Cirilo o Constantino y Metodio
- Publicado en Anécdotas
“Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios”
(Is. 50:4)
“Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios”
(Is. 50:4)
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:1–2)
“La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples” (Salmo 119:130)
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105)
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:27–29)
“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmos 23:6).
Los creyentes tenemos la bendición de poder apreciar el corazón de Dios descrito en su Palabra. Leer la Biblia por entero es penetrar en un vasto universo. Cuando lo hacemos por primera vez, no podemos entenderla completamente, pero es maravilloso leerla y reflexionar acerca de la forma cómo Dios interactúa con Sus hijos.
“Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas” (Génesis 8: 1).
De continuo exhortamos a los hermanos para que aprendan a amar las cosas que quiere Dios, pero al reflexionar en todo esto surge una pregunta: ¿Qué es exactamente lo que ama el Creador? Al escudriñar la Biblia sorprende encontrar pocas referencias al respecto, algo que comúnmente no imaginamos. Hay unas cuantas declaraciones explícitas sobre lo que Dios ama profundamente, y se pueden clasificar en tres áreas principales: las personas, la justicia y Sion.
Algunos escépticos preguntan: “¿Si es verdad que Jesús cumplió con tantas profecías, por qué en el Antiguo Testamento no se le menciona por su nombre?”. Bueno, hasta cierto punto consideramos que es una buena pregunta, incluso justificada. Pero a este respecto, hay por lo menos tres respuestas. La primera y más obvia es, que nunca, nunca, va a encontrar el nombre “Jesús” en las antiguas Escrituras Hebreas, sencillamente porque sólo se le conoce así, en español, inglés, francés y portugués, y ha existido desde hace unos 500 años.