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Los grandes eventos de la era cristiana

  • Fecha de publicación: Miércoles, 29 Abril 2015, 23:19 horas

1.      La “cristianización” del Imperio Romano.
2.      La invasión de los bárbaros y la fusión de las civilizaciones romana y alemana.
3.      La lucha contra el mahometismo.
4.      El surgimiento y predominio del papado.
5.      La Reforma Protestante.
6.      El movimiento misionero mundial moderno.

Cristianización del imperio romano, y paganización de la Iglesia

          Constantino Primero, llamado el Grande, nació en el año 274 y murió en el 337.  Supuestamente fue el primer emperador convertido al cristianismo. Fue el fundador de Constantinopla, la actual Estambul.  Era hijo del jefe militar de la Guardia Pretoriana, Constancio Cloro, quien más tarde se convirtió en emperador, y de Elena, quien fue canonizada por la iglesia católica como santa Elena.

          En el año 306 luchó contra los sármatas y se unió a su padre en Britania. Era tan popular entre sus tropas que le proclamaron augusto cuando su padre murió ese mismo año.  Siguiendo el ejemplo de su progenitor y de los anteriores emperadores del siglo tercero, en su juventud fue un adorador del sol.  Consideraba que el astro rey era la manifestación visible de un Dios Supremo invisible, que era el principio del universo, el cual a su vez era equiparado con el emperador romano. 

          Esto era evidente, ya que en el año 310 afirmó que mientras marchaba con sus soldados vio la forma de una cruz superpuesta en el sol y las palabras en latín, In Hoc Signo Vinces, que quieren decir “Con este signo vencerás”. Luego en el año 312, en la víspera de una batalla contra Majencio, su rival en la península Itálica, dijo que soñó que se le apareció el Señor Jesucristo y le dijo que grabara las dos primeras letras de su nombre XP  en griego, en los escudos de sus tropas.  Tras esta visión, Constantino instituyó un nuevo estandarte para marchar en la batalla, al que llamó Lábaro. Se dice que después de estas visiones, Constantino se convirtió de inmediato al cristianismo.

          Sugerir, como algunos historiadores y muchos otros siguen machacando hasta el cansancio, que Constantino rescató a la iglesia cristiana de la persecución es simple fantasía, porque los cristianos fueron perseguidos durante su régimen. De hecho en el mismo año en que publicó el Edicto de Milán, ordenó la persecución de los Donatistas, quienes se llamaban así por su fundador Donato Magno.

          Él no instituyó al cristianismo como la única religión permitida por el imperio, sino que estableció el catolicismo como la única iglesia legal en el imperio, lo cual es algo muy diferente.  De hecho, la supuesta visión de la cruz no fue la única que tuvo, porque mucho antes aseguró haber visto a Apolo, quien le garantizó sus primeras victorias militares.  Fue a la conclusión del Concilio de Nicea que convocó en el año 325, cuando reveló todo esto públicamente, lo de la visión y una supuesta aparición que experimentó, y Eusebio de Cesarea, su biógrafo lo registró para la posteridad.

          Derrotó a Majencio en la batalla del Puente Milvio, cerca de Roma.  El senado le aclamó como salvador del pueblo romano y le dio el título de primus augustus. Constantino consideró que el Dios cristiano le había proporcionado la victoria, por lo que supuestamente abandonó sus anteriores creencias paganas. Detuvo la persecución de los cristianos, y proclamó el Edicto de Milán que ordenaba la tolerancia del cristianismo en el imperio romano.

          Dice la leyenda que después de eso envió a su madre Elena, a Jerusalén en busca de la verdadera Cruz de Cristo.  Una vez en la ciudad sagrada, ella supuestamente mandó llamar a los más sabios sacerdotes y logró hallar el lugar donde se encontraba la Cruz, pero no estaba sola.  En el monte Calvario, donde la tradición situaba la muerte de Cristo, encontró tres maderos ensangrentados ocultos y para descubrir cuál era la verdadera cruz donde falleció Cristo, colocó una a una las cruces sobre personas enfermas, e incluso muertos, que se curaban o resucitaban al tocar la que había sido la de Cristo.  Fue así como se propagó la veneración a la Santa Cruz.

          Pero... ¿Cuáles fueron los frutos de Constantino?  Como emperador tenía tanto autoridad militar como política, por lo tanto asumió el título de “Pontífice Máximo” - indicando con esto que era tanto gobernante del imperio como de la iglesia. ¡En realidad se autoproclamó como el primer papa!

          La historia demuestra que sus motivos no fueron para nada religiosos, sino que hay que admitir que este hombre fue un genio político ya que reconoció que podía - o ser tolerante con los cristianos o permitir que ellos poco a poco socavaran su imperio.  Él optó por lo que mejor le convenía, y decidió ser tolerante con los cristianos ya que eso beneficiaba a sus intereses. 

          Diocleciano, el emperador del imperio romano de occidente antes de Majencio, hizo hasta lo imposible por acabar con los cristianos, pero fracasó.  Constantino consciente de que si perseguía a los cristianos sólo provocaría el martirio, y que el tormento produciría más creyentes, terminó por unírseles.

En el año 314, inmediatamente después de legalizar la iglesia católica, como la religión del estado, los “cristianos” denunciaron en el Concilio de Ancyra, el culto a la diosa Artemisa.  Mediante el edicto del año 315, muchos templos paganos fueron destruidos por “las hordas católicas y sus sacerdotes fueron asesinados”. En el año 315 miles de paganos fueron asesinados. Entre los años 316 al 326 Constantino proclamó una serie de disposiciones que favorecían al “catolicismo” frente al paganismo.

