn. 3:2a).
  • La Soberbia contesta: «Esto es para mí, que ya no peco más...»
  • La Gracia dice: “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”(1 Jn. 3:3).
  • La Soberbia contesta: «Si yo no vivo una vida sin pecado, esa... ‘esperanza en él’ de nada me servirá».
  • La Gracia dice: “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia”(Ro. 4:4, 5).
  • La Soberbia contesta: «Esta justificación es apenas... ‘la entrega inicial’, pero tú debes seguir abonando las cuotas diarias de tus obras si no quieres perderte para siempre».
  • La Gracia dice: “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.  Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado” (Ro. 4:7, 8).
  • La Soberbia contesta: «Sí, el Señor no le hace culpable al que ya no peca más».
  • La Gracia dice: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”(1 Jn. 2:1).
  • La Soberbia contesta: «Yo no necesito abogado, porque ya no peco más».
  • La Gracia dice: “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”(He. 10:14).
  • La Soberbia contesta: «Si pecas después de haber sido hecho perfecto, volverás a ser un perdido para siempre».
  •  La Soberbia descalifica la veracidad de las Escrituras.
  • La Soberbia desprecia la Gracia.
  • La Soberbia anula la perfecta Obra de Cristo para imponer las suyas propias.
  • La Soberbia ofrece una salvación imposible, porque... “¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?” (Pr. 20:9).  Pero… ¡gracias a Dios por su don inefable! (2 Co. 9:15).

La misma palabra GRACIA, significa «DON INMERECIDO».  Pero... si usted cree que las obras tienen que existir para garantizar esa GRACIA, usted ha despreciado el don Divino y a Quien se lo dio.
La Soberbia pretende competir con Dios en lo que a salvación se refiere.  Dios nos ofrece la salvación completa, pero viene doña... Soberbia y trata de convencernos que no es así.  Nos dice que la salvación la obtenemos en dos partes.  La Gracia para comenzar y las obras para completar.

¿QUIÉN NOS DISPENSA LA GRACIA?

Sabrá usted que la arrogancia del romanismo pretende creer en la salvación por la Gracia también.  Pero existe una abismal diferencia entre la gracia ROMANA y la GRACIA DIVINA.
La ROMANA dice: «Sí, la salvación es por Gracia, pero es nuestra iglesia la que la ha patentado y nosotros somos ‘LOS ÚNICOS DISTRIBUIDORES DE ESTA GRACIA’.  Nosotros somos los únicos autorizados para dispensar esta Gracia.  Si creemos que alguien la merece, se la dispensamos.  Si a nuestro juicio el moribundo no la merece, se muere sin la Gracia».

No debemos preocuparnos, esa es una Gracia falsa.  No se encuentra en la Biblia, sino en el paganismo con pretensiones de cristianismo.  He aquí lo que Dios nos dice:

   “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.  Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”(Ro. 3 21-24).
   “Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia.  Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra”(Ro. 11 6).
   “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”(Tit. 2 11).
     “Para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”(Tit. 3:7).

Continuará >>>

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