Un Samurai al Servicio de Dios
- Publicado en Anécdotas
“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2)
“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2)
Charles Haddon Spurgeon nació en 1834 en Menton, Francia. Fue un pastor bautista reformado inglés. Según la Biblioteca Cristiana en Internet, a largo de su vida evangelizó alrededor de diez millones de personas, e incluso se asegura que llegó a predicar hasta diez veces a la semana en distintos lugares. Sus sermones han sido traducidos a varios idiomas y es conocido como el “Príncipe de los Predicadores”.
Una doctrina muy popular promovida ahora entre los católicos, gracias al Papa Francisco, es “¡Qué podemos ser salvos aunque no creamos en el Señor Jesucristo!”. El 11 de septiembre del año 2013, exactamente a los seis meses de haber sido elegido Papa, el pontífice católico le escribió una extensa carta a Eugenio Scalfari, exmiembro del parlamento italiano y fundador del periódico La Reppublica, en la que enfatizaba “Que las personas que no creían en Dios serían perdonadas por Él si seguían lo que les dictaba sus conciencias”. En otras palabras, “¡Qué podían ir al cielo sin necesidad de creer en el Señor Jesucristo!”.
Hay muchas personas piadosas, sinceras y serias, que han asistido a los servicios religiosos durante toda su vida, quienes tratan de vivir una vida que no tienen. Y hay muchos otros que conocen a Cristo, pero nunca han aprendido a ser lo que deberían ser.
En esta semana, prácticamente en el mundo entero, pero especialmente en los países en donde predomina el cristianismo y el catolicismo, se está celebrando la llamada “Semana Santa”. Es el tiempo durante el cual se conmemora la última semana en la vida terrenal del Señor Jesucristo, su muerte como Cordero de Dios en sacrificio por nuestros pecados y su gloriosa resurrección.
“Viva Jehová, y bendita sea mi roca, y enaltecido sea el Dios de mi salvación” (Salmo 18:46).
Néguev es un desierto de Asia, situado al sur de Israel, en el distrito meridional. Su nombre proviene de una raíz hebrea que significa “seco”, pero tomó asimismo el significado de “sur”, por su ubicación. Ocupa un área de unos 13.000 kilómetros cuadrados, y tiene forma de triángulo invertido cuyo vértice meridional está situado en Eilat, sobre la costa del mar Rojo. Al oeste limita con la península del Sinaí en Egipto, y al este con la zona meridional de Jordania, sirviendo de frontera el wadi Aravá. La ciudad principal es Beerseba, situada en el borde septentrional del desierto, con Eilat al sur en la costa del mar Rojo, Dimona, Mitzpé Ramón y Rahat.
Lo que creemos y por qué
Para resolver la cuestión del pecado, necesitamos ser perdonados. Nuestro problema, no solamente es con nosotros mismos y con nuestros semejantes, sino muy especialmente con Dios, es aquí donde comienza todo. Hemos pecado contra Él y debemos recordar siempre esto. Necesitamos perdón y el único que puede perdonarnos es Aquel contra quien hemos pecado.
Hay una larga lista de preguntas que podemos hacernos para poder entender lo que la Biblia enseña sobre la HERENCIA DEL REINO DE DIOS.
Muchos hombres y mujeres que aún no son salvos, se sienten totalmente confundidos y sin saber cómo hallar la solución.