Agosto 18, 2020
Los musulmanes en Al Aqsa, en el Monte del Templo,  dirigidos por sus líderes espirituales, están amenazando con agredir y  maltratar a cualquier islamita que apoye el acuerdo entre Israel y los Emiratos  Árabes Unidos.
El Mufti de Jerusalén, el jurisconsulto musulmán con  autoridad pública, cuyas decisiones son consideradas como leyes, le prohíbe a  los árabes religiosos que estén a favor del Acuerdo de Paz: el poder rezar en  la Mezquita Al Aqsa.
El jeque Muhammad Hussein, mufti de Jerusalén y la  Autoridad Palestina, ha emitido una fallo islámico, que declara que es haram - es decir que está prohibido según  la ley islámica, rezar en la mezquita de Al-Aqsa mientras se haga gracias al  acuerdo de normalización entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos. 
Estas fueron sus propias palabras: “Las oraciones en la  mezquita de Al-Aqsa sólo pueden expresarlas quienes lleguen a través de la  puerta palestina legítima y no quienes pongan en práctica el plan del Acuerdo  del Siglo de Estados Unidos, ya que en una determinación anterior se dictaminó,  que el Acuerdo del Siglo es inaceptable asimismo todo lo que se decidió en él  es nulo e inválido”.
Sus palabras fueron: “Nadie puede ser el guardián de la  mezquita de al-Aqsa mediante acuerdos dudosos.   Más bien, la tutela es para aquellos que guardan y defienden Al-Aqsa,  como la puerta palestina, la tutela jordana y el patrocinio hachemita”.
Este acuerdo de paz entre Israel y los Emiratos Árabes  Unidos del 14 de agosto de 2020, también conocido como el Acuerdo de Abraham,  estipula que “Los musulmanes de todo el mundo que deseen venir en paz a  rezar en la mezquita de Al Aqsa, ahora podrán viajar en avión a Tel Aviv a través  de Abu Dhabi”.
Saeb Erekat, secretario del Comité Ejecutivo de la  Organización de Liberación de Palestina también expreso: “Que el acuerdo de  normalización israelí con los emiratos, rompe la tutela hachemita sobre Al-Aqsa”. Al comentar a continuación sobre la  cláusula de permitir a los musulmanes rezar en Al-Aqsa, dijo que Jerusalén es “Una  tierra ocupada y toda medida de ocupación es nula”.
El liderazgo palestino ha condenado el histórico acuerdo  como “traición” y “un cuchillo en la espalda”.
Los religiosos musulmanes se han manifestado contra los  Emiratos Árabes Unidos mientras profanan la bandera y se burlan de las imágenes  del príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al  Nahyan.
Además han amenazado con agredir y maltratar a cualquier  musulmán que visite el sitio bajo los auspicios de Israel.
Hoy más que nunca, en medio de todo el caos que está  viviendo el mundo entero azotado por la pandemia, oremos a Dios para que su  plan y propósito se cumpla en conformidad con su Santa Voluntad, tal como  dijera por medio del profeta Isaías:
“Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no  descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se  encienda como una antorcha.  Entonces verán  las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre  nuevo, que la boca de Jehová nombrará.  Y  serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del  Dios tuyo.  Nunca más te llamarán  Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá,  y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será  desposada.  Pues como el joven se desposa  con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con  la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo. Sobre tus muros, oh Jerusalén,  he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os  acordáis de Jehová, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a  Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra” (Is. 62:1–7).