“No haréis tonsura en vuestras cabezas... y no haréis rasguños en vuestro cuerpo... ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová... No harán tonsura en su cabeza... ni en su carne harán rasguños” (Lv. 19:27a, 28; 21:5).
Si eres joven, te harás un gran favor y agradecerás al Señor por haberte encontrado con estas advertencias. Cada vez se hace más popular entre los jóvenes la cuestión de tatuajes en el cuerpo. No se trata simplemente del “gusto de la muchachada”, de “moda del momento, costumbre, cultura o incluso adorno”.
Nadie puede negar que quienes más usan tatuajes y piercing son los pandilleros y drogadictos, pero con eso no estoy acusando a nadie, sólo admitiendo una verdad. Entiendo que muchos se han tatuado o se han practicado el piercing antes de haber recibido al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador, por lo tanto no estoy condenándolos, sino que quiero poner las cosas en su perspectiva apropiada.