Philipp Melanchton
- Fecha de publicación: Miércoles, 19 Febrero 2020, 05:06 horas
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“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros” (2 Cor. 13:11)
Martín Lutero se refería a su amigo y seguidor Philipp Melanchton quien era su contemporáneo, como al “Camarón”. Y ciertamente Melanchton era muy delgado y feo, tal como lo testifican los retratos con su imagen. Pese a todo la Reforma habría sido imposible sin Melanchton, cuya naturaleza pacífica y conciliatoria ayudó a balancear el carácter y temperamento áspero de Lutero.
Melanchthon y Lutero se conocieron en 1518, cuando ambos estaban enseñando en la Universidad de Wittenberg en Alemania, ya que gracias a la influencia de su tío, obtuvo la cátedra de lengua griega. El discurso inicial que pronunció atrajo notablemente la atención de Martín Lutero, quien era catedrático de Teología Bíblica en Wittenberg desde 1512, ejerciendo una profunda influencia en él.
Estudió Teología y se licenció en 1519. En 1521 escribió el libro Loci Communes Rerum Theologicarum, una disertación en favor de la Reforma protestante, y reemplazó a Lutero como líder de esta causa en Wittenberg cuando su mentor fue confinado en el castillo de Wartburg. En 1526 se convirtió en catedrático de teología y participó, con otros 27 delegados, en la unificación de las constituciones de las iglesias reformadas de Alemania.
En 1529 acompañó a Juan de Sajonia a la Dieta de Espira y fue uno de los firmantes de la Protesta de Espira, por la cual los príncipes luteranos en minoría del Imperio, reclamaron la tolerancia religiosa al emperador Carlos V, acto del cual tomó su nombre el protestantismo.
Como representante de la Reforma ante la Dieta de Augsburgo, en 1530 presentó las Confesiones de Augsburgo - 28 artículos de fe redactados en colaboración con Lutero. El tono de este credo era tan conciliador que sorprendió incluso a los católicos. Un año después publicó Apología, en defensa de la Confesión de Augsburgo, profundizando en algunos de sus aspectos específicos. Debido a su intención de lograr un entendimiento entre protestantes y católicos o, al menos, entre las distintas facciones protestantes, los seguidores más estrictos del luteranismo consideraron sus opiniones como heréticas.
Fue comprensivo con la doctrina evangélica y durante un tiempo conservó la mayoría de las ceremonias católicas por considerarlas adiaphora - una palabra en griego, que significa “cosas indiferentes”, es decir, materias de escasa trascendencia que era mejor tolerar, por lo cual a sus seguidores les llamaron adiaforistas.
El carácter humanista de Melanchton no le agradaba mucho a los teólogos luteranos ortodoxos, veteranos de las primeras batallas. Así y todo, logró reunir gran cantidad de discípulos que mantuvieron, propagaron e incluso perfeccionaron sus propuestas.
Philipp Melanchton, el reformador, amigo leal de Lutero, valioso protagonista en la traducción de la Biblia y padre de la Educación Alemana, falleció en Wittenberg, cuna de la Reforma Protestante, el 16 de abril de 1560.
Murió orando por la unión de las Iglesias “en Cristo” y quejándose por la incomprensión de los teólogos, que desde la muerte de Lutero habían librado una batalla contra él.
Padre Celestial, danos sabiduría para saber, cuándo y cuándo no, podemos comprometernos. Amén.