Jonás y el gran pez
- Publicado en Boletin Dominical
El pecado está desenfrenado en nuestra sociedad. Los titulares de los diarios, los noticieros de televisión y las cárceles abarrotadas, son testimonio vivo de esa verdad. Tal pareciera como si la violencia, odio y corrupción se hubieran desbordado en este mundo. A diario oímos hablar de abuso infantil, pornografía, asesinatos en serie, terrorismo, secuestro, anarquía y dictadores despiadados. Al leer y escuchar sobre estas tragedias y quizás hasta experimentarlas, empezamos a entender la necesidad de un castigo divino. A veces hasta deseamos que Dios castigara violentamente a todos esos perpetradores de actos de violencia. ¡No tienen perdón! Pero supóngase que en medio de tales pensamientos, el Señor le ordenara que le presente el Evangelio al peor de los delincuentes. ¿Qué haría usted?