“En un momento, en un abrir y cerrar de ojos”
(1 Corintios 15:52)
¿Cómo se sentiría usted si, por ejemplo, uno de estos días, al levantarse por la mañana, se da cuenta que algo verdaderamente extraño ha ocurrido? Usted dormía plácidamente, descansó bien, se levantó y comenzó una nueva rutina. Se afeitó, se peinó, arregló su cama, recogió los elementos que necesita llevar consigo al trabajo, tomó un poco de agua para prepararse un café, etc... Luego, para informarse de lo que ocurre, se fijó en el reloj y es la hora de noticias en su emisora preferida.
Sin pérdida de tiempo usted mueve la perilla del receptor para que le entregue las noticias de última hora.