          En el 326, El emperador Constantino, siguiendo las instrucciones de su madre Elena, destruyó el templo del dios Asclepio en Aigeai de Cilicia y el de la diosa Afrodita en Jerusalén, en Afka, en Líbano, Mambre, Fenicia, Baalbek, etc.  Se apropió de todos los tesoros y las estatuas de los templos paganos de Grecia se las llevó a Constantinopla para decorar su Nova Roma, la capital de su imperio.  Allí las colocó en todos los templos “cristianos”.  Fue así como la diosa Ceres con su hijo se convirtieron en María y Jesús, el dios Zeus, en la representación de Dios Padre y sucesivamente.  Igualmente cristianizó el nombre de muchas celebraciones paganas.

Mediante el edicto de tolerancia, Constantino le otorgó a los católicos plena libertad, los favoreció en todas formas: los colocó en puestos prominentes; eximió de impuestos y del servicio militar a sus ministros; impulsó la construcción de iglesias; hizo del catolicismo la religión de su corte; emitió en el año 325 una exhortación general a todos sus súbditos a que abrazaran el catolicismo y por cuanto la aristocracia romana persistió en adherirse a sus religiones paganas, trasladó su capital a Bizancio, llamándola Constantinopla  la "Nueva Roma" y capital del imperio “cristiano”.
Dispuso que bajo la dirección de Eusebio los más hábiles copistas hicieran en la mejor vitela, 50 ejemplares de la Biblia para las iglesias de Constantinopla.  Posiblemente los manuscritos Sinaítico y Vaticano sean estos ejemplares.  Declaró el domingo como día de descanso, día de asamblea de la iglesia.  Prohibió el trabajo corriente en él y permitió que los soldados católicos asistieran a las iglesias.

          Constantino hizo que el “cristianismo paganizado” fuera practicado en todo el estado, pero llegó a serlo oficialmente bajo Teodosio entre los años 378 al 395, quien hizo obligatoria la membresía en la iglesia.  Esta fue una calamidad desastrosa para el cristianismo.  Hasta los días de Constantino la conversión era voluntaria, pero a partir de ese momento fue obligatoria llenando así las iglesias con gente no regenerada.

          Introdujo en la Iglesia el espíritu militarista de la Roma imperial, lo que cambió su naturaleza y trajo consigo mil años de abominaciones papales.  Al decretar que la Iglesia era institución del estado, suprimió por la fuerza a toda otra religión y prohibió la adoración de ídolos.  Bajo sus decretos los templos paganos fueron arrasados por turbas de católicos, y hubo mucho derramamiento de sangre. La Iglesia ya había entrado en la Gran Apostasía, supuestamente había conquistado al Imperio Romano; pero la realidad fue que el imperio conquistó a la Iglesia, no aboliéndola, sino rehaciéndola a su propia semejanza.

          La Iglesia Imperial de los siglos cuarto y quinto, era una institución completamente diferente de la Iglesia perseguida de los tres siglos primeros.  En su ambición de reinar, olvidó y perdió el Espíritu de Cristo.  Los servicios de adoración que en los primeros tiempos eran piadosos y sencillos, se transformaron en ceremonias lujosas, formales e importantes, revestidas de todo el esplendor y lujo externo, propio de los templos paganos.

          Se le aplicó el término "sacerdote" a los ministros cristianos, se prohibió el matrimonio de los sacerdotes, y el celibato clerical se convirtió en ley de la Iglesia
Romana.  Esto trajo consigo durante siglos, la notoria inmoralidad del clero, el que desde entonces ha sido una fuente de escándalos permanentes entre la iglesia.

          Con la conversión nominal impuesta a los bárbaros, godos vándalos y hunos la iglesia se colmó aún más de prácticas paganas.  Fue así como comenzó el proceso de amalgamarlo con filosofías griegas y orientales, de donde nacieron muchas sectas, tales como los gnósticos, los montanistas, los arrianos,  apolinaristas, los nestorianos, eutiquianos o monofisitas.  En medio de toda esta confusión surgió el mahometanismo

El Mahometismo

          Mahoma, el fundador del mahometanismo nació en La Meca en el año 570. Era nieto del gobernador.  En su juventud visitó Siria, donde entró en contacto con cristianos y judíos, y se llenó de horror por la idolatría reinante.  En el 610 se declaró profeta.  Fue rechazado en La Meca, y en el 622 huyó a Medina, donde se hizo guerrero, y comenzó a propagar su fe mediante la espada. En el 630 penetró nuevamente en La Meca a la cabeza de un ejército y destruyó cientos de ídolos, y se llenó de entusiasmo en la tarea de destruirlos. Murió en el año 632. Sus sucesores se llamaban Califas.

          Su religión el islam fue propagándose rápidamente.  Siria fue conquistada el año 634; Jerusalén en el 637; Egipto en el 638; Persia, en el 640; el norte de África, en el 689 y España en el 711.  Fue así, como toda Asia occidental y África septentrional, la cuna del cristianismo, se hicieron mahometanas.  Mahoma apareció en una época en que la iglesia se había paganizado con la adoración de imágenes, reliquias, mártires, santos y ángeles.  A los dioses de Grecia habían sucedido las imágenes de María y de los santos.  En cierto sentido, el mahometismo fue una reacción contra la idolatría del "mundo católico”, un juicio sobre una iglesia corrompida y degenerada.  Sin embargo se constituyó en un azote aún peor para el mundo entero, porque su religión de odio fue propagada mediante la espada, y ha estimulado la esclavitud, la poligamia y la degradación de la mujer.

