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Charles George Gordon

  • Fecha de publicación: Martes, 28 Enero 2020, 04:16 horas

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1)

Charles George Gordon, un general nacido en Londres y apodado Gordon Bajá y Gordon de Jartum, fue un oficial del Ejército Británico, del Cuerpo de Ingenieros Reales y administrador colonial. Se le recuerda sobre todo por sus campañas en China y en el norte de África.

En la primavera de 1862, mientras se encontraba estacionado en China contrajo la viruela.  En una carta que le envió a su hermana, le dijo: “Estoy dichoso al decirte que esta enfermedad me ha llevado de regreso a mi Salvador”. Fue apodado “El Chino Gordon” después que tomó a un grupo de nativos y a campesinos de la condición más humilde y los entrenó, transformándolos en un ejército modelo que combatió del lado de los británicos durante una breve contienda contra rebeldes chinos.

Regresó a Inglaterra como el héroe de su día, pero era tan modesto que rechazaba las invitaciones a comer de parte de los aristócratas y políticos.  Fue recompensado por el servicio que le prestó a China, con la gobernación de Sudán, que en ese tiempo estaba bajo el control de los británicos.  No era una tarea fácil, porque el Sudán, al sur de Egipto, era el sitio de una guerra tribal constante y un comercio de esclavos que lo horrorizaba.

Gordon, quien tenía una fe profunda, le escribió a su familia diciéndoles que “Él tenía un Dios Todopoderoso para que lo dirigiera y guiara”.  Proteger a los europeos en estas tierras no era una tarea fácil, pero en cualquier batalla, él siempre se encontraba en los lugares más peligrosos, confiado en que no moriría hasta que no fuese la voluntad de Dios.

Abandonó la vida militar en 1882, y se entregó enteramente al estudio de la Biblia y en visitar la Tierra Santa, en donde identificó el sitio exacto del Gólgota, el lugar donde fuera crucificado el Señor Jesucristo, el que se conoce hoy como “El Calvario de Gordon”. 

Después de esto su país le llamó nuevamente a ser parte de la acción.  Un personaje trastornado que se auto denominaba el Mahdi, cuyo significado es “el esperado del islam” emprendió un Jihad - una guerra santa contra los europeos en el Sudán. 

Gordon llegó a la ciudad en 1884 y logró sacar del territorio a dos mil mujeres, niños y enfermos, organizando la defensa de Jartum con un sitio que comenzó el 18 de marzo de 1884.  Los británicos habían decidido abandonar Sudán, pero estaba claro que él tenía otros planes.  Su intervención sólo sirvió para prolongar la resistencia de la ciudad, la que fue ocupada al año siguiente por los derviches, quienes lo decapitaron el 26 de enero de 1885. Cuando los refuerzos ingleses llegaron, descubrieron que la ciudad había sido tomada y que Gordon había muerto dos días antes.  Después de su asesinarlo, los soldados del Mahdi Mohammed Ahmed exhibieron su cabeza clavada en una pica.

Gordon, un hombre pequeño y fornido que parecía no tenerle miedo a nada, había llegado finalmente al reino de paz.

Señor, enséñanos a controlar nuestros temores y a reconocerte como Ese Poder Único que no puede ser derrotado.

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