Salvación, Consagración y Remuneración
- Fecha de publicación: Sábado, 05 Abril 2008, 18:45 horas
- Escrito por Pastor, J. A. Holowaty
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Si tan sólo captáramos bien lo que significa "SALVACION, CONSAGRACIÓN Y REDENCIÓN!" La gran mayoría de nosotros los cristianos no somos personas consagradas, sino que disfrutamos de la gracia divina y nos conformamos con esto.
No está mal depender totalmente de la gracia divina, en cuanto a la salvación.
Así es y las obras no son para la salvación sino para los ya salvos. Es necesario que primero captemos el significado de..."porque por gracia sois salvos" para luego entender lo de... "creados en Cristo Jesús para buenas obras" (Ef. 2:8-10).
Hágase algunas preguntas a modo de autoexamen: ¿Qué hago yo con mi salvación? El Señor me dio perdón eterno, él desea que todos sean salvos. Hay infierno para los perdidos y yo lo se y lo creo de todo corazón. El Señor me dio años de vida cristiana, tengo la Biblia, concurro a los servicios dominicales donde me nutro de la sana doctrina. Leo la Biblia y el Espíritu Santo me asiste permitiéndome entender el mensaje. Por otra parte, entiendo que para vivir una vida de victoria, la mejor manera es dejarse usar por el Señor, en otras palabras, él quiere que yo sea un hijo (a) suyo, obediente. ¿Qué sacrificio hago yo en bien de los demás? ¿En qué forma estoy sirviendo a mis hermanos y a los mundanos? Yo sé que me presentaré un día ante Su Tribunal para recibir mi recompensa. ¿Qué tipo de recompensa será la mía? El asunto no es que… "yo no entiendo". El asunto es que yo entiendo demasiado bien, pero mi indiferencia, mi tibieza, mi exagerada mezcla de mundanalidad, mi estancamiento en una rutina sin sentido, hace que cada día pienso que debo hacer algo pero nunca en realidad lo estoy haciendo. Ud. sabe que con cada día que pasa la muerte está más cerca. Esto no es problema. Ud. sabe que es salvo y que partirá para estar con Cristo, lo cual, según dice Pablo, "lo cual es muchísimo mejor" (Fil. l:23b).
El asunto es que cuando esta partida se produzca, Ud. ya no podrá hacer nada más en bien de los demás y para la gloria del Señor. Debemos clamar a Dios para que nos de tal inquietud para que no nos sintamos tranquilos hasta tanto nos dejemos usar por él cada día de nuestra vida. En lo que respecta a... ¿Qué puedo hacer, cómo y dónde...? Deje esto en las manos del Señor. Comience hablando a otros de Cristo, distribuyendo literatura, tomando parte en las actividades dominicales, enseñando, cuidando, hablando a los nuevos que vienen sin que Ud. los busque. No permita que su asistencia dominical se convierta en sí, en un acto religioso dominical. Verá que el Señor le usará poderosamente para su gloria y Ud. seguirá desarrollando los dones que él le ha dado y vivirá una vida espiritual sana y victoriosa.
Pero... ¿Realmente hay para los salvos algo más que la misma vida eterna?
Pablo escribió a los hermanos en Filipos: "Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor" (Fil. 2:12b).
Son muchos los cristianos que dicen que lo que este texto enseña, es que el cristiano debe seguir… "salvándose" para no perder su salvación, lo que Pablo dice es todo lo contrario. Da por sentado que el creyente cristiano es salvo y tiene ahora en qué ocuparse.
La salvación no es un documento, algo así como un título de propiedad en el cielo, que hay que mantenerlo bien guardado. La salvación es como el Señor nos enseña en la parábola de los talentos (Mt. 25:14-30). Es como recibir una cierta cantidad de dinero, el cual se nos ha confiado por alguien que desea que lo invirtamos bien para ganar el máximo, a fin de que cuando el dueño de ese dinero regrese, reciba lo suyo con ganancia y permita que quien lo recibió, obtenga sus beneficios también, basados en el porcentaje de las ganancia que obtuvo.
Pregunto: ¿Se... ocupa Ud. de su salvación o la ha archivado en el fondo de su corazón, sabiendo que la seguridad de su salvación es un hecho y Ud. no tiene por qué temer? Ud. no está sólo en esta lista de... "siervo inútil". ¡Qué triste que así sea! En la parábola el Señor termina diciendo: "Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mt. 25:30). Muchos cristianos, para continuar en su negligencia, interpretan que aquí el Señor enseña que el cristiano que no trabaja para él, será echado en el infierno. Pero el Señor no dice eso, sino que dice... "en las tinieblas de afuera". Es decir, fuera de aquellos que se han dedicado sirviéndole intensamente.
Pero... ¿No dice, acaso, que allí será "el lloro y el crujir de dientes?" ¡Por supuesto que sí!
Cuando seamos examinados por el Señor, ante su tribunal (2 Co. 5:10), y cada uno de nosotros recibamos lo que nos corresponda, podemos anticipar que habrá mucho llanto, porque unos llorarán de gozo, no pudiendo entender por qué el Señor les recompensa tan generosamente, y otros lloraron por la vergüenza que pasaran y la tristeza de haber desperdiciado tantos años, viviendo una vida sin sacrificio alguno para Su gloria y la salvación de los perdidos. Esta es la razón por qué Juan nos dice: "Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados" (l Jn. 2:28).
Creo que muchos cristianos piensan que el Señor los está esperando con pañuelitos blancos y limpios para secarles las lágrimas que traerán de la tierra, porque dicen que esto es lo que dice la Biblia: "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos" (Ap. 21:4a). Esto también es cierto, porque en la eternidad ya no tendremos que llorar. La tristeza, la vergüenza y el llanto será ante el Tribunal de Cristo cuando el Juez, nuestro Señor, nos otorgue lo que nos corresponda. La Biblia dice que este encuentro con el Señor es "para que cada uno reciba según lo que haya hecho (no lo que haya creído solamente) mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2 Co. 5:l0b).
Hermano: ¿Por qué seguir esa vida de cristiano indiferente, tibio, negarse a cualquier sacrificio que Su servicio demande? ¿Por qué esperar hasta cuando Ud. ya, debido a su edad y su mente y cuerpo debilitados, para comenzar a reaccionar y tratar de hacer algo que realmente le cueste sacrificio? ¡Despierte, hermano! ¡Pida al Señor que le de tal intranquilidad que Ud. se sienta profundamente culpable y derrotado en esa vida que la viene arrastrando ya por tantos años! ¡Todavía estamos a tiempo para cambiar el giro de nuestra conducta! Quiera el Señor que entendamos lo que significa; "SALVACIÓN, CONSAGRACIÓN Y REMUNERACIÓN".