          La Batalla de Tours en el año 732 en Francia, fue uno de los enfrentamientos decisivos del mundo. Carlos Martel, derrotó al ejército musulmán, y salvó a Europa del mahometismo, que venía barriendo al mundo como una tromba marina.  De no haber sido por esa victoria, el cristianismo pudo haber sido totalmente ahogado.  Los árabes dominaron al mundo mahometano del 622 al 1058.  La capital se trasladó a Damasco en el año 661, y en el 750 a Bagdad, en donde permaneció hasta 1258.  La edad de oro del mahometismo fue bajo Haroun-al-Raschid, entre los años 786 al 809.

          Los turcos dominaron el mundo mahometano desde 1058 hasta tiempos recientes.  Fueron mucho más intolerantes y crueles que los árabes. Su bárbaro trato a los cristianos en Palestina dio lugar a las Cruzadas.  Los mongoles, del centro de Asia, bajo Genghis Khan quien gobernó entre el 1206 al 1227, detuvieron el dominio turco.  A la cabeza de vastos ejércitos barrió a fuego y espada gran parte de Asia miles de ciudades y poblados fueron incendiados, y cerca de cinco millones de personas muertas.  En Asia Menor 630.000 cristianos fueron masacrados.  El Asia jamás se repuso del golpe.  Fue uno de los azotes más terribles que haya afligido a la raza humana.

          Bajo Tamerlán, un  líder militar y político turco-mongol, quien vivió entre 1336 al 1402, tuvo lugar un huracán similar de destrucción: campos arrasados, ciudades incendiadas, y sangre.  Apilaba miles de cabezas a la puerta de cada ciudad que conquistaba.  La caída de Constantinopla en 1453, en manos de los turcos, le puso fin al Imperio romano oriental, y estremeció a toda Europa con una nueva amenaza de dominio mahometano, que más tarde detuvo Juan Sobieski en la batalla de Viena, en 1683.

          El Islam se extendió rápidamente bajo Mahoma y sus sucesores a través del jihad  -  la guerra santa.  El propio Mahoma planeó 65 campañas y personalmente dirigió 27 de ellas, con abierta agresividad y deshonestidad.  Este increíble trabajo de evangelización ganó millones, gracias a la espada, y ahora se encuentra en su etapa cumbre de crecimiento. El Islam ha conquistado el Norte de África y ha invadido casi toda Europa.  Para el 2014, se estimó que en Estados Unidos, hay 19.226.794 musulmanes.

 

Las Cruzadas

          Las cruzadas fueron los esfuerzos del catolicismo de esa época a través de los Caballeros Templarios, para recuperar a Jerusalén la que se encontraba en poder de los mahometanos.  Hubo siete de ellas, con diferentes intervalos, la primera en el 1095 y la última culminó en el 1275.   Aun cuando fracasaron en cuanto al objetivo que se proponían, las cruzadas fueron de provecho al salvar a Europa de los turcos, y también en abrir el intercambio comercial e intelectual entre Europa y el Oriente. De esta manera prepararon el camino para la edad de la iluminación.

Concilios Ecuménicos

          A partir del Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 para condenar el arrianismo, tuvieron lugar una serie de concilios:

  •        Constantinopla en el año 381.
  •        Efeso, en el 431.
  •        Calcedonia, 451.
  •        Constantinopla, 553.
  •        Constantinopla, 680.
  •        Nicea, 787.
  •        Constantinopla, 869. Fue el último concilio ecuménico.
  •        Luego tuvieron lugar una sucesión de concilios celebrados en Roma en los años 1123, 1139, 1179 y 1215.
  •        En 1245 y 1274 en Lyon.
  •        En el 1311 en Viena.
  •        Entre 1114 a 1118 en Constanza.
  •        Entre 1431 al 1449 en Basilea.
  •        En Roma, entre 1512 al 1518.
  •        Trento, 1545 al 1563.
  •        Vaticano I, Ciudad del Vaticano, de 1869 a 1870 en el cual se declaró la infalibilidad del Papa.
  •        Vaticano II, Ciudad del Vaticano de 1962 a 1965.

 

La Reforma

          El protestantismo empezó como un movimiento restaurador de la iglesia cristiana occidental en el siglo dieciséis, dando lugar a la Reforma Protestante que separó a las iglesias reformadas, de la católico romana.  El objetivo declarado de los reformadores pioneros, era restaurar la fe cristiana como había sido en sus orígenes, manteniendo lo que ellos consideraban valioso de la tradición que se había desarrollado en los siglos intermedios.

          Para poder entender plenamente la historia de la iglesia protestante y la Reforma, es importante tener en mente el principal reclamo de la iglesia católica romana de la sucesión apostólica.  Según ellos, los doce apóstoles encabezados por Pedro pasaron su autoridad a sus sucesores, quienes a su vez delegaron la autoridad apostólica al clero católico continuando así a través de los siglos, hasta el día de hoy.  La iglesia católica ve a Pedro como el líder de los apóstoles, con la mayor autoridad, y aseguran por lo tanto que sus sucesores portan consigo este mismo poder.

