La  expresión: «Déjale hasta que toque fondo», que solemos oír, significa, «llegar  al límite de una situación desfavorable». Pero no todos entienden qué  significa.  A veces se dice... «todavía  no tocó fondo, esperen».  Así decimos  cuando nos referimos a una persona que insiste en destruirse aun cuando  familiares y amigos le quieren ayudar.   La persona sigue su mal camino, probablemente el alcohol, los negocios  sucios, el hundimiento en deudas sin tener de dónde pagarlas, carácter  intolerable que amenaza incluso su propia vida por la forma de tratar a sus  familiares y vecinos, etc.: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos  peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos,  soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto  natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de  lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que  de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a  éstos evita” (2 Ti. 3:1-5).