Al hablar de los 144.000 evangelistas que predicarán durante la gran tribulación, el escritor cristiano Walter K Price dice: "¡Ciento cuarenta y cuatro mil judíos salvados, más una multitud que ningún hombre puede contar, de todas las naciones, que han sido lavados en la sangre del Cordero! Y todo esto dentro de los límites del período de la tribulación. ¡Qué despertar espiritual! Ni Pentecostés en el primer siglo, ni la Reforma, ni el gran despertar evangélico en Inglaterra, ni el que tuvo lugar en las Colonias, podrá compararse a este. Ni Lutero, ni Wesley, Whitefiled, Finney, Moody, Sunday ni ningún predicador, individual o colectivamente, podrán jamás sumar estadísticas como estas'.