          Es por esta sucesión apostólica que la iglesia católica reclama una facultad única para interpretar la Escritura y para establecer la doctrina,  así como afirman tener un líder supremo en el papa, el cual es infalible cuando habla "ex cátedra" - esto es cuando lo hace en el ejercicio de su oficio como pastor y maestro de todos los “cristianos”.  Por lo tanto, de acuerdo con la postura católica romana, como sus enseñanzas y tradiciones provienen de los papas, son tan infalibles y autoritativas como las mismas Escrituras.  Esta es una de las mayores diferencias entre los católicos romanos y los evangélicos y fue una de las razones fundamentales para la Reforma Protestante.

Precursores de la Reforma

          En realidad, el movimiento protestante precedió a la Reforma del siglo dieciséis.  Las inquietudes de la iglesia medieval tardía anticiparon la Reforma con sus denuncias a la corrupción generalizada de la iglesia de Roma, así como de aspectos importantes de las enseñanzas católicas.

          Al empezar el siglo doce los valdenses, seguidores del mercader francés Pierre Valdo, practicaban lo que consideraban el sencillo y no corrupto cristianismo de la iglesia primitiva.  El movimiento, localizado en Francia e Italia, sobrevivió a una violenta persecución oficial.  Durante la Reforma, muchos valdenses se convirtieron al calvinismo.

          Alrededor del año 1380, los lolardos aparecieron en Inglaterra, guiados por las enseñanzas del teólogo John Wycliffe.  Los lolardos fueron perseguidos, pero sobrevivieron e influyeron en la Reforma inglesa.  El reformador religioso inglés del siglo catorce John Wycliffe, conocido como la “Estrella Matutina de la Reforma” atacó con audacia al propio papado, arremetió contra la venta de indulgencias, las peregrinaciones, la excesiva veneración a los santos y los bajos niveles morales e intelectuales de los sacerdotes. Negó la autoridad de los prelados eclesiásticos por considerarlos corruptos en el plano moral, la transubstanciación y otras enseñanzas tradicionales, mientras abogó por la fe bíblica.  Para hacer llegar sus ideas a individuos de cualquier extracción social, tradujo la Biblia al inglés y comenzó a predicar en esta lengua y no en latín. 

          Jan Hus, también conocido como John o Juan Huss, nació en 1373 y murió en 1415.  Era un teólogo y filósofo checo, rector de la Universidad Carolina de Praga, y es considerado como uno de los precursores de la Reforma Protestante; sus seguidores se conocen como husitas.

Hus fue ordenado sacerdote en el año 1400 y nombrado predicador, primero en la iglesia de San Miguel y luego en una capilla.  Desde el púlpito se dedicó a criticar la corrupción moral de la iglesia, los abusos que cometía y la riqueza que estaba acumulando. Quería que la iglesia católica fuera pobre, que todo lo que hiciera estuviera claramente basado en el Evangelio; además, criticaba la venta de indulgencias.  Le decía a todo el pueblo que no debía obedecer a la iglesia porque era evidente que los sacerdotes vivían en el pecado. También quería que se prohibieran los bailes, deseaba volver a la pureza de los primeros años del cristianismo y se oponía a los grandes dirigentes del romanismo. Predicaba acerca del Señor Jesucristo, y decía que el papa, con su corrupción y sus muchos pecados y errores que enseñaba a las personas, era la encarnación del Anticristo.

          Desde 1408 Hus encabezó un movimiento basado en las ideas de John Wycliff denominado husismo y sus seguidores, los husitas, se multiplicaron en momentos en que la iglesia católica sufría la crisis del Cisma de Occidente, cuando había dos papas, a los que en 1409 se agregó un tercero: Alejandro Quinto. El emperador Segismundo le ofreció un salvoconducto para que acudiera al Concilio de Constanza a explicar sus postulados, pero en el Concilio, Hus se negó a retractarse y por ello fue condenado por herejía. El rey Segismundo de Hungría lo acusó de traición y le condenó a morir en la hoguera, ejecutándose la sentencia el 6 de julio de 1415.

Antes de ser quemado, dijo las siguientes palabras: “Vas a asar un ganso, pero dentro de un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás asar”.  Se suele identificar a Martín Lutero con esta profecía, ya que 102 años después, Lutero clavó sus 95 tesis en Wittenberg y en su escudo de armas figuraba un cisne.  Su ejecución por herejía en 1415, desencadenó casi de inmediato el estallido de las denominadas guerras Husitas.

          En Alemania, Johannes Guttenberg inventó la imprenta de tipos móviles, alrededor del año 1450, y este fue probablemente el desarrollo más influyente del período anterior a la Reforma.  Lo primero que hizo fue imprimir una Biblia en latín en 1454.

          Sin embargo, lo que se conoce como "La Reforma" propiamente dicha, es al movimiento en la cristiandad occidental que surgió alrededor de los años 1500 y culminó a mediados del siglo diecisiete, produciendo la separación de la iglesia que llegó a ser conocida como protestante y la iglesia católica romana.  Fueron muchos los factores que contribuyeron al impulso de este movimiento, pero la gota que hizo desbordar el vaso y producir la separación final fue el abuso de parte del clero y la venta de indulgencias.

           Mientras la iglesia católica enseñaba que las doctrinas del Señor Jesucristo y de Pablo eran muy místicas y que no podían ser interpretadas por el hombre común, y que además la mayoría eran alegóricas y que no podían ser explicadas literalmente, John Colet, quien nació en Londres alrededor del año 1467 y murió en 1519, rechazó esto y aseguró que las Escrituras eran algo para todos.  Las predicaciones de Colet influyeron mucho en el teólogo Desiderius Erasmo y contribuyeron a impulsar la Reforma.

Martín Lutero

          Martín Lutero, el iniciador de la Reforma en Alemania,  nació en Eisleben Turingia, el 10 de noviembre de 1483.  Era hijo de Hans y Margarethe Lutero y fue criado en un hogar donde imperaba la religión profunda y la pobreza. Asistió a la escuela en Mansfield, Watterburgo y Eisenach.  Luego se matriculó en la Universidad de Erfurt donde obtuvo los grados de canciller y maestro de artes.  En 1507 fue ordenado sacerdote.  Durante esos años, antes de obtener su doctorado en teología, estuvo luchando con el problema de su salvación personal.  Mientras se encontraba en el monasterio como fraile en Wittenberg, realizaba las tareas y oficios de rigor, se confesaba frecuentemente y cumplía las penitencias que le imponían.  Existe mucho debate respecto al momento exacto en que Lutero tuvo la plena comprensión del significado de la justificación sólo por gracia.  Algunos dicen que fue en 1514 y otros en 1518.

          Fue en esos años de intenso estudio bíblico cuando leyó los escritos de los Padres de la Iglesia, especialmente los de Agustín.  Sin embargo, también fueron años de angustia espiritual sobre todo después de haber ido a Roma con una misión de su orden y haber visto la corrupción moral y la indiferencia espiritual que reinaba en la corte del papa.  Finalmente experimentó la paz espiritual cuando comprendió que la justificación es un don divino, sin mérito alguno de parte del hombre, aunque a la fe deben seguir las buenas obras, no para alcanzar o ganar la gracia de Dios, sino como una manifestación de gratitud.

          Una de las principales diferencias teológicas que planteó Lutero, es que la gracia proviene directamente del amor de Dios, y que sólo la fe es instrumento de salvación, no las obras humanas.  Esto incidía directamente en contra de la práctica de las indulgencias, cuya adquisición supuestamente permitía, y permite todavía entre los católicos, la remisión de los pecados por parte de la iglesia romana, la cual se considera como la única administradora de la redención.   Las indulgencias eran una especie de certificados que otorgaban el perdón de los pecados.  También se aplicaban y se aplican a los difuntos, contribuyendo a acortar su permanencia en el purgatorio. 

          En 1517 tuvo lugar un notorio escándalo a causa de la promulgación de un jubileo en Alemania, con una venta general de indulgencias a cargo del agustino Johann von Staupitz, según se dijo para sufragar los gastos de la reconstrucción de la iglesia de San Pedro en Roma.  Lutero se opuso a tales prácticas y clavó sus noventa y cinco tesis sobre las indulgencias en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos en Wittenburg, Alemania el 31 de octubre de 1517.  Estas tesis escritas originalmente en latín fueron traducidas al alemán y repartidas por toda Alemania, lo que generó gran indignación contra Roma, y gran popularidad para Lutero.

          Como en ellas prácticamente se desafiaba la autoridad papal, surgió una peligrosa controversia en aquellos tiempos de intolerancia.  En 1518, durante su entrevista con el cardenal Cayetano, Lutero se negó a retractarse.  En 1519 sostuvo un debate con el teólogo católico John Eck, cuyo resultado fue que el papa publicó una bula de excomunión en su contra.  Él le respondió con una serie de escritos teológicos en los que denunciaba cuatro de los siete sacramentos por considerar que no eran bíblicos, ni mucho menos que los practicaron los padres de la iglesia primitiva.  De los sacramentos católico romanos, sólo consideró como tales el bautismo y la santa cena, rechazando los que sigue manteniendo la iglesia papal: que son la confirmación, confesión, matrimonio, extremaunción y el orden sacerdotal.

          Lutero defendió la doctrina del sacerdocio universal de todos los creyentes, la que implica una relación personal y directa del individuo con Dios sin ninguna institución de por medio, tal como afirma el apóstol Pablo: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).

          Aseguró que la interpretación de las Sagradas Escrituras no tenía por qué ser exclusiva del clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, para lo cual ésta debía ser traducida a idiomas que todos pudieran entender.

          También negó otras ideas creadas por el romanismo, como la existencia del purgatorio y la obligación del celibato a los sacerdotes romanos.  Nunca procuró la abolición de la iglesia católica como institución, sino sólo su Reforma con base en principios apostólicos.  El año 1520 señaló su ruptura decisiva con el catolicismo al publicar los tres tratados de la Reforma. El primero  Apelación, estaba dirigido a los laicos.  En él invitó a los príncipes alemanes para que tomaran la Reforma de la iglesia en sus propias manos, que abolieran los tributos a Roma, el celibato del clero, las misas a los muertos, las peregrinaciones, las órdenes religiosas y otras prácticas e instituciones católicas.  En su tratado titulado Cautiverio babilónico de la iglesia,  apeló al clero,  exponiendo una teología sacramental, neo-testamentaria y la comunión en ambas especies, pero rechazando la transubstanciación y el sacrificio de la misa.  En el último, La libertad de un hombre cristiano, una obra no controversial, explicó la justificación por la gracia en oposición a la justificación por las obras.

          El 15 de junio de 1520, el papa León Décimo publicó la bula de excomunión contra Lutero intitulada Exsurge Domine.  Cuando él la recibió se dirigió a las afueras de Wittenberg y la quemó públicamente.  Aunque le dieron sesenta días para retractarse, no lo hizo siendo excomulgado oficialmente.

          La protección que le dispensara el príncipe de Sajonia, Federico el Sabio, preservó la vida de Lutero y le aseguró una audiencia imperial en la Dieta de Worms en abril de 1521 en donde una vez más se negó a retractarse, sosteniendo que sus libros eran sanos y que a menos que lo pudieran convencer por medio de las Sagradas Escrituras y la sana razón, no lo haría.

Temiendo las asechanzas de sus enemigos, el príncipe le hizo secuestrar por un grupo de servidores y lo instaló en el histórico castillo de Watburgo, en Einsenach, en donde vivió bajo otra identidad, viéndose confrontado con todos los problemas subsiguientes a la Reforma.   Allí comenzó su traducción de la Biblia al alemán.

          En 1525 se casó con Catalina de Bora, una exmonja que había abandonado el convento seis años atrás.  En ese mismo año sostuvo la famosa controversia con Erasmo, quien a pesar de compartir muchas de las ideas de él no estuvo dispuesto a romper con Roma.   Tuvo conversaciones controversiales con Ulrico Zuinglio de Zurich y con Calvino en 1529, con el objeto de unir los diversos movimientos de la Reforma suscitados simultáneamente en diversos países de Europa.

          En 1530 preparó los artículos de la Dieta de Ausburgo, pero no pudo asistir debido a su condena legal, aunque se mantuvo en el castillo cercano de Coburgo, donde los príncipes protestantes iban a consultarlo.  Escribió muchos libros y folletos y murió en 1546 en Eisleben donde había nacido.

          Martín Lutero fue el principal artífice de la Reforma protestante, desempeñando un papel mucho más destacado que otros reformadores.  Gracias a la imprenta, sus escritos se leyeron en toda Alemania y ejercieron influencia sobre otros muchos.

La Reforma en Suiza

          Después que Lutero diera el grito de liberación de las almas del yugo del oscurantismo, Ulrico Zuinglio de Zurich, quien nació en 1484 y murió en 1531,  fue uno de los más afectados por la Reforma, estimulado en parte por Lutero y en parte por lo que él mismo descubrió en la Biblia.  Llevó la Reforma a su cantón nativo y de allí el movimiento se extendió gradualmente a través de la Suiza alemana, llegando  finalmente a los cantones franceses donde tuvo por jefe a John Calvino.

          Los estudios bíblicos de Zuinglio le llevaron a la conclusión de que sólo lo que se autorizaba de un modo literal en las Escrituras debía conservarse en la doctrina y en las prácticas de la iglesia y que la Biblia era el único medio para purificarla.  El luteranismo conservaba muchos elementos de la liturgia medieval, pero Zuinglio abogaba por una ceremonia simple en oposición a la iglesia católica y al luteranismo y consideraba la eucaristía como una ceremonia tan sólo simbólica.  Las reformas de Zuinglio, adoptadas de forma pacífica mediante votación por el Consejo de Zurich, pronto se extendieron a otras ciudades suizas.

Francia

El teólogo y jurista francés John Calvino, quien nació en 1509 y murió en 1564, fue otro de los impulsadores de la Reforma en Francia.   Fue el principal reformador de la generación posterior a Lutero y Zuinglio.  Las reformas de Calvino no eran tan extremas como las de Zuinglio, pero iban acompañadas de un estricto régimen que unía en la práctica estado e iglesia en el mantenimiento de la moral y la doctrina correcta. 

          Calvino escribió la primera exposición sistemática de la teología protestante, puso en marcha un sistema de gobierno para la iglesia presbiteriana y fundó importantes instituciones educativas que formaron a hombres como John Knox, introductor del calvinismo en Escocia, donde se convirtió en la Iglesia presbiteriana.  El calvinismo también se extendió en Francia, donde sus seguidores eran conocidos como los hugonotes, y a los Países Bajos, donde reforzó la voluntad para conseguir la independencia de la España católica.

          Calvino adoptó estos puntos de vista de Lutero:  Apoyó la doctrina de la justificación por gracia mediante la fe, y no de las obras; la  importancia primordial de la Biblia; rechazó la tradición romana; negó la autoridad de la iglesia de Roma por derecho divino y rechazó la sucesión apostólica desde el apóstol Pedro. Sin embargo, cometió muchos errores ya que enseñaba primordialmente:

  •        Que Dios, por su gracia soberana predestinó a las personas para salvación
  •        Que Jesús murió sólo por aquellos predestinados
  •        Que Dios regenera a los individuos hasta donde sean capaces de querer y escoger,
  •        Y que es imposible para los redimidos perder la salvación.

 

          Para 1540 el protestantismo se había difundido rápidamente en Francia, provocando creciente represión.  Bajo el reinado de Enrique Segundo se establecieron cortes especiales para procesar a los herejes, quienes a menudo eran quemados en la hoguera.  La multiplicación de los mártires provocó la extensión del calvinismo, debido a los esfuerzos masivos llevados a cabo desde Ginebra y hubo un gran aumento de los “hugonotes” - el apodo que se le daba a los calvinistas en Francia.  En 1559 había cerca de cuatrocientos mil protestantes en Francia.

          La sincera piedad y vidas puras de los “hugonotes” contrastaba agudamente con las vidas escandalosas del clero romano, razón por la cual el papa Pablo Cuarto ordenó su exterminio y el rey de Francia decretó que se les masacrara y que todo súbdito leal ayudara a cazarlos.  Los jesuitas recorrían Francia persuadiendo a los fieles para que los destruyeran.  Los protestantes perseguidos así por los agentes papales, tal como en los días de Diocleciano, se reunían en secreto, a menudo en sótanos y a media noche.

          La creciente importancia de la Reforma en Francia, llevó a la hoguera a un buen número de mártires, creando un ambiente de persecución.  Por esta razón, Calvino, al igual que otros franceses luteranos abandonaron París.

Ginebra

          En cada lugar de Europa la Reforma se asentó gracias a la obra de algunos reformados, tal vez uno de los más extraordinarios fue el pastor de origen francés William Farel.  Cuando el señor Farel se enteró que Calvino se encontraba en Ginebra, lo visitó en la hospedería, convenciéndolo para que permaneciera allí y le ayudara a realizar la obra que reconocía superior a sus propias fuerzas.  Después de ser perseguido y apedreado, logró desacreditar y expulsar la antigua fe católica.   Fue así como el 21 de mayo de 1536, en la plaza pública de Ginebra, mediante la institución de la democracia, logró que los ciudadanos de ese lugar aceptaran vivir "según el Evangelio y la Palabra de Dios". 

Inglaterra

          Cuando Calvino sólo tenía 26 años ya, era reconocido en toda Europa.   Sin embargo, en Inglaterra, la suerte del calvinismo fue más diversa.  El desarrollo de la Reforma inglesa fue disparejo comparado con el movimiento en otros países. 

          La Iglesia anglicana fue instaurada en Inglaterra en 1534, cuando Enrique Octavo asumió la autoridad eclesiástica que antes desempeñaba el papa.  El objetivo del rey no era reformar la doctrina de la iglesia, sino conseguir la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón, hija de los reyes católicos.  Sin embargo, bajo los reinados de Eduardo Sexto e Isabel Primera, la Iglesia anglicana llegó a convertirse en una institución protestante sin paliativos, como quedó definido en los treinta y nueve artículos.  Los ritos anglicanos y la organización de la Iglesia conservaron a pesar de todo muchas de las formas del catolicismo romano, apareciendo ante los ojos de muchos como una vía intermedia. Por esto los anglicanos recibieron las críticas de algunos disidentes calvinistas: los puritanos.

Los Países Bajos

          En los Países Bajos la Reforma fue acogida desde muy temprano.  Allí eran muy numerosos los anabaptistas.  Del 1513 al 1531 se hicieron 25 diferentes traducciones de la Biblia: en holandés, flamenco y francés.  A pesar de esto, toda esa área estaba bajo el dominio de Carlos Quinto, quien en 1522 estableció la Inquisición y mandó que se quemaran todos los escritos de Lutero. Posteriormente en 1525 prohibió la lectura de la Biblia en las reuniones religiosas, luego la impresión y posesión de cualquier Biblia, y en 1535 decretó la muerte en la hoguera para todos los anabaptistas.

          Después de años de resistencia bajo crueldades inauditas, los protestantes de los Países Bajos se unieron bajo la dirección de William de Orange y en 1572 comenzaron la gran rebelión.  Tras increíbles padecimientos, en 1609 obtuvieron la independencia de Holanda: la parte norte se hizo protestante y Bélgica al sur, católica romana.

Escandinavia

          En este país el luteranismo fue introducido desde muy temprano, convirtiéndose en la religión del estado de Dinamarca en 1536.  En Suecia en 1539 y en Noruega en 1540.  Cien años después, Gustaf Adolf de Suecia, quien reinara entre 1611 a 1632, rindió servicios notables al acabar con el esfuerzo de Roma por aplastar a la Alemania protestante.

          La revolución francesa en 1789, fue una de las confrontaciones más espantosas de la historia.  El pueblo estaba frenético contra las tiranías de la clase reinante e incluso del clero, el que era propietario de la tercera parte del suelo francés y eran ricos, indolentes, inmorales e implacables en su trato con los pobres, constituyendo un reino de terror y de sangre.   En medio de esta revolución tuvo lugar la abolición del gobierno, el cierre de las iglesias, la confiscación de las propiedades, la supresión del cristianismo y la entronización de la Diosa de la Razón, representada por una mujer disoluta.  Napoleón Bonaparte restableció la iglesia, pero no sus bienes.  En 1802 concedió la tolerancia para todos y casi terminó con el poder político de los papas en todo el país.
Bohemia

          Para los años 1600, de los cuatro millones de habitantes de esta región, 80% eran protestantes.  Sin embargo, cuando los Habsburgos y los jesuitas concluyeron su obra allí, solamente quedaban ochocientos mil: todos católicos romanos.

Austria y Hungría

          En estos dos países más de la mitad de la población se había hecho protestante, pero bajo los Habsburgo y los jesuitas, todos fueron asesinados.

Polonia

          A fines del siglo dieciséis tal parecía que el romanismo estaba a punto de desaparecer por completo en Polonia, pero allí también los jesuitas acabaron con la Reforma mediante la persecución y asesinatos.

Italia

          En Italia, el propio país del papa, la Reforma ya estaba bien arraigada, pero comenzó a trabajar la Inquisición y casi no dejó trazas del protestantismo.

España

          En España la Reforma nunca progresó por cuanto la Inquisición ya estaba allí desde antes.  Todo intento de libertad o de pensamiento independiente era aplastado con mano implacable.

Los evangélicos se destacaron en muchos movimientos humanitarios y reformadores.  En Inglaterra, dirigieron la agitación política que llevó al parlamento a abolir la esclavitud en los territorios sometidos al dominio británico. En Estados Unidos hicieron campaña en contra de la esclavitud, con lo que se provocaron cismas en algunas iglesias, y en contra de la intemperancia y la prostitución.  Otros movimientos respondieron a los problemas de la revolución industrial.  El llamado socialismo cristiano y el evangelio social siempre trataron de aplicar principios cristianos para implantar cambios sociales fundamentales.

La Inquisición

          Además de todas las persecuciones ya mencionadas, de que fuera objeto la iglesia protestante, con el crecimiento del papismo en la edad media, la iglesia y el estado se entremezclaron y comenzaron las persecuciones contra todos los que eran considerados herejes.  La inquisición, llamada “El Santo Oficio” fue  instituida por Inocencio Tercero, pero la Inquisición no fue constituida como tal, sino hasta el año 1231, por el segundo papa después de él Gregorio Noveno.

  •        Dice el Compendio Manual de la Biblia, de Henry Halley, y asimismo La historia de la Iglesia, que entre los años 1540 al 1570, millones de protestantes murieron en manos de la iglesia de Roma.  Sin embargo, hay que tener en cuenta que bajo ese mismo período también tuvo su comienzo la gran Reforma.
  •        Felipe Segundo, quien reinara entre 1566 a 1598 y fue el sucesor de Carlos Quinto, ratificó los edictos de su padre y con la ayuda de los jesuitas emprendió la persecución aun con mayor furia.  Por una sola sentencia de la Inquisición la población entera fue condenada a muerte.  Bajo Carlos Quinto y Felipe Segundo más de cien mil cristianos fueron masacradas con crueldad increíble.  Algunos eran encadenados a estacas cerca del fuego y asados lentamente hasta morir; otros eran arrojados a mazmorras, azotados y torturados en el potro antes de ser quemados vivos.  A las mujeres se les enterraba vivas, prensadas en ataúdes demasiado pequeños y apisonadas por los pies de los verdugos.  Quienes trataban de huir a otros países eran interceptados por los soldados y masacrados.
  •        La Matanza de San Bartolomé - El 24 de agosto de 1572, Catalina de Medicis, reina de Francia y madre de los reyes Carlos Noveno y Enrique Tercero, romanista e instrumento del Papa,  dio la orden criminal y fueron masacrados 72.000 hugonotes protestantes.  Esa noche, Francia asesinó al protestantismo.
  •        Las Guerras Hugonotes - Después de la matanza de San Bartolomé, los hugonotes se unieron y armaron para resistir, hasta que por fin en 1598 el Edicto de Nantes les dio el derecho de libertad de conciencia y de culto.  Mientras tanto, unos 200.000 perecieron como mártires, víctimas de Roma.
  •        En el año 1600, la Inquisición asesinó a tres millones doscientos mil protestantes en Bohemia.

De 1481 a 1808, hubo por lo menos en España cien mil mártires y un millón quinientos mil desterrados.  En los siglos dieciséis y diecisiete, la Inquisición acabó con la vida literaria en España y puso la nación casi fuera del círculo de la civilización europea.  Cuando la Reforma comenzó, España era el país más poderoso del mundo.  Su condición ahora insignificante, demuestra lo que puede hacer el papado de una gran nación.

  •        Los principales soberanos que pelearon las guerras del Papa fueron: Carlos Quinto de España entre 1519 a 1569 contra los protestantes alemanes; Felipe Segundo de España, 1556 a 1598 contra Holanda e Inglaterra; Fernando Segundo de Austria, 1619 a 1637 contra Bohemia.  Estos tres fueron emperadores del “sacro imperio romano”.

El movimiento Reformista estuvo seguido por cien años de guerras religiosas.

1.      Contra los protestantes alemanes de 1546 a 1555.

2.      Contra los protestantes de los Países Bajos de 1566 a 1609.

3.      Contra los hugonotes en Francia, de 1572 a 1598.

4.      De Felipe Segundo contra Inglaterra en 1588.

5.      La guerra de los treinta años entre 1618 a 1648.

          Estas guerras mayormente involucraban intereses por las propiedades.  Como  Roma era dueña de gran parte del territorio en casi todos los países, los papas y los jesuitas instigaron a los reyes católicos para que aplastaran el protestantismo.
La guerra de los treinta años causó entre diez a veinte millones de muertes.  La inició el discípulo de los jesuitas Fernando Segundo, con el fin de aplastar el protestantismo.

          El número de mártires bajo las persecuciones papales excede en gran manera al de los mártires cristianos bajo la Roma pagana.  Las víctimas sumaron millones, entre albigenses, valdenses, y protestantes de Alemania, los Países Bajos, Bohemia, España y otros lugares. 

          Pero... ¿Qué de los mártires del siglo veinte en Colombia, México y otros países en donde la iglesia romana todavía domina la mente y los corazones?

El Papado

          El Papado del catolicismo romano, una institución que se ha perpetuado desde la antigüedad hasta los tiempos modernos, atesora una historia de gloria, pero también de intrigas por el poder, perversiones, conspiraciones, leyendas y revoluciones.  Desde Pedro, cuyo papel como primer pontífice de la iglesia romana, no es un hecho confirmado, hasta Francisco, se han sucedido 266 papas, 81 de los cuales han sido proclamados santos.

          En la edad media el papado vivió su período más tenebrosos por las luchas por el poder desatadas entre poderosas familias romanas.  Además de la lista de 36 antipapas auténticos, existieron otros siete antipapas.

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