Los Valdenses
- Fecha de publicación: Sábado, 01 Febrero 2020, 05:14 horas
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“Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo...” (Mateo 19:21)
Pedro Valdo, quien vivió aproximadamente entre los años 1140 a 1205 fue un predicador itinerante que iba de un lugar a otro. Es considerado como uno de los precursores de la Reforma Protestante, asimismo como impulsor del movimiento cristiano de los Pobres de Lyon, también conocido como valdenses.
Era un hombre muy rico, pero la muerte repentina de un amigo le produjo temor y ansias de salvación para su alma, por lo que fue a consultar con un sacerdote, quien irónicamente le repitió las palabras que le dijo el Señor Jesucristo al joven rico, que fuese y vendiese todo y se lo diera a los pobres.
Pedro tomó esto literalmente y distribuyó sus bienes en dos fracciones: una parte para los pobres y la otra la entregó a dos eclesiásticos para que tradujesen el Nuevo Testamento del latín a la lengua romance que entonces se hablaba hasta la frontera suiza, y envió mensajeros de pueblo en pueblo para que le leyeran la Sagrada Escritura a quienes no sabían latín.
Los valdenses y sus seguidores, llamados “Pobres de Lyon”, iniciaron un movimiento reformista durante los siglos XI y XII, al que se unieron otros que se oponían a ciertas prácticas de la iglesia medieval. En esta fase feudal enfatizaron su ascetismo riguroso: la tendencia a rechazar el clero católico por sus prácticas impuras.
Después de esto, gradualmente fueron desarrollando una teología compatible con la Reforma, sólo que con siglos de anticipación. Al producirse lo que ellos llamaron “la segunda reforma” - es decir la de Lutero y Calvino, se vincularon con la Iglesia Reformada.
Después de las persecuciones medievales, muchos valdenses sobrevivieron en diminutas aldeas de los valles alpinos del Piamonte y la Saboya, en el actual norte de Italia. Fueron excomulgados en 1184 y perseguidos, y en 1487 se emprendió una cruzada en contra de ellos.
El 31 de enero de 1686, el rey Luis XIV de Francia, quien ya había revocado el Edicto de Nantes que toleraba a los protestantes, ordenó que se quemaran todas las iglesias valdenses, los que eran miembros de una tradición anterior a la Reforma y quienes enfatizaban el amor a Cristo y su Palabra y una vida de pobreza, siendo pronto devastados: 2.000 fueron muertos, 2.000 forzados a convertirse al catolicismo y 8.000 encarcelados.
Después de esto recibieron el apoyo de naciones protestantes, uno de sus grandes defensores fue el poeta inglés John Milton. Oliverio Cromwell el líder político y militar inglés, protestó ante el rey de Francia por la persecución de que se les hacía objeto. En 1848, recibieron oficialmente la tolerancia religiosa por parte de la Casa de Saboya y fueron abandonando su condición de grupo aislado, de origen francés, para convertirse en una denominación italiana. Décadas después se vincularon al metodismo. En 1855 fundaron un Colegio Teológico en Florencia. La Facultad Valdense de estudios teológicos que funciona actualmente en Roma.
El Señor dijo por medio de su profeta: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